Anhelo y Deseo.

CAPITULO 28

*Alex*

Mierda.

No puedo pensar en otra cosa que no sea: mierda. Si antes pensaba que Nick es inteligente, bueno... Ahora no sé si, realmente, es un genio o un auténtico estúpido. El almacén, en que Nick nos hizo entrar a Jared y a mí, no es grande pero si lo suficiente para meter una imprenta y todo lo necesario para la falsificación de dinero.

Todo el enojo que Nick me ha provocado en todo lo que va del día, ha desaparecido. Incluso mi enojo con Jared. El único sentimiento que predomina en mí es la incredulidad. Aunque también estoy impresionada, por supuesto. Y como no estarlo. Los billetes que veo, en una de las cuatro mesas que hay a mí alrededor, son prácticamente genuinos.

─ ¿Te gusta? ─le pregunta Nick a Jared.

Hasta hora, él había estado como yo: perplejo por todo el dinero falso que nos rodea.

─ ¿Qué si me gusta? ¿Qué diablos te pasa? ─le espeta Jared, fuera de sí─. Si antes creía que estabas loco, ahora sé que eres un completo desquiciado. ¿Cómo se te ocurre hacer algo así?

─Oh, no hagas drama, hermanito─ dice Nick, poniendo los ojos en blanco.

─Pero por supuesto que haré drama. ¡Maldita sea, Nicholas! ─Jared está tan enojado que el rostro se le ha puesto rojo─. No sé en qué mierda estés metido y no quiero saberlo. Yo me largo d aquí.

Jared se dispone a salir por donde ha entrado pero, Nick le corta el paso apuntándole con su arma.

─No iras a ninguna parte─ le dice.

─ ¿O qué? ¿Vas a matarme? Pues adelante─ exclama Jared─. Prefiero morir sabiendo que te pudrirás en prisión que vivir y ser tu compañero de celda.

─ ¿Qué te hace estar tan seguro de que me encerraran?

─Nick... tal vez te creas un puto genio por todo esto─ Jared abre los brazos para señalar todo el lugar─, pero tarde o temprano cometerás un error y te atraparan.

En eso, Jared tiene razón.

─Deja de ser tan pesimista, Miller─ Nick pone los ojos en blanco, para luego sonreír como un niño pequeño en Navidad─. ¿No quieres saber cómo logré todo esto?

─No─ Jared espeta al inste.

─Yo, sí─ digo como si nada, pero claramente interesada.

Ambos hombres me voltean a ver. Jared me mira furioso, todavía, cómo si me dijera lo loca que estoy con los ojos. Nick me sonríe complacido y ansioso por agrandar su propio ego.

─Por eso te amo─ me dice, caminando hacia mí, para después plantar un sonoro beso en mis labios─. La imprenta es lo de menos, lo interesante aquí es la placa.

Nick camina hacia la máquina de impresión y de ella saca una placa plateada con el dibujo de cuatro billetes. Sujetándola con sumo cuidado, como si de un bebé recién nacido se tratara, Nick se acerca a mí para mostrarme mejor la placa.

─Es una placa de impresión de 100 dólares de 1991─me dice─. Los billetes de esa época tienen menos medidas de seguridad que los billetes nuevos. No tienen microimpresiones, ni marcas de agua, ni tinta óptica cómo ahora. Son más fáciles de duplicar y es moneda legal.

─Wow... ─me limito a decir, más que impresionada.

─ ¿Y de dónde diablos sacaste el cortador, la tinta y el papel? ─pregunta Jared, haciendo que Nick se ría por lo bajo.