Soberbia

Capítulo 1. Choques

Quiero avisaros de que, tal y como la he calificado, en esta historia habrá escenas de sexo explícito y palabras mal sonantes, para que no os sorprenda lo que podéis encontraros.

Ah, y también habrá diferentes puntos de vista, os los señalaré, no os preocupéis.

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Pvo. Hermione Granger

Hoy volvía a Hogwarts después del reparable verano en las Bahamas. Había cogido color y sin marcas, ya que había hecho topless en la playa privada de mis padres. La verdad me había aburrido lo mío, normalmente yo me quedaba en casa, en Londres, mientras mis padres se largaban a algún lado. Pero tuve el presentimiento de que no me dejaban por la fiesta que había armado el último verano con mi mejor amiga; Gaia Nott. Hermana gemela de Theo Nott, con el que yo me había liado... dos o tres veces. Gaia es un poco ceñida a las reglas, está en la casa de las serpientes, si, pero no dejaba de atarme un poco al reglamento de Hogwarts. Excepto cuando se soltaba la melena, entonces si que era como yo, a rebosar de juventud, diversión y desenfreno.

Ella tenía el cabello largo y ondulado, castaño y con unas pocas mechas rubias que se había hecho por que yo se lo había sugerido. Pues eso, Gaia y yo organizamos una fiesta en mi mansión cuando mis padres se habían ido y pues... digamos qué no encontraron la casa muy decente cuando llegaron. En fin, nadie los entiende. Me di una ducha en mi baño y luego fui ala cama, donde tenía la ropa tendida, ya preparada, que me iba a poner. Me vestí, me peiné, me maquillé y luego me miré al espejo entero. Sonreí, perfecta.

Mi modelito consistía en una mini falda blanca un poco abombada, una camiseta verde olvida de tiros, un cinturón por encima de la camiseta marrón, unas botas marrones bajas con un poco de tacón, una chaqueta desabrochada color crema y para complementar, unas pulseras en la mano derecha. El cabello lo llevaba con mi flequillo de lado y suelto de forma desordenada. La verdad que estaba fantástica, y me sentaba bien ese moreno que había cogido. Me había puesto de maquillaje un poco de rimel, lápiz de ojos negro y algo de sombra clara con brillos. 

-Hermione-dijeron desde a puerta, reconocí la voz de Gaia. 

-Hola desaparecida-dije sonriendo, me fijé en ella, llevaba un panti beige, una camiseta de tiros del mismo color que la mía, un poco más clara, una chaquetita de tela larga de manga corta, un pañuelo al cuello y unos tacones marrones. Muy guapa.-, ¿Dónde estabas? no he sabido de tí en todo el verano.

-¿Desaparecida yo? Dirás al revés, tú eres la que se ha ido a las Bahamas en verano... ya veo que te sentó bien, hasta cogiste solito.

-Tú también has cogido color... ¿qué has hecho en estas vacaciones?

-Pues... he ido a Francia, al sur, y pues... como allí hay playas, he cogido algo de sol.

-Vale, ahora estamos las dos morenas...

-Si, pero yo estoy más guapa.

-Ni lo sueñes querida.

-Vale chicas, estáis las dos igual de guapas... ¿Podemos irnos ya? No sé si os habéis dado cuenta, pero el Expreso de Hogwarts sale en una hora.-Dijo Theo desde la puerta. 

-¿Tú no te ibas con el hurón?

-No, me toca irme con vosotras... peticiones de padres.

-Pues vale.-Dije encogiéndome de hombros.

Bajamos y nos fuimos, ni me despedí de mis padres, pues estaban trabajando y ya lo había hecho antes de que se fueran. Theo era uno de los mejores amigos de Draco Malfoy, pero también era el mío. Nos llevábamos bien. Pero con el mal teñido era una cosa aparte. Al llegar a Kig Cross, cruzamos sin problemas el muro para llegar al andén nueve y tres cuartos. Metimos las maletas en el vagón, y nos metimos en el tren. Yo caminaba al lado de mi amiga mientras las dos atraíamos miradas, más bien del sector masculino. En el vagón de Sly, ya habían llegado todos. Caminé hasta nuestro compartimiento, el mío y el de Gaia, donde estaban mis otras amigas, pero me tropecé con alguien.

-Lo siento...-me fijé en quien era y...-¡Siento qué seas tan estúpida como para no mirar por dónde vas!

-¡Cállate hurón! ¡No vengo aquí para soportarte!

-Yo menos.

Siguió con su camino fuera del vagón... ¿A dónde iría ese idiota? Vamos Hermione, me dije a mi misma da lo mismo. Theo se había ido con Malfoy y nosotras íbamos a entrar al vagón, yo iba delante, pero se me interpuso una mano en el camino.

-Hola hermosa-¿Hermosa? 

-Adiós Zabini.

-Vamos nena, llámame por mi nombre-pude observar como me miraba de arriba abajo y me comía con la vista, bufé.-No te cuesta nada.

-Si que me cuesta, me cuesta que me den arcadas con solo mencionarlo.

-Que mala que eres.

-Es mi especialidad.-Le dije, lo empujé a un lado-, aparta-dije con mala leche y entré al compartimiento.

-Hola chicas.-Nos dijo la voz de Sol Smith, otra de las de mi grupo. Ella era la típica rubia de ojos azules, pero algo distinta. Llevaba un mechón de pelo rosa chillón, lo lucía siempre con m mucho orgullo y era la una de las más listas del colegio, pero no le gustaban las normas.

-¿Qué tal Sol?-dije yo.-, ¿Y tu hermana?

-Aquí estoy-dijeron desde la puerta, miramos y allí estaba Regina, con su característico cabello rubio ondulado y sus ojos azules. Ella estaba en séptimo también.

-¿Preparadas para nuestro último año en Hogwarts?

-Claro que si-dijeron todas a la vez.

-Granger-se abrió la puerta del compartimiento y entró... Malfoy.

-¿Qué coño quieres ahora? ¿No ves que este es nuestro compartimiento?

-Cuida tu lengua, serpiente de poca clase-me insultó-, me manda Dumbeldore, dice que quiere hablar contigo cuando lleguemos a Hogwarts.

-¿Cómo sabes tú eso?

-Me mandó una lechuza.

-¿Y por qué no me la mandó a mi?

-¡Yo que coño se! ¡No estoy en su mente!-cerró de forma estrepitosa la puerta del compartimiento.

-¿Para qué te querrá Dumbeldore?-para la mayoría de las serpientes, Dumbeldore era un ser al que se debía odiar, pero para nosotras no, le teníamos aprecio al viejo ingenioso ese.

-No lo sé-contesté a Regina.

El viaje pasó agradable. En un momento tuve que ir al baño. Salí del compartimiento y caminé por los pasillos del tren moviendo las caderas al ritmo de la música de mi mp3. Iba concentrada cuando choqué con alguien.

-Granger-saludó.

-Potter-dije yo, ya que no tenía nada en contra de él, podía saludarle, ¿no?

-¿Qué tal el verano?

-De lujo... debo irme-le dije.

-Adiós entonces-contestó.

Caminé al baño. Cuando salí e iba a entrar a mi vagón, Zabini volvió al ataque.

-¿Qué haces separada del cuarteto peligroso?-así nos decían a nosotras en el colegio.

-¿Te importa?

-No.

-Idiota-le dije por lo bajo.

Me fui de su lado para entrar al compartimiento.

-¿Qué te pasó que te veo con mala cara?-preguntó Sol.

-Aver... ¿Hoy es el día de "choquemos con Hermione"? 

-¿Por?-preguntó Gaia.

-Por que me he chocado ya con; Malfoy y Zabini, dos veces, y también con Potter.

-Bueno, cálmate tía-me dijo Sol.

-Lo intento, Sol, lo intento.