Soberbia

Capítulo 5. La nueva

Pvo. Hermione Granger

La mujer salió a la luz y dejó ver que tenía una cabellera negra total, unos ojos grises acompañaban a su más que pálida piel. Era muy bonita, pero en su interior, obviamente. Su fachada de mujer amargada de la vida y su anticuado moño pegado a la nuca no daban para más. Ando hacia el frente y se posicionó delante de la mesa del profesor.

-Me llamo Lina Snape, y seré vuestra nueva profesora de Pociones.

-¿Qué pasa con el profesor Snape?-preguntó Zabini.

-Señor Zabini, el profesor Snape ha cogido un virus en vacaciones, provocándole una enfermedad muggle. Así que no vendrá hasta un buen tiempo de reposo.-La clase estalló en gritos de alegría, y es que... ¡Snape no iba a venir! La profesora hizo un ademán con su varita y nos quitó la voz, el aula se sumió en un silencio profundo-, ¿no es mejor esto que todo ese ruido?-nosotros asentimos-, pues eso, Snape no vendrá hasta unos meses, por ello yo le sustituiré.-con el mismo ademán devolvió nuestra voz, pero esta vez callamos.

-¿Es usted familiar del profesor Snape?-preguntó Weasley.

-Si, Weasley, soy su hermana-gritos ahogados de asombro y jadeos se escucharon en el aula entera.

Nadie sabía que Snape tenía una hermana, la verdad mirándoles de esa forma se parecía, en el pelo negro y la piel pálida.... ¡Y en el mal vestir! ¡Mira que traer semejantes pintas! No iba mal del todo, los colores oscuros le quedaban perfectos, iba de verde oscuro, una especie de camiseta de botones, una falda por debajo de las rodillas negra, unos zapatos planos que deprimían con solo verlos y la capa de viaje, que se quitó luego.

-¿Qué haremos durante el curso, profesora?-pregunté yo, interesada, no se la veía con los mismos planes que a Snape.

-Bueno señorita Granger-Vale, eso era mosqueante... ¿cómo podía saberse los nombres de todos?-, pues hoy nos saltaremos un poco la teoría e iremos directamente a la práctica. Comenzaremos con fabricar una poción fácil; ya debéis de controlarla, zumo de mandrágora, madame Pomfrey me ha dicho que necesita más.-sonrió-, Separaos de dos en dos e id a buscar los ingredientes en el armario grupo por grupo, no quiero que arméis un estropicio, ¿de acuerdo?-asentimos todos- bien, pues venga vamos, yo me estaré pasando por los sitios a ver qué tal lo vais haciendo.

Me puse al lado de Gaia, ambas siempre nos poníamos juntas. Buscamos los ingredientes y nos pusimos a lo nuestro. La verdad esa profesora no era mala, como Snape. No se parecía en nada a la actitud de su hermano, a demás, era joven, ¿qué tendría? ¿Treinta años o menos? Algo así. Pero no la ayudaba su manera de vestir para nada... estaba tan tranquila girando con el gran cucharón al poción que estaba haciendo con Gaia cuando alguien me empujó, provocando que la poción se tambalease, entonces...

-¡¡¡¡NOOO!!!!-grité, pero fue tarde.

Todo el contenido del caldero se cayó al suelo y e salpicó el cuerpo, pero no a mi sola, sino también a la persona que estaba tras de mi. Me giré y pude ver a...

-¡¡¡MALFOY!!!-le chillé, él se dio la vuelta y me miró igualmente tan cabreado como yo.

-¡¡¡GRANGER!!!-gritó él hora. 

-¡¡¡CALLENSE LOS DOS!!!-gritó la profesora Snape. Con semejante genio, ¿quién lo le hacía caso?-. ¿Qué ha pasado aquí?

-Profesora-intervine-, estaba haciendo al poción y Malfoy me empujó, haciendo que tropezase con el caldero y este se cayese.

-¡Mentirosa!-dijo él-, ¡Si has sido tú la que lo has hecho a propósito!

-¡Oh, por Merlín Malfoy! ¡Cierra tu maldita boca!

-¡Bueno ya vale!-nos callamos y ella se quedó pensando un momento, estaréis castigados solo esta tarde en lo que limpiáis este desorden, a las ocho vendréis aquí, ¿entendido? luego os podréis ir. Agradeced que no soy tan estricta como mi hermano.-Apretó los labios con fuerza-, ¡Se acabó al clase! Podéis iros.

Entre murmullos la gente recogió sus cosas y salió, conmigo se quedaron las chicas; yo saqué mi varita y e apunté a mi misma.

-Fregoteo-dije bajito.

Los restos de poción de mi vestimenta se limpiaron en un momento quedé impecable. Me arreglé las cosas y, ya preparada para salir, escuché como la profesora Snape me llamaba.

-Granger, ¿puede quedarse un momento?