29 |Emociones|

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Blake

- ¿Ya me dirás a dónde vamos?- pregunto mientras nos dirigimos a donde sea que me lleve.

- No, cállate.

- Pero tengo curiosidad.- lo miro.

- Siempre has sido muy curiosa, recuerdo que cuando te llevaba a un lugar siempre me preguntabas a dónde íbamos como siete veces.- sonríe.

- No puedo evitarlo.- suspiro mientras pongo una canción.- Así soy yo.

- Y así me gustas, aunque me desesperes.- me sonríe mientras pone una mano en mi pierna y aprieta ligeramente de ella, haciendo que ese toque lleve una ráfaga de emociones a todos lados.

- Quiero dedicarte una canción.

- ¿Ah sí?- lo miro con sorpresa.- ¿Cuál es?

- La escuche esta mañana mientras iba al trabajo, me gusto la letra y pensé en ti, pero lo malo fue que tuve una erección mientras conducía por imaginarte desnuda en mi cama mientras te follaba como un salvaje.- mis mejillas se ponen calientes al escuchar su confesión.

- Que bonito.- bromeo.

- Lo sé, soy muy romántico, ahora ponla.

- Pero no me has dicho cuál es.

- I wanna be yours de arctic monkeys.

- Bien.

Los primeros acordes comienzan a sonar a nuestro alrededor, es una canción lenta.

"I wanna be your vacuum cleaner, breathing in your dust"

Creo que eso tiene doble sentido.

"You call the shots babe, I just wanna be yours"

Okay, esta canción es mi favorita ahora.

La letra es linda pero sexi, los acordes son lentos y sensuales.

"Secrets I have held in my heart, are harder to hide that I thought, maybe I just wanna be yours"

¿Qué secretos guardas Alexander?

- Me gusta.- digo una vez que termina.- ¿Así que quieres ser mío?

- Cariño.- me mira.- Fui tuyo desde que te vi.

Mi corazón de acelera, mis manos pican por tocarlo por todos lados y mis labios arden por querer besarlo.

Y fue como si escuchara mis pensamientos porque en una parada me toma de la nuca bruscamente y me besa con pasión, lujuria y deseo.

- Eres jodidamente perfecta, jamás de cansare de besarte.- dice una vez que La Luz del semáforo esta en verde.

- Te amo.

- Y yo a ti chimuelo.- sonríe.

- ¿Cuándo será el día que dejes de llamarme así?- me rio.

- Nunca, amo ese seudónimo.

- Bien.- sonrío.

Después de un tiempo de viaje, por fin llegamos al lugar donde dijo que iba a traerme.

- ¿Un orfanato?- frunzo el ceño.- ¿Qué hacemos aquí?

Se desabrocha el cinturón, suspira y me mira.

- La vez que prepare todo en tu trabajo hable con las niñas y me confesaron que le tenías aprecio a una de ellas que ya no va, su nombre era Vanya, ¿cierto?

- Sí.

- Bueno, una de ellas sabía dónde estaba, que es aquí porque sus padres anteriores adoptivos se cansaron de ella y ya no quisieron saber más de la chica, así que regreso a este lugar, y dejo de ir a los entrenamientos porque ya no tenía cómo pagar las clases.

Bajo las estrellas       Donde viven las historias. Descúbrelo ahora