Capítulo 41

3.8K 446 28
                                    

-Severus, ¿tienes un minuto? Hay algo que me gustaría discutir contigo-. Filius le dijo al estoico profesor de Pociones, mirando fijamente a Severus, -¿Mi despacho?- sugirió, con eso el mago más pequeño comenzó a moverse alrededor de los profesores y a través del Gran Comedor, los estudiantes ya se habían ido y los profesores se estaban preparando para hacer sus rondas nocturnas antes de volver a la rutina normal de enseñar a los estudiantes una vez más.

Severus siguió con curiosidad a su colega, preguntándose qué demonios podía necesitar discutir con él con tanta urgencia. Para ser un mago tan pequeño, no podía moverse con rapidez, pensó Severus con ironía, mientras acompasaba sus zancadas al ritmo de Filius. El despacho de Filius estaba en el lado oeste del tercer piso, a dos puertas de su aula en realidad y dos niveles por debajo de la sala común de Ravenclaws. Su despacho y sus aposentos estaban situados en una posición óptima para poder llegar rápidamente a la sala común en caso de necesidad.

La curiosidad de Severus se convirtió en cautela cuando Filius cerró la puerta y procedió a colocar unas cuantas medidas de seguridad en su despacho. Una para impedir el funcionamiento de cualquier aparato de espionaje, otra para detener cualquier equipo de grabación, otra para silenciar la sala y que nadie pudiera escucharlos y otra para mantener su puerta cerrada sin importar quién intentara entrar. Severus tenía atómicamente su varita en la mano, observando a Filius con recelo, nunca en todos sus años de conversaciones con Filius había llegado a tanto. No era paranoico, o al menos no lo había sido pensó Severus, relajándose sólo un poco cuando el mago ignoró su reacción y se sentó con los dedos entrelazados mientras miraba pensativo, tratando de averiguar la mejor manera de abordar un tema que le parecía obviamente difícil.

-¿Y bien? Escúpelo-, afirmó Severus, sentado frente a Filius que se impacientaba por el continuo silencio, era altamente desconcertante.

-¿Qué está pasando entre tú y Harry Potter, Severus?- Preguntó Filius con los ojos nublados por la confusión, sabía que algo estaba pasando solo que no sabía qué.

-¿Qué significa?- Preguntó Severus con rigidez, evidentemente había subestimado un poco a Filius, había sabido que Filius era más inteligente de lo que todos le daban crédito pero qué podía saber él.

-No puedo explicarlo del todo-, resopló Filius con agitación, tampoco estaba acostumbrado a eso.

Los labios de Severus se crisparon; no era algo que incluso a Filius se le ocurriera.

-¡No es divertido, Severus!- Exclamó Filius, frotándose los ojos con cansancio.

-Entonces explica lo que sabes a ciencia cierta-, dijo Severus finalmente cediendo, apiadándose de su veterano colega.

-El señor Potter ha traspasado de alguna manera su herencia, algo que sólo ocurre después de que alguien cumple los diecisiete años, no hay ningún cortocircuito en el proceso, no a menos que se haya inventado un nuevo hechizo, sus poderes han crecido exponencialmente y sólo durante un verano, algo que es imposible, tiene la magia de un mago de veinte años que hace mucha magia-. Filius se calmó un poco y explicó todo de forma racional. -También tiene un glamour muy complejo; nunca he visto nada parecido. ¿Y para colmo? Los dos estan unidos, tú tienes su magia y él, a su vez, tiene tu magia. Tu propia magia ha aumentado marginalmente, ambos estaban casi igualados en poderes, ahora están igualados-.

Severus arqueó una ceja, definitivamente lo había subestimado, ¿cómo diablos había averiguado todo esto en tan poco tiempo? Evidentemente, Filius también se guardaba algunos secretos de bulto, cosa que le daba curiosidad admitir.

-Sólo se me ocurre una persona que haya pasado por esto de forma remotamente similar-. Añadió Filius pensativo.

Severus se sentó más erguido, -¿Y quién podría ser?- mirando fijamente a Filius.

HAUNTED JADED EYES Donde viven las historias. Descúbrelo ahora