CAPITULO 16.

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*Jared*

Dejo las llaves del auto de Connor en la mesa de desayuno de mi apartamento y miro el reloj. 6.45 p.m. La madre de Alex me pidió que la llevara a ella y a Matt a casa de sus abuelos en Nueva Jersey, y acabo de regresar. Algo exhausto, camino hacia el sofá para recostarme un rato. Estuve tentado de llamar a Marcus y decirle lo sucedido el día de ayer con Alex y su madre, pero no estoy muy seguro de cuál sería su reacción, así que mejor me abstuve de llamarlo.

Según lo que Caroline me dijo, Richard, su marido ha estado actuando muy extraño desde hace unos meses, e insiste en que ella está viendo a su ex marido. Claro, Caroline Moore no sabe que yo conozco a Marcus y que sé que él es el padre de Alex y todo ese drama que llevó a Marcus fingir su muerte. Todo eso se está volviendo cada vez más problemático y complicado.

Se supone que si Marcus desapareció fue para proteger a Alex y a Caroline. Y ahora parece que ellas están constantemente en peligro, y arrastran consigo al pobre de Matt. Y ahora que lo pienso, todo me parece demasiado extraño. Hace unos meses que Alex conoció a Marcus, y hace unos meses Richard Moore se comporta violento con su esposa e hijastra. ¿Coincidencia? No lo creo. Para empezar, porque se supone que Richard sabe que Marcus está muerto, ¿o no? Tal vez Richard sí sepa que Marcus sigue vivo y más cerca de lo que le gustaría, pero ¿cómo lo supo? Esa es la pregunta clave.

Esto se está volviendo demasiado dramático, para mi gusto y siento que la cabeza me va a estallar. De repente, la puerta principal se abre y escucho a alguien entrar. Yo me quedo donde estoy, acostado en el sofá con los ojos cerrados, y cuando menos lo espero, siento como un peso más pequeño que el mío, hace que el sofá se hunda, para después sentir el cálido cuerpo de alguien tumbarse a mi lado. Abro los ojos y descubro a Alex mirándome fijamente. Sin decir una palabra, me muevo para hacer más lugar y evitar que se caiga. Ambos quedamos de lado, uno frente al otro; estamos a escasos centímetros de distancia, pero con esa barrera invisible entre nosotros.

― ¿Estás bien? ―le pregunto.

―Hace mucho que conoces a Benny, ¿no? ―dice Alex, ignorando mi pregunta.

―Sí. Desde hace casi 10 años―le respondo después de unos segundos―. ¿Por qué lo preguntas?

― ¿Crees que es un hombre de confianza?

― ¿A dónde quieres llegar con esto, Alex? ―pregunto confundido.

―Sólo responde―me pide.

No entiendo que es lo que Alex pretende con esa pregunta, pero luce tan confundida como yo.

―En lo personal, yo le confiaría mi vida a Benny―le digo―. Él es muy leal a las personas que le importan.

―Claro... Es leal sólo a las personas que le importan―dice para ella misma.

―Alex, ¿qué quieres saber realmente?

―La verdad―dice en un susurro―. Es lo único que siempre he querido.

―La verdad, ¿sobre qué?

―Sobre mi padre.

De acuerdo. Aquello sí que no esperaba escuchar. Sobre todo porque ahora debo mentir.

― ¿Qué te hace pensar que Benny sabe algo de él? ―pregunto, tratando de aparentar indiferencia.

―Hace algunos meses, mi madre me dijo que vio a mi padre con vida―me confiesa, y yo sólo trato de mantener mi rostro impasible―. Así que yo le pedí a Benny que me ayudará a buscarlo. Después de una extraña conversación, él acepto. Y ahora sigo como al principio.

Anhelo y Deseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora