VERDADES DOLOROSAS [En Edición]

XXXIX. EL PACTO.

Semanas después.

• Cerdeña, Italia •

ALESSANDRO LEONE:

-Nos tiene contra las cuerdas papá -Donnato miraba fijo a mí padre-. No nos queda otra opción.

Esta vez estábamos Donnato y yo tratando de convencer a nuestro padre de aceptar el Pacto que nos habían ofrecido, pero él como terco que es se negaba a aceptar lo que sea que demuestre su debilidad ante el mundo.

Golpeó su escritorio haciéndolo resonar y callar a nosotros.

-Jamás aceptaré algo con esa gente, menos con esa mujer.

-Por favor, papá -Donnato se levanto-. Sabes perfectamente que ella sabe demasiado, una sola palabra y te puedes despedir de todo. De tu poder, de tu gente... -me miro-. De tu hijo.

-¡No hables, Donnato! Ella no dira nada, la mataré antes -le respondió él, seguro de si mismo-. A ella y a todo lo que ama, empezando por su hija y dejaré que vea eso.

-Pues... Conozco esa historia, es como si se volviera a repetir... -Donnato se acomodo en su asiento.

-Estoy de acuerdo con eso -suspiré y hablé finalmente-. Hay que hacer el Pacto, papá.

Esto pareció sorprender a mí padre, que haya dicho que aceptaba lo dejo en shock hasta a Donnato. Pero tenía razón, mí hermano pequeño tenía razón, era una forma de asegurar, por un tiempo, nuestras vidas. Si me hubieran ofrecido hace tres años esto sinceramente hubiese iniciado una guerra apoyando en mí padre, pero estamos en el aquí y ahora. Tengo al amor de mí vida como enemiga y una hija que proteger.

Necesitaba tiempo para hacer que vuelva Elizabeth, para abrirle los ojos sobre Mássimo Cobra y tiempo para suplicarle que me perdone, para decirle cuando la amo y lo cuan arrepentido estaba de todo lo que hice.

Tenía que traerla de vuelta a mí.

La única forma de hacerlo era quitando a Cobra y a toda esa gente del camino, iniciando por el desgraciado que le lavo el cerebro.

-¿Has perdido la cabeza Alessandro Leone?

-Ojalá papá, quisiera despertar y darme cuenta de que todo fue una pesadilla, que tengo a mí mujer y a mí hija a mí lado. -suspiré, sintiendo la mirada de mí hermano-. Pero no, lo único que tengo es el alma hecha pedazos y una hija a la que amo y tengo que protegerla, de su madre...

-Dudo mucho que Katherine venga contra su hija. -dijo Donnato mirándome-. Eres el responsable de todo esto, hermano del alma.

-No tienes que recordarme eso, lo sé.

La puerta de abrió y Stefan entro junto a algunos hombres.

-Hay noticias -dijo, preocupado-. Hiromasa Ishikawa se ha unido a Marcorious y Cobra, ayer por la tarde.

-¡CON UN DEMONIO! -mí padre se levantó rápidamente-. Ishikawa jamás ha unido a nosotros ni a nadie.

-Siempre fue admirador de Aleskei Marcorious, a diferencia de su padre que estuvo de nuestro lado hasta que murió y Ishikawa asumió su puesto. -analizó Stefan, tomando asiento-. Era obvio que iba a su bando.