HAUNTED JADED EYES

Capítulo 17: Every Reaction Has A Consequence

Trek recogió un papel más que se encontraba en su mesa; no esperaba nada más hoy. No había mucho que hacer, no con las cuentas de los Black en todo caso, y eso era todo lo que tenía a su cargo. Cada carta que intentaba enviar al heredero de los Potter era ignorada, y francamente se estaba enfadando con el humano. Los duendes eran criaturas pacientes, cuando necesitaban serlo, pero Trek había ido más allá de la impaciencia. El asombro se apoderó de los ojos del duende, incapaz de creer lo que estaba leyendo. Levantándose bruscamente, Trek salió rápidamente de su despacho y se dirigió con urgencia a la oficina de su primo. Pudo percibir que Griphook estaba solo, por lo que estaba sumamente agradecido.

-¿Escribiste un contrato de matrimonio para Harry Potter?-, dijo Trek, con un tono ligeramente acusador y preocupado.

Griphook se quedó mirando a su primo sin poder comprender por qué estaba en su despacho, pero rápidamente se puso en marcha. -Fue el deseo de su tutor mágico, Dumbledore lo exigió. No hay nada que pueda hacer para evitarlo-.

-¿Lo quiere el futuro Lord Potter, está firmando él mismo el contrato?- preguntó Trek, aún preocupado, no es que un humano pudiera saberlo. Entendió las palabras de Griphook, no había dicho que Harry lo quisiera solo Dumbledore. Todavía necesitaba una confirmación, de lo contrario las cosas estaban a punto de irse a pique y rápido.

-Estuvo en Gringotts hace unos días, buscando la forma de emanciparse. No quiere estar bajo el control de Dumbledore-, respondió Griphook, haciendo saber a Trek que todo esto era idea de Dumbledore sin decirlo abiertamente.

-¿Lo has oficiado?- preguntó Trek, con sus ojos negros brillando en lo que sólo podría describirse como un triunfo comemierda.

-Iba a intentar aguantar, no tiene sentido enemistarse con el último heredero Potter-, dijo Griphook, de mala gana. Si Harry Potter quitaba su dinero y se iba a otro lugar para que le supervisaran sus propiedades lo sentirían, inmensamente.

-No son sólo las cuentas de los Potter-, gruñó Trek, -¿Olvidas quién fue el último Lord Black?-.

-¿Nombró al niño heredero?-, preguntó Griphook, animándose. -¿Por qué no están unidas las cuentas?- su preocupación se hacía más prominente, si perdían tanto las cuentas de Potter como las de Black... bueno no hacía falta decirlo ni pensar en ello. ¿Por qué no había conseguido que el chico firmara los papeles para convertirse en el heredero de Black?.

-No ha firmado los papeles, he intentado ponerme en contacto con él desde que Lord Black murió y le dejó casi todo. En el momento en que lo haga tendrá las cuentas de los Potter y los Black-, afirmó Trek. Por supuesto se había dado cuenta de que el chico había firmado y aceptado las bóvedas de los Black que Sirius Black le dio, pero no la condición de heredero.

-No creo que sea consciente de que querías hablar con él, si no ya lo habría hecho-. dijo Griphook brevemente. -No es un humano ignorante, y con el que estaba se habría asegurado de hacerlo-. Severus Snape parecía velar por los intereses de Harry Potter. Por supuesto, había firmado el papeleo para recibir las cuentas de los Black, pero eso no significaba nada si no asumía la condición de heredero. Ahora mismo Harry era sólo Harry Potter, con una herencia de su padrino. Tenía que firmar los papeles para convertirse oficialmente en Harry Potter-Black.

-Si está firmado Albus Dumbledore no puede forzar el matrimonio sobre él. Ya conoces las reglas de la familia Black, sólo el heredero varón puede poner por contactos matrimoniales. Si esto se implanta lo antes posible, antes de que se firme el propio Albus Dumbledore se llevará una gran sorpresa- gruñó Trek con una sonrisa de aspecto horrible que le partía la cara en dos. Si Harry estaba contento con su servicio, entonces no tendrían problemas de perder las cuentas, y podrían enseñarle a Albus Dumbledore una o dos cosas por jugar a ser dios. Pasando por encima de su posición, los guardianes mágicos no deberían poder arreglar matrimonios. Por desgracia no era una cláusula para las cuentas de Potter, antes de que Charles pudiera firmarla falleció. Su hijo James tampoco había llegado a hacerlo, por suerte para todos, los Black lo habían hecho hace mucho tiempo.