CAPITULO 18

577 38 6
                                    

*Jared*

Mi mano permanece, en todo momento, en la estrecha cintura de Alex. A pesar de su chaqueta y de la blusa, que seguramente lleva de bajo, puedo sentir su calor corporal. De hecho, con todo su cuerpo pegado al mío, se me ha quitado el frio. Salimos de su habitación y observamos que la fiesta se ha hecho más grande, si es que eso es posible, pero por lo visto sí lo es.

Cuando nos ven salir abrazados, a Alex y a mí, Connor y Andrew no sólo parecen quedarse de piedra, sino que también están algo conmocionados y parece que no les gusta que Alex y yo estemos abrazados. Por otro lado, Hannah sonríe y nos mira como si fuera una niña pequeña a quien le han regalado un cachorrito. ¿Por qué mi primo y mi mejor amigo no pueden sonreír y alegrarse como Hannah por Alex y por mí? Bueno, tampoco es que Alex y yo seamos novia y novio, pero hay que reconocer que ahora ya nos llevamos mejor.

― ¿Y qué canción quieres bailar? ―le pregunto a Alex, ignorando las miradas de nuestros amigos.

―Mmm...―Alex se hace la pensativa por un rato―. ¿Qué tal...? Una que hablé de nosotros.

―No estoy muy seguro de que haya una canción adecuada para nosotros―le digo riendo.

―Tal vez tengas razón―dice con una mueca adorable.

Estoy por replicar cuando su celular suena anunciando la llegada de un mensaje. Alex se disculpa y lo lee. Su cara cambia por completo, pero no por algo malo, su rostro parece iluminarse, y cuando termina de leer el mensaje, ella alza la cabeza y me mira con sus grandes ojos bien abiertos y brillantes.

―Era Benny―me dice―. Hay una carrera, iniciando en el Bronx, por todo lo largo de Manhattan y hasta llegar a Brooklyn.

― ¿Y piensas participar? ―le pregunto confundido.

―Pero por supuesto―responde sonriendo.

―Es una carrera muy grande, ¿no crees? ―pregunto sin poder evitarlo.

―Sí. Pero es lo que necesito está noche.

― ¿Y qué hay de nosotros?

Apenas termino la pregunta y me siento una mierda. Parezco una chica a la cual han dejado plantada. Y lo peor, es que así ha sido.

―Puedes venir conmigo―propone Alex.

―No creo que sea buena idea―le digo, algo tenso.

― ¿Por qué no? Será divertido.

―Alex, ir en auto a más de 200 kilómetros por hora, no resulta divertido si te pones a pensar en las consecuencias que eso puede causar―le digo con más brusquedad de que la necesaria.

Alex pone una expresión que me desarma y que me hace maldecirme a mí mismo por haber actuado como un completo imbécil. Parece que la hubiese insultado. Por la manera en que me mira, sé que quiere decirme hasta de lo que me voy a morir, pero en cambio respira hondo y dice:

―Eres un idiota.

―Lo sé―admito―. Pero solo de pensar en lo que te puede suceder...―ni siquiera puedo terminar la oración.

Mi vida no ha sido la misma desde lo que sucedió con Victoria y Nicholas. No puedo ni quiero imaginarme, de nuevo, en la misma situación. Y menos ahora que Alex se ha vuelto tan importante para mí. Oh, mierda... lo he admitido.

― ¿Te preocupa que algo me suceda? ―pregunta Alex, incrédula.

Ahora me mira de una manera diferente, que no sabría describir. Pero sí puedo decir que en su mirada hay ternura e incluso comprensión.

Anhelo y Deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora