XXXVI. LÍDER (Parte 2)

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Cerdeña, Italia,

ALESSANDRO LEONE:

—¡MALDITA SEA!

Patee una de las sillas de la oficina, tenía la cólera en su máxima potencia. ¿Cómo es que llegamos a esto? La mujer que yo amo está en el bando enemigo, en manos de mi mayor enemigo. 

Mássimo Cobra. Maldito hijo de la mierda.

Todo lo hizo él, lo planeo con lujo de detalle.

—Esta jugando con nuestras mentes —comentó Donnato—. Quiere destruirnos así.

—No puede hacer esto. —estaba empecinado en no creerlo—. No pudo hacerlo tan fácilmente.

—¿Que parte, Alessandro? ¿La del Fingir su muerte o haberse y estando cogiendose a Cobra?

—¡DONNATO!

—¡Es la verdad! —se levantó precipitado—. Jugaste y ahora ella viene por nuestras cabezas.

—¡FUE COBRA! Él le lleno la mente.

—Y no solo le lleno la mente —se volvió a sentar.

—¡CIERRA LA BOCA, DONNATO!

Este me miró con una sonrisa victoriosa. Tenía la sospecha de que deseaba esto más que cualquier otra persona. Quería verme sufrir como ahora.

Todo estaba poniéndose cada vez peor. Elizabeth en brazos de mayor enemigo.

No podía imaginar lo que tenia en mente hacer ahora, seguramente vendría por nosotros, por Rebecca y por mi, seríamos los primeros en su lista. Había dicho que no me mataría...

Quería jugar.

Nos tenia a ambos con la soga al cuello. Tenía las armas necesarias para mandarnos a la tumba. Lo peor era su relación con Cobra.

Eso me dolía aún más, esta con él, y por más seria que este, cuando lo mira... Sus ojos, esos ojos...

¡MALDITA SEA!

—Ahora se viene la peor parte de esto —mi padre nos miro—. La fiesta de Coronación.

—Puta madre. —Stefan maldijo por lo bajo—. Esa maldita ceremonia.

—La van a nombrar oficialmente como la Líder de Rusia.

—Tendrá mucho más influencia —Donnato masajeo su rubio cabello.

—No te creas, hijo. El Imperio Marcorious y el Clan Cobra no son lo que eran antes.

—No son tan poderosos... Y están solos. —Stefan se sentó en uno de los sillones—. ¿Se sentirán débiles?

—Digo que no tienen tanto dominio como antes —mi padre miró hacia la ventana—. Cuando Aleskei Marcorious estaba en la cabeza tenía a mayor parte del mundo a su lado, al ser derrotado no quedó mucho de ello.

—Además los líderes no están muy convencidos de que sea verdad que es hija de Marcorious.

—Nadie la apoyara. Están solos —me crucé de brazos.

—No están pensando en una cosa —Donnato reía cabizbajo—. Si están solos, ¿como mierda pudieron recuperar Rusia?

Ese era un buen punto a considerar.

VERDADES DOLOROSAS [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora