VERDADES DOLOROSAS [En Edición]

PRÓLOGO.

"El amor, como ciego que es, impide a los amantes
ver las divertidas tonterías que cometen"

William Shakespeare.

( . . . )

Aún recuerdo el día en el que lo conocí. Fue mágico, un cuento de hadas.

Cuando era niña solía creer en los cuentos. En qué algún dia aparecería mi príncipe azul con su armadura brillante en su gran corcel blanco y me llevaría a su palacio.

« ¡Que gran tontería que era! »

Debía haber imaginado que era una estupidez. Llego todo galante, atractivo y educado. Demasiado perfecto y hermoso para ser real.

Todo lo que podía haber soñado algún día... Todo lo tenía él. Llegó y con un simple:

—Buenos días.

Me robó el corazón. Tan estúpidamente incrédula caí en sus redes. Caí de manera tan estúpida y enamorada.

No me dí cuenta de su perverso juego de engaños y mentiras.

Todo era perfecto, maravilloso. Entonces luego de cinco meses de relación llego la maravillosa pregunta:

—¿Te casarías conmigo, princesa?

Finalmente lanzó su anzuelo.

Cinco meses nada más. ¡Cinco meses! ¿¡CÓMO FUI TAN ESTÚPIDA EN ACEPTAR!?

Me deje llevar por el reflejo y no vi la dura verdad que se escondía en él.

« ¿Como fue que termine en la vida de dos hombres? »

Dos hombres que eran capaz de dar su vida por mí.

Primero me enamoré de un mentiroso, un manipulador y traidor.

Luego conocí a un asesino, a un sanguinario que era capaz de matar a cualquiera por mí, sea quien sea.

¿Que tenían en común?

La mafia.

Uno era heredero de dos de las dinastías más poderosas del mundo... La mafia italiana y griega.

Otro era un mercenario, jefe de C.O.B.R.A (Corporación Oscura Británica/Rusa de Asesinos)

Era el mejor asesino, no dudaba y mucho menos sentía miedo...

¿Los amaba?

Está historia se volvía cada vez más complicada. Difícil de entender, en cierto modo. Tanto que no podía responder esa pregunta.

Ni siquiera entendía el destino que me esperaba y el poder que sostenía en mis manos.