Alexander
Desperté porque sentí como algo peludo se movía sobre mí, haciendo que sus pelos se metieran en mi nariz.
Me removí sobre mi lugar y finalmente abrí los ojos.Era Oreo, mi gato.
- ¿Qué haces aquí?- lo mire, era negro, pero con una mancha blanca en el ojos derecho.- ¿Tienes hambre?
Oreo solo ronroneo como respuesta, así que me levante con pereza para darle algo de comer.
Me fijé en el reloj que tenía al lado de mi cama, eran las seis de la mañana y entraba a trabajar a las siete en punto.
Gracias Oreo por despertarme.
Baje las escaleras con el gato pisándome los talones, el sol aún no salía, el lugar era muy silencioso.
Era espacioso, pero frío; como si le hiciera falta vida.Me acerque a la cocina, saque un sobre para gatos y se lo di en su plato para que comiera.
La verdad el nombre de Oreo sólo me lo invente, eran mis galletas favoritas y pues el gato es negro y con una mancha en el ojo color blanco.
¿Si quedaba no?
Bueno, deje que Oreo comiera y me decidí prepararme algo de desayunar.
Me hice un licuado, un huevo revuelto con espinacas y un pan tostado con aguacate. Era mi desayuno favorito.
Me senté en la alacena y me concentre en comer, no había ningún ruido, solo se escuchaban los mordiscos que le daba el gato a su plato y ya.
La verdad, era como si desde esa noche me hubiera apagado, como si algo dentro de mi se hubiera ido con ella.
No la había visto durante seis años, durante todo ese tiempo no había sabido si estaba bien, qué había sido de ella, no sabía si había logrado su sueño de ser maestra.Aunque estaba seguro de que sí, Blake era genial y la mejor en lo que fuera que hiciera.
Trate muchas veces de contactarla, pero se negaba a contestarme el celular, llame, envíe mensajes hasta que me canse.
Hasta que entendí que no quería saber nada de mí, que no quería escucharme.
Tanto como Blake, Kara también se habían esfumado de la tierra, era como si se las hubiera tragado.
Jasper tampoco supo nada de ellas, y mucho menos Ryan.Oliver dijo que mi chica se había quedado un tiempo en su casa, pero que después se fue y cambio su número de teléfono y él no lo tenía.
Así que prácticamente Blake era un fantasma.
Y yo estaba desesperado por saber de ese fantasma.
Aún tenía esperanzas de que un día vaya caminado por la calle y me la encuentre, con su sonrisa hermosa, sus ojos azules como el cielo, su lunar cerca de su nariz, su pequeño cuerpo, esa boca que me incitaba a morderla.
Pero supongo que tenía que hacerme la idea de que eso jamás iba a suceder.
Probablemente Blake ya tenía a alguien que la hiciera feliz, que la amara, la besara, la tocara como yo una vez lo hice.
No podía imaginarme que otro idiota tocara lo que era mío, me enojaba que lo hicieran.Mataría por ella, por protegerla y saber que siempre estará a salvo.
Pero dejó de ser mía desde hace muchísimo tiempo, pero yo jamás dejaría de ser suyo; así sea que este hasta en otro continente.
Al terminar mi desayuno me fui a ponerme algo de ropa, escogí lo que normalmente me ponía, ósea; unas botas negras, pantalón del mismo color y playera blanca con una chamarra que me cubría del frío.
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Bajo las estrellas
Teen FictionUn pasado, una historia, un amor que resultó ser doloroso pero duradero. Después de seis años de estar separados, por fin se reencuentran, por fin sus corazones vuelven a estar completos. ¿Pero ella podrá aceptarlo de nuevo en su vida?