Capítulo 13: Training

5.7K 542 45
                                    

Dos semanas después

-¡Argh!- Gritó Harry al caer al suelo con el tobillo palpitando en agonía, por suerte los encantos amortiguadores evitaron más daños en su cuerpo. Respiró por la nariz, soportando profundamente el dolor como si estuviera acostumbrado a él. En cierto modo lo estaba, nunca había un año en el que no soportara algún tipo de lesión, y eso sin contar el daño que a los Dursley les había gustado infligirle. Por mucho que lo intentara, no podía sentir nada por sus muertes, después de la forma en que lo habían tratado era de esperar.

-¿Estás bien?- preguntó Severus acercándose, su duelo olvidado. Solo eran escudos básicos que hacían o maniobras dependiendo de las maldiciones lanzadas. Severus estaba probando sus conocimientos sobre maldiciones diciéndolas de forma no verbal. Para su sorpresa, Harry había sabido cuáles escudar y cuáles apartar del camino.

-Vuelve-, dijo Harry, tratando de levantarse y fallando, no podía moverlo, resumía que o se había torcido mucho o se había roto algo en alguna parte. No podía creer que se hubiera lesionado de esa manera; caer sobre su tobillo ¿qué tan estúpido era? Hacía años que no lo hacía. Al menos antes de Hogwarts, pero eso era porque no tenía que huir constantemente de Dudley.

-Necesito ver el daño- dijo Severus arrodillándose al lado de Harry, su varita se cernía sobre la lesión y usaba un hechizo de diagnóstico para saber qué tan grave era. Debía de ser grave ya que Harry no se había librado sin más; esperaba que no fuera una rotura. De lo contrario no podrían hacer nada más hoy, necesitaría tiempo para sanar o de lo contrario se volvería permanente, ni siquiera la magia podía arreglar todo.

-No va a parar un ataque sólo porque necesito un tiempo, necesito luchar contra el dolor, y es por lo que te pedí que me ayudaras. Sabía que no me mimarías, que me tratarías como si fuera de cristal y que me cabrearías lo suficiente como para aprenderlo todo- dijo Harry irritado consigo mismo, mirando fijamente a Severus.

Severus dejó de moverse, mirando fijamente a Harry con la sorpresa escrita en su rostro, lo que hubiera esperado no era eso. ¿Harry creía que lo odiaba tanto como para incitarlo a aprender más rápido? Aunque sus acciones pasadas pudieran implicar que era cierto, no era quien realmente era. A decir verdad, aquí abajo, jugando a ser un estudiante tan bien como Harry, había olvidado su verdadero papel. O más bien se había relajado lo suficiente como para mostrar, al menos parcialmente, su verdadero ser. Le sorprendió que se sintiera dolido porque Harry prefiriera su personaje de profesor.

-¿Es así como te sientes de verdad?- preguntó Severus impasible cerrando completamente sus facciones. Si lo que quería era el "profesor Snape", eso era lo que le daría.

Harry parpadeó, sorprendido cuando el mago se cerró en banda, hacía semanas que no estaba así. De alguna manera lo había insultado, pensando en sus palabras no pudo encontrar nada que fuera remotamente malo. Aun así, debía de haber dicho algo malo. Al menos su mente se había alejado temporalmente del dolor, que por cierto era intenso; debía de haberse roto un ligamento. Como no quería que Severus volviera a ser el mismo de antes de que bajaran aquí, decidió ser sincero. -Solía hacerlo, pero sólo porque pensaba que sólo tenía el verano para hacerlo. A Dumbledore no parece importarle que no sepa nada... pero ser secuestrado por el lugar que Dumbledore decía que era el más protegido y que insistía cada año en que volviera... fue la gota que colmó el vaso de los hipogrifos. Nadie más que esté dispuesto a ayudarme podría luchar como tú. Es que... necesito aprender, quiero sobrevivir, y él tiene qué... ¿treinta años más que yo?- confesó Harry.

-Ah, ya veo-, dijo Severus asintiendo en señal de reconocimiento. No se había dado cuenta de lo preocupado que estaba por enfrentarse a Voldemort. Harry había lidiado con el Señor Tenebroso con mucha madurez o maldad, dependiendo de cómo uno decidiera mirarlo. Le encantaba el sarcasmo, pero utilizarlo con el Señor Tenebroso era pedir una sentencia de muerte. Y eso era lo que había hecho Harry, Merlín, que había necesitado todo lo que tenía para no resoplar de diversión. Era muy bueno que tuviera un asombroso control sobre sí mismo, especialmente en presencia del Señor Tenebroso. Había visto a hombres adultos orinarse, convertirse en un desastre tartamudo, suplicar por sus vidas y huir, todo ello antes de que se lanzara un solo hechizo. Harry no lo había hecho, no tenía ni idea de lo asustado que estaba Harry, y debería haberse dado cuenta antes. Una vez más se le echaba en cara que Harry sólo tenía diecisiete años. Bueno, técnicamente eso sería mañana, si calculaba mentalmente las fechas en su mente. Demonios, debería haber caído en la cuenta antes; incluso él estaba preocupado cuando se encontraba cara a cara con el monstruo. -¡Wingardium Leviosa!-, dijo, haciendo levitar a Harry fuera de la sala de entrenamiento, que estaba a dos pasillos de la cámara real. Donde era seguro batirse en duelo de verdad, no es que lo fueran todavía, sólo era un entrenamiento básico. Tal vez eso era lo que irritaba a Harry.

HAUNTED JADED EYES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora