Capítulo 16

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Remus desmenuzó la carta de Harry; lamentablemente no podía quedarse en Hogwarts todo el tiempo con él. Así que sólo lo visitaría de vez en cuando. Le hubiera gustado que Harry se quedara aquí, en Grimmauld Place, con él, pero Dumbledore no quería. Lo quería en Hogwarts, tenía que haber una razón para eso también. Ahora que se había quitado la venda de los ojos, se cuestionaba muchas cosas que hacía Dumbledore, sobre todo en lo referente a Harry. Por supuesto que esta carta no le iba a ayudar en nada, de hecho le iba a cabrear.

Remus,

Espero que estés bien y que te cures bien después de la luna llena. Severus está empezando a entrenarme, por supuesto tuve que sobornarlo - siempre los Slytherins ¿eh Remus? No quiero que te preocupes si no tienes noticias mías, puede que tenga que alejarme del director durante unas semanas, pero volveré y me mantendré a salvo, lo prometo. No voy a dejar que los mortífagos me pongan las manos encima, además ni siquiera sabrán que he desaparecido, Dumbledore no dejará que se sepa.

Seguramente te preguntarás por qué estoy tomando la decisión de alejarme del director, ¿verdad? Pues no te lo he dicho antes porque sé que te gusta. Sí, Remus he visto cómo la miras, pero no estoy seguro de si pasa algo o no y no me sentía cómodo preguntándote.

Remus miró la carta con odio, no por las palabras de Harry sino por la parte de Dumbledore. ¿Qué demonios había hecho que Harry quisiera dejar la seguridad de Hogwarts hasta su cumpleaños? Sí, él sabía lo que pasaba en quince días; Harry llegaría a su poder y tomaría el manto de Lord Potter. Si algo le ocurría a Harry por culpa de las manipulaciones de Dumbledore iba a morder al viejo loco durante la próxima luna llena. Si lo necesitaba, escondería a Harry aquí, en Grimmauld Place, impidiendo que nadie pudiera acceder a él. Podía hacerlo, ya que la casa se la habían dejado a él. A Dumbledore no le había gustado, ahora lo sabía, le había pedido permiso para usarla mientras durara la guerra y había intentado que se la cediera. Esa había sido la primera vez que se había puesto firme, Sirius se lo había dado, no iba a cederlo a nadie y despreciar la última voluntad de Sirius. También tenía una bóveda apilada con tanto dinero que no sabía qué hacer con él. Sirius odiaba Grimmauld Place, pero a Remus le gustaba, y había tomado la decisión de acabar con ella. Todos los artefactos oscuros habían desaparecido, por el momento seguía teniendo un aspecto horrible, pero se sometería a grandes renovaciones cuando la guerra terminara y él sobreviviera.

También había redactado un testamento, con una propiedad y un dinero que debía, no iba a permitir que el Ministerio le pusiera las manos encima. Todo lo que tenía sería para Harry, no tenía familia y Harry era lo más parecido a una. No tenía esperanzas de tener una familia pronto. Era demasiado viejo, y nunca tendría hijos, se negaba a arriesgarse a transmitir su gen a cualquier niño inocente. Había pasado por un infierno, transformándose a partir de los cuatro años, se estremecía al pensar que un bebé inocente pasara por el cambio.

¿Como ella? Su mente viajó hasta el torpe Auror una pequeña sonrisa cruzó su rostro. Por supuesto que Harry se daría cuenta, siempre lo hacía. Sin embargo, no le dijo el qué. Su corazón se hundió al pensar en ello, justo cuando estaba a punto de leer el resto de la carta alguien entró en la habitación... hablando del pequeño diablo.

-¡Hola, Remus!- dijo Tonks, sonriéndole casi con timidez su cabello se puso rojo.

-Hola, Nymphadora- dijo Remus, sonriéndole, le hacía sentir normal y eso era algo raro. Bueno hoy en día al menos, las últimas personas que lo hacían eran sus amigos... su manada; James y Sirius incluso Peter aunque le revolviera el estómago admitirlo. Todos los recuerdos de sus amigos se agriaban por la presencia de la rata.

-¿Café?-, preguntó ella, tropezando ligeramente al engancharse el pie en la silla mientras se dirigía a la tetera. Ya estaba llena de agua y sobre el fogón; un simple toque de su varita hizo que el agua hirviera y estuviera lista para ser usada.

HAUNTED JADED EYES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora