CAPÍTULO 5

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- ¡Hola mamá! – el chico se acercó a su madre por detrás y le rodeó la cintura con sus brazos, la estrechó con fuerza y la levantó un poco.

- ¡Hoseok! – chilló la mujer con una gran sonrisa. - ¡Bájame!

El chico obedeció y dejó a su madre en el suelo, después le dio un beso en su mejilla y se apartó de ella para tomar una manzana de la mesa y morderla.

- ¿Cómo te fue en tu primer día hijo? – continuó la mujer.

-Muy bien mamá – respondió el chico mientras tragaba el trozo de manzana. – pero los profesores son aún más exigentes que el año pasado. ¿Puedes creer que siendo el primer día ya tengo muchos deberes por hacer?

Su mamá sonrió.

-Es normal Hoseok, es el tercer y último año de preparatoria. Deben ser aún más exigentes y debes estar preparado.

-Lo sé – bufó el chico. – Pero entre las prácticas de baloncesto y los deberes tendré muy poco tiempo para divertirme. Ya casi no te veré mamá.

La mujer soltó una carcajada.

-No exageres Hoseok. Es cierto que estarás ocupado, pero eso te preparará para tu futuro porque tendrás que ser más responsable que nunca y yo se que harás un excelente trabajo hijo. – sonrió dulcemente.

-Gracias mamá – le devolvió la sonrisa. – Pero aun así te daré una foto mía para que no me olvides cuando ya no me veas en la casa y también me llevaré una foto tuya y de papá para no olvidarlos – continuó con una sonrisa burlona.

-Está bien, está bien. Déjame todas las fotos que quieras, pero no serán necesarias porque nunca me podría olvidar de mi guapísimo hijo – respondió dulcemente la mujer y su hijo sonrió. – Ahora ve a lavarte para comer y ve por tu padre.

-¿Dónde está?

-En su despacho.

Hoseok dejó a su madre en la cocina y fue en busca de su padre. Llamó una vez y al instante obtuvo respuesta. Su padre estaba trabajando en un plano en su restirador. A Hoseok le encantaba ver a su padre trabajar, él era el único que lo hacía en su familia. Su madre se había hecho cargo de la casa y su padre se encargaba de ganar dinero y ambos lo habían estado haciendo muy bien. Su padre era el director general de una de las empresas de arquitectura más conocidas de la ciudad y su madre siempre había estado a su lado para apoyarlo en todo momento. Ambos eran los mejores padres.

- ¿Papá?

- ¿Qué pasa hijo? – contestó, pero sin levantar la vista.

-La comida está lista

-Gracias. Tu madre y tú pueden empezar si mí. Tardaré un poco.

-De acuerdo. ¿Puedo preguntar en qué trabajas?

-Es el plano de un nuevo centro comercial. Debe estar listo para el viernes – el silencio se hizo presente.

La relación entre Hoseok y su padre no se comparaba con la de su madre y él. Su madre era una mujer muy cariñosa y sabía escucharlo, su padre por su parte, poseía un carácter fuerte y serio, lo escuchaba y estaba seguro de que lo quería, pero debido a su trabajo, no pasaba mucho tiempo con él a solas. Estaba muy pendiente de su educación, pero sentía que necesitaba solo un poco más.

- ¿Se te ofrece algo más hijo? – continuó su padre. – porque de verdad debo terminar el plano y necesito concentrarme.

-No, nada papá. Ven cuando termines – salió del despacho y regresó con su madre.

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