Capítulo 27. No todo está perdido

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Pvo. Gaia Nott

Una semana después de la entrada en coma de Parris, el colegio estaba revuelto y ansioso por saber qué demonios había sucedido. Había rumores de todo tipo. Desde que estaba embarazada pero que no estaba capacitada para ellos y entró en coma, hasta que ella lo fingió para después fugarse con Ron, el cual no había aparecido todavía desde el sábado.

Su hermana estaba que se subía por las paredes, pues nadie le contaba nada. En cuanto a mi relación con Will… íbamos de maravilla. Nos queríamos mucho, era una persona muy inteligente. Se podía hablar de cualquier cosa con él, por que también era comprensivo y abierto. Cuando estábamos juntos, las horas pasaban sin que nos diésemos cuenta de ello.

El “problema” estaba cada vez que nos besábamos. La tensión sexual se vivía en carnes cada vez que nuestros labios se rozaban, pero aunque parezca increíble, aún no nos habíamos acostado. El problema no era la virginidad de uno ni del otro. Por que ninguno era virgen, ni él ni yo. Pero yo temía incomodarle si me precipitaba a hacer algo, y supuse que a él le pasaría lo mismo. Pero lo que él no entendía era que yo estaba deseando que me diese un indicio para encender la llama.

Ese lunes, a última hora, teníamos examen parcial de Cuidado de Criaturas Mágicas. Nadie sabía de qué iba el examen y Hagrid no quiso decir nada acerca de ellos, solo dijo “estudiaos lo dado” y así lo hicimos. Esa era una de las cosas que me jodían de los profesores… siempre diciendo “estúdiense lo dado” y “lo dado” nunca sale… ¡Manda narices! En fin… menos mal que no me costó mucho aprendérmelo. Esa era una de las clases que compartíamos con Griffindor. Bajamos a la cabaña de Hagrid sin nada, como nos había indicado, y él no tardó en salir con una enorme sonrisa adornada por su espesa barba, una escopeta en la mano y un par de hurones muertos sobre el hombro.

-¡Buenas tardes!-nos dijo alegre.


-¡Hola, Hagrid!-le saludamos. 


-Seguramente os preguntaréis en qué consistirá el examen de hoy…-nuestras caras reflejaron la respuesta.- Pues bien… Llevo hablándoos de animales mágicos desde hace cuatro años ya, y creo que os acordareis de los más significativos. Uno por uno vendréis con migo al Bosque Prohibido para comentar cosas sobre estos animales. Es algo distinto y…


-Según las normas, los alumnos no pueden estar en el Bosque Prohibido-dijo Longbottom.


-No, Neville-respondió Hagrid-es cierto, pero dado que ya sois mayores de edad e iréis acompañados por mi, Dumbeldore me ha dado permiso para este examen especial. Bien-prosiguió-venga, por orden de lista. 

Pasada una hora de espera en la que me fijé en los demás, me tocó a mí. Los que salían del bosque no podían decir nada sobre el examen. Me acerqué a la entrada del bosque, donde se encontraba Hagrid. Durante mi observación me di cuenta de que mi hermano no estaba allí.

-¿Preparada?-di un gran suspiro, la verdad que estaba nerviosa.


-Eso creo…-solté el aire.


-Bueno, tranquila, que no es para tanto-comenzamos a caminar, y a medida que avanzábamos todo se oscurecía más. Parecía de noche, excepto por algunos rayos de sol que se colaban entre las ramas de los frondosos árboles que rodeaban ese siniestro bosque. Cuando escuché un sonido parecido al cabalgar de un caballo, me paré y Hagrid hizo lo mismo.- Bien, Nott… si me dices qué animal es el que verás en nada, tienes asegurado un dos en el examen. Es una chorrada pero la dificultad es la oscuridad.

Rebusqué entre las sombras y encontré a una que me parecía con forma animal. Parecía un… ¿Caballo? No… algo tan simple no iba a ser. Su cuello, su boca y lo que se extendía a sus laterales me recordaban a…

-Es un hipogrifo-le susurré a Hagrid.


-Muy bien, acertaste.


-Ajá…-dije no muy segura de mi misma.


-Ahora tienes que decirme información sobre los hipogrifos. De qué se alimentan, cómo vive, su hábitat natural… todo. 

SoberbiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora