Tonto, tonto, tonto.No paraba de rememorar el encuentro como la peor catástrofe de su vida.
¿Y cuál era el sentido? ¿Qué era lo que pretendía? ¿Por qué no podía sacárselo de la cabeza?
Y aunque su primera idea fue tomar distancia, Taehyung ya no aguantaba más las ganas de volver a verlo. Necesitaba confirmar que había sido una simple broma, nada más por lo que preocuparse. Y que Jungkook no haya aparecido en todo lo que llevaba la semana le ponía los pelos de punta.
Yoongi no lo había visto en la biblioteca y Taehyung no se lo había encontrado ni de casualidad por los pasillos. Incluso si se paseo, bajo otros pretextos con los que pretendía engañarse, por aquella área de arquitectura donde solía verlo en alguna que otra ocasión.
La cuestión era que le había perdido el rastro por completo.
Y había cierto dilema, por lo que Yoongi solo lo veía a la distancia, ansioso y algo disperso, deambulando sin algún rumbo en específico. Y sabía que era mejor no intervenir.
Pese a ser su mejor amigo, y el único por el momento, Yoongi entendía que las personas tenían distintos tiempos de aceptación. Aunque le ansiaba poder hablarle con claridad sobre el asunto que era claro para el, mas borroso para el castaño. Aguardaría el tiempo que fuera necesario para que el mismo le comente sobre ello.
Taehyung había ido a un secundario mixto en Deagu, donde alfas y omegas recibía la misma educación. No quedaba muy lejos del centro y la mayoría de las veces iba en una bicicleta roja que había pertenecido tiempo atrás a su padre, y que había sido restaurada para su uso.
Tenía un grupo grande de amigos de varias divisiones en donde no importaban ni los generos, ni las castas. Se llevaba bastante bien con todos. Era un chico muy abierto y brillante, que caía bien a casi todos. Notese el casi como referencia a un absolutismo que obviamente no existe, pero si existiera sería omitido.
Los fines de semana se divertían yendo al cine o al centro comercial, o simplemente se juntaban en alguna casa para pasar el rato entretenidos. Comiendo pizza y jugando al uno hasta que el perdedor debía de hacer alguna llamada de broma o twittear alguna estupidez.
Park Seojoon y Choi Wooshik eran los más cercanos a él y le caían bien. Y aunque Tae disfrutaba en demasia su compañia, había ciertos acontecimientos que a veces no le agradaban al estar en su grupo. Como el hecho de que eran bastante cerrados y selectivos, o las constantes burlas con las que parecían divertirse.
Con Yoongi no había sido igual y quizá la forma en la que se juntaron fue motivo de la fiel amistad que entablaron después.
Lo conoció en el club de arte en tercer grado, luego de haberse presentado como el alfa primogénito en su familia. Le llamaban mucho la atención las pinturas al óleo y al acrílico, incluso había desarrollado cierto gusto por las acuarelas. Sus abuelos le habían regalado un libro de arte vanguardista y Taehyung no escapaba una noche sin mirar las fotografias en las páginas hasta que el cansancio le vencía al arte.
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𝐓𝐡𝐞 𝐩𝐫𝐞𝐭𝐭𝐢𝐞𝐬𝐭 𝐚𝐥𝐩𝐡𝐚ᵀᵃᵉᵏᵒᵒᵏ
Ficción GeneralJungkook ingresa a ChongSeon, una universidad exclusiva para alfas, dispuesto a estudiar arquitectura, con el pequeño inconveniente de que, bueno... el no es precisamente uno. Por otro lado, Taehyung no entiende porque después de tantos años de atra...