Anhelo y Deseo.

CAPITULO 19

*Alex*

Despierto y lo primero que veo es a Jared durmiendo a mi lado. Es increíble hasta donde hemos llegado desde que nos conocimos. La primera vez que vi a Jared, me pareció muy atractivo, no lo niego, pero aun así lo detesté. Tal vez se debía a que aún estaba herida por lo que Nick me hizo pasar, pero ahora..., bueno, ahora las cosas han cambiado mucho. Para empezar, no sé cuando deje de sentir ese miedo irracional a que un hombre se me acercara, creo que fue desde que conocí a Jared. Pero no desde que lo vi por primera vez, claro que no, eso sería estúpido, creo que fue cuando comencé a pasar tiempo con él, cuando fue a rescatarme de Kurt, cuando fue a mi cama a tranquilizarme por tener una pesadilla, cuando me dejo dormir en la suya para hacerme sentir segura, cuando se ofreció a enseñarme boxeo y defensa personal, cuando escuchó mis problemas y él sólo me abrazó.

En fin, creo que todo cambio en el instante en que lo conocí de verdad. Cuando supe la clase de persona que es, y sí es arrogante y petulante, pero también es una gran persona, yo sé que sí. Él no tiene que decirme todos sus problemas y traumas de la vida para saber quién es por dentro. Jared no es el chico malo que aparenta ser bueno, como Nick. Tampoco es el chico bueno que aparenta ser malo, como cualquiera podría creer. Jared es como es y punto, a él no le van las apariencias.

Sonrió sólo de verlo. Se ve relajado como nunca lo he visto, sin duda está descansando muy bien. La noche anterior fue muy larga y entretenida, mi sonrisa se hace más grande sólo de recordarlo. Con cuidado para no despertar a Jared, salgo de la cama, me pongo su camisa y voy al baño. Me lavo la cara con agua fría y ni así se borra mi sonrisa, no creo que alguien o algo pueda hacer que se me vaya toda esta felicidad que no sentía desde hace mucho. Me miro al espejo y mi reflejo me devuelve la mirada, me noto diferente y tal vez se deba a toda esta felicidad. Cierro los ojos y me dejo envolver por los recuerdos de la noche anterior.

Inclino el cuello y siento los cálidos labios de Jared recorriéndome desde la oreja hasta el hombro. Siento sus grandes manos recorrer suavemente mis brazos, para luego acariciar mi espalda. Su pecho contra el mío, piel con piel, siento mi corazón latir y escucho el de él, y sé que nuestros corazones laten, uno contra el otro, al mismo tiempo y como si fueran uno sólo. Siento sus besos en mis labios que bajan por mi barbilla hasta mi garganta, recorriendo clavícula pasando por en medio de mis senos hasta llegar a mi abdomen. Su tacto me parece tan suave y a la vez tan electrizante que me hace perder el sentido. Y cuando al fin lo siento dentro de mí, toda la suavidad electrizante de hace un rato desaparece, convirtiéndose en pasión ardiente que me hace arder desde el interior de mi ser hasta hacerme arder en la cima del éxtasis.

De pronto, siento como unos dientes aferran el lóbulo de mi oreja derecha a la vez que unos fuertes y grandes besos me rodean la cintura. Abro los ojos dando un respingo y mis ojos se encuentran con los de Jared en el espejo. Él me mira con ambas cejas elevadas, los ojos bien abiertos y su estúpida sonrisa de medio lado.

― ¿Te dejo sola para que sigas disfrutando de los recuerdos? ―pregunta con voz ronca, que hace que algo se remueva en mi vientre. Yo resisto mis impulsos y entorno los ojos para mirarlo con fingido enojo, él ríe por lo bajo―. ¿Sabes? Hoy planeaba despertar antes que tú, preparar el desayuno y llevártelo a la cama. Pero he despertado y no te he visto a mi lado. Luego vine al baño y que grata sorpresa me he llevado al encontrarte con mi camisa como única prenda de vestir, los ojos cerrados y casi tocándote.

Al escucharlo decir eso, siento mi rostro arder a la vez que abro mis ojos con incredulidad.

―Y no me malentiendas―continua Jared―. Encontrarte así me ha excitado muchísimo―dice pegando su cuerpo más contra mí, y yo siento su erección clavarse en mi espalda baja―, pero si no te importa, preferiría ser yo quien te toque. ¿Qué dices, preciosa?