CAPÍTULO 35

202 27 1
                                    

El tiempo pasó extremadamente rápido, en un abrir y cerrar de ojos un mes había pasado. La relación de Changkyun y Jooheon cada vez era más íntima, se reunían dos veces por semana en la casa del pelirrojo para las clases privadas de regularización que había pedido. Su rutina era sencilla, saliendo de la escuela comenzaban con sus reuniones, dedicaban una hora para estudiar y una hora para llenarse de besos y caricias, las cuales eran siempre subidas de tono, pero sin llegar a tener sexo.

Después de dos horas de pasar juntos, se dirigían hacia la escuela de nuevo para el entrenamiento de Jooheon, Changkyun lo dejaba en la escuela y después continuaba su recorrido hacia casa donde un muy risueño Serim lo esperaba para comer.

La relación de Jooheon y Changkyun era miel sobre hojuelas y cada vez les costaba más trabajo pasar más tiempo separados. Sentían que su cariño iba en aumento y ninguno de los dos tenía miedo de admitirlo.

Por otro lado, la relación entre Kihyun y Hyunwoo, marchaba un poco más lento. Se tomaban el tiempo para avanzar y disfrutaban mucho del tiempo a solas. La rutina de ellos consistía en desafiarse en cuanto a calificaciones se refería. Kihyun poco a poco iba ganando más confianza pues, ya no le importaba lo que pensaran de él debido a sus calificaciones, era todo lo contrario, él mismo se había hartado de fingir todo el tiempo, y había decidido ya no esconder su sorprendente habilidad cognitiva.

Hyunwoo cada vez se sentía más orgulloso del castaño, le encantaba verlo con esa nueva confianza, además, el moreno también sentía orgullo de sí mismo, pues cada vez aprendía cosas nuevas de pareja, gracias a películas y libros románticos, y uno que otro consejo de su hermano, que no dudaba en poner en práctica con Kihyun.

Éste por su parte, también aprendía cosas nuevas a través de sus libros y de los mangas que Changkyun le había recomendado. Parecía que ambos ponían de su parte para hacer que los besos y las caricias se volvieran más satisfactorios para los dos. Y cada vez que estaban juntos y ponían en práctica lo leído o visto, quedaban con ganas de más.

No obstante, Hyunwoo no olvidaba en ningún momento ser cariñoso, tierno y romántico lo cual, le encantaba al castaño pues sentía comenzar a enamorarse esperando que en un futuro se volviera un sentimiento recíproco.

La relación de Minhyuk y Moonbin marchaba, de igual manera, de maravilla. El rubio estaba muy emocionado con su relación y no era para menos, pues, el pelinegro había resultado ser un chico de lo más amable y cariñoso. Protegía y quería mucho a Minhyuk y se encargaba de recordárselo constantemente. El rubio ya no era tan tímido como antes y eso se podía notar a kilómetros de distancia.

Hyungwon y Hoseok eran un caso aparte. Hoseok le hablaba siempre muy tiernamente a Hyungwon lo que provocaba que éste poco a poco, fuese guardando en una caja fuerte los malos recuerdos del pasado. Finalmente sentía que ya no eran tan pesados como al principio. Sentía que iba convirtiéndose en una nueva persona ya que, cada vez ganaba más confianza en sí mismo e iba recuperando el suficiente amor propio como para llegar a perdonar y ser perdonado. Pensaba que el momento de soltar el pasado y aceptar el perdón ya no estaba tan lejos, por fin comenzaba a ver la luz al final del túnel.

Por otro lado, la última vez que Hyungwon y Hoseok hablaron seriamente sobre los términos de su relación comenzaron a dejarse llevar por sus sentimientos sin restricciones. Ninguno de los dos sentía vergüenza por besar o tocar a su pareja donde y como quisieran.

Se habían reunido varias veces en casa de Hyungwon para estudiar, hacer tarea o simplemente porque querían pasar un tiempo a solas, aprovechando que sus padres, últimamente, habían tenido más trabajo de lo normal.

En cada encuentro que tenían terminaban en el piso de la sala o en el sillón. Ambos acostados, Hoseok encima de Hyungwon besándose y acariciándose por todas partes. Incluso terminaban con sus playeras arrojadas al suelo y los pantalones desabrochados, pero siempre se miraban a los ojos y sabían que no era el momento. Así que, simplemente se detenían y se vestían, pero aun así continuaban con los besos y las caricias.

By my sideDonde viven las historias. Descúbrelo ahora