CAPITULO 10.

477 32 0
                                    

*Alex*

Me resulta extraño como una persona puede confiar en otra sin siquiera conocerla. A mí me ha ocurrido dos veces, la primera persona en que confié con los ojos cerrados resulto ser un completo y el peor error que pude haber cometido; con la segunda persona fue diferente, gané un excelente amigo incondicional. Creo que queda de más decir que Nick fue el error y Marcus mi amigo, sin embargo, con Jared es diferente. Diferente porque con Nick la confianza llego mientras lo conocía..., o creía que lo estaba haciendo. Diferente porque con Marcus la confianza no llego, fue como si, simplemente, hubiese despertado sin necesidad de conocerlo. Con Jared es diferente porque mientras más tiempo paso con él más siento que puedo confiarle mi vida, porque siento que él estará cuando lo necesite. Con Jared es diferente porque no siento la necesidad de saber de él para confiar, sino porque quiero conocerlo por el simple hecho de querer saber más de él.

Eso es algo todavía más extraño, porque desde en el momento en que hable con él lo deteste más de lo que alguien pueda imaginarse. Y es que, ¿cómo no detestarlo? Es arrogante, puede ser bastante narcisista, puede llegar a ser soberbio, coquetea casi tanto como respira, y esa estúpida media sonrisa suya de suficiencia me saca de quicio. Pero..., cuando quiere puede ser bastante humilde, es atento y considerado, de corazón noble, es amigo de sus amigos y cuida y se preocupa de su familia como muy pocos. Jared es toda una contradicción de sí mismo, un momento puede estar coqueteando descaradamente conmigo y al momento siguiente está cuidándome como si fuera una niña pequeña.

A simple vista, Jared puede ser un libro abierto pero, estoy segura que si miro de cerca puede ser que él esté tan roto como yo. ¿Por qué lo creo? Jared ama a su padre y a su familia, pero aún así ha estado viviendo muy lejos de ellos; a pesar de que ya me ha presentado a su padre, en ningún momento ha mencionado a su madre. Y sobre todo, estoy segura de que tiene o tuvo un problema lo suficientemente grande como para no querer hablar de nada de eso. Yo quisiera saber todo de él, no por ser entrometida o algo parecido, sino porque quiero que el confié en mí como yo en él. Admito que, a pesar de que no quería, confío en Jared, él se ha portado de una manera que no creí posible. Jared ha sabido soportar el filo de los cortantes trozos de mi ser.

Ayer por la noche, cuando desperté gritando a causa de una pesadilla, él fue a mi habitación y me tranquilizo, no porque creyera que lo necesitaba, lo hizo porque le nació hacerlo. Me di cuenta de eso por la forma en que se ruborizo cuando noto que me estaba acariciando los brazos con sus pulgares en un acto totalmente inconsciente. Después de eso, cuando corrí a su habitación él tuvo dos opciones, pudo haberme rechazado o pudo haber se aprovechado de la situación, pero no hizo absolutamente nada, simplemente me acepto porque quiso hacerlo. Lo mismo ocurrió cuando me emborraché en el bar de su padre, Jared pudo haberse aprovechado, pero no lo hizo, en cambio me cuido y atendió, siempre comportándose como un perfecto caballero. Pero lo que más me agradó y me agrada es que Jared, en ningún momento hizo preguntas, el simplemente se limito a cuidarme. Y fue por eso que decidí contarle lo que Nick me hizo.

En el momento en que estallé como lo hice, Jared no exigió saber el por qué, no me tacho de loca ni nada por el estilo, simplemente evito que siguiera haciéndome daño y me escucho. Jared no hizo preguntas, no me regañó, no me dijo lo tonta que fui, simplemente permaneció callado, abrazándome, consolándome, escuchándome como un buen amigo. Esa sensación, aquella que sentí estando entre sus brazos, mientras dormíamos y mientras escuchaba mi tragedia, fue una sensación de paz, de una tranquilidad que no había sentido en mucho tiempo. Se sintió como si los problemas no existiesen, como si nada hubiese ocurrido antes de estar entre sus brazos. Yo, fácilmente, podría acostumbrarme a esa sensación.

― ¿Te gusta lo que ves? ―me pregunta Jared con arrogancia, sacándome de mi ensimismamiento.

Después de mi crisis, Jared y yo permanecimos un rato más sentados en el suelo y abrazados. Ahora él está guardando las vendas de mis manos que ya me quito y yo estoy sentada en la orilla del ring, además de que debo estar mirándolo como completa idiota o de lo contrario él hubiera dicho cualquier otra cosa.

Anhelo y Deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora