Capítulo 32

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Remus estaba como loco tratando de entender lo que estaba pasando, Harry estaba actuando de forma muy extraña. No sabía si atribuirlo a que había perdido a Sirius, a que había pasado un tiempo en la cámara y a que había crecido tan repentinamente o si era algo totalmente distinto. No ayudaba que Harry pasara la mayor parte del tiempo en la sala de entrenamiento o en el laboratorio de pociones. Había bajado un par de veces, pero se sentía sumamente incómodo, tanto Harry como Severus se movían en sincronía, como si llevaran años rodeados el uno del otro y él se sentía como si estuviera estorbando. Los fundadores no pasaban mucho tiempo aquí abajo con ellos, cuando lo hacían Harry y Severus se enzarzaban en animados debates con ellos.

Sin embargo, una cosa buena salió de estar en la cámara, no pasó por el cambio cuando se suponía que era la luna llena, para él no para el mundo exterior. Había calculado los días, y se había encerrado tan seguro de que se convertiría en su forma de hombre lobo. No lo había hecho, y se sentía más fuerte que nunca, su cuerpo se estaba recuperando rápidamente, ahora que no cambiaba de forma justo después de curarse de la transformación anterior.

-Hola-, dijo Helga dirigiéndose al sorprendido mago.

-Hola-, dijo Remus sonriendo, -¿Está todo bien?, ¿Quieres que llame a Severus y a Harry?- rara vez le hablaban, así que no tenía la impresión de que ella fuera a hablar con él.

-Oh, no, no les gusta que los interrumpan-, dijo Helga negando con la cabeza, -Sólo Salazar es lo suficientemente impaciente como para interrumpir sus duelos, aunque nunca sus pociones-, le estaba tomando el pelo ahora.

-Claro que no-, respondió Remus divertido.

-¿Cómo te sientes?- Preguntó entonces Helga tras unos instantes de silencio.

-Mejor-, dijo Remus asombrado, podría ser solo una palabra pero las implicaciones detrás de ella... lo decían todo.

-No me sorprende-, le informó Helga. -Pronto te librarás de la parte que obviamente te aterra-.

-¡Claro que sí!- gritó Remus indignado. -Me aterra hacer daño a alguien... ¡matarlo!-.

-Lo comprendo, pero si sólo hubieras conectado con tu lobo tus transformaciones habrían sido mucho más suaves. Se supone que con la edad viene la comprensión, deberías haber sido capaz de cambiar a tu forma de lobo a voluntad. A menos que el licántropo haya cambiado y se haya adaptado desde nuestra época-. Le amonestó Helga, no le gustaba que le hablaran como si fuera una niña sin entender cómo funcionaba el mundo.

-Yo... no creo que lo haya hecho-, dijo Remus, con sus ojos ambarinos asombrosamente abiertos. -Ha habido rumores de ciertos hombres lobo que pueden cambiar a voluntad, se rumorea que incluso si muerden mientras están en esa forma no en la luna llena no pueden cambiar a nadie en uno-.

-Entonces no ha cambiado ni se ha adaptado desde mi época, aceptar al lobo es aceptarse a sí mismo. No lo ha hecho por lo tanto las transformaciones de ida y vuelta son diez veces peores. Todo este conocimiento... en vez de lidiar con él el mundo los ha separado a todos, un mundo mágico dividido es un mundo débil-. Helga reconoció con tristeza, había que hacer algo pero ¿qué? ¿Qué podía hacer ella? Ella no era más que un retrato en la pared. Sin embargo, ayudaría una vez que Dumbledore se hubiera ido de Hogwarts, podrían ocupar el lugar que les correspondía en la pared (retrato) del Gran Salón y finalmente mostrar sus rostros en los retratos individuales de las salas comunes. Cuanto más rápido sucediera esto, más rápido podrían reunir a todos dentro de los muros de Hogwarts. Este ridículo prejuicio había durado demasiado tiempo. El pobre Salazar se había llevado la peor parte, al igual que su nombre, esto no iba a ser una solución fácil, Rowena se lo había advertido.

HAUNTED JADED EYES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora