9 |Perdón|

57 9 3
                                    

Blake

Ya habían pasado dos días desde que Alexander y yo nos vimos, desde que mi herida que había estado sanando se abrió de nuevo.

¿Es curioso no?

Que una persona tenga el poder absoluto sobre ti, que a pesar de lo mierda que te hizo; aún lo ames. Así, tal y como es.

Probablemente el sentimiento aún seguía ahí, aún el corazón seguía latiéndome cada vez que lo veía. Pero las intenciones de querer arreglar lo que él destruyó ya no.

Iba de camino a mi trabajo, mi mente estaba ocupada por el chico de ojos azules intensos.

- Buenos días.- salude a la directora que iba pasando por los pasillos de la escuela.

- Buenos días Blake.- me sonrió. Iba a irme pero de nuevo me llamo.- Blake, te recuerdo que en seis semanas tendremos nuestro evento por el día de San Valentín.

- Cierto.- recorde.

- ¿Te encargaras del grupo cinco verdad?

- Claro.- sonreí.

- Bien, pasado mañana nos reuniremos para hablar sobre los preparativos para ese día.- sonríe de oreja a oreja.

- Sí.

- Ahora ve a clase.- ordeno.

Me fui sn decir nada. No podía creer que en seis semanas fuera el día de San Valentín.
Tenía que preparar a mis niños para que hicieran alguna actividad.

Llegue a mi salón y di mi clase sin ningún problema.
Al terminar me fui a donde siempre con mis otros dos amigos.

- ¡Blake!- grita Bianca desde una mesa roja.

- Hola.- sonrío.

- ¿Ya te dijo la directora?

- Sí.

- ¡Amo el día del amor!- dice con una sonrisa.

- Que patético.- pone los ojos en blanco Adrien.

- ¿Qué? No es mi culpa que no tengas a nadie con quién celebrar ese día.- se defiende la pelirroja.

- Y ni quiero, que perdida de tiempo y dinero en regalarle algo a alguien que te aseguro me cambiaría por alguien más idiota.

- Que odioso eres.- pone los ojos en blanco mi amiga.- ¿A ti si te gusta el día del amor y la amistad Blake?

- Sí.- digo mientras le doy una mordida a mi Sándwich.

- Ves, a ella sí le gusta. Eres el único amargado que odia ese día.

- Y me siento muy orgulloso.- dice con una sonrisa.

- ¿Habrá un día en el que no se peleen?- pregunte cansada.

- Pues dile a ella, siempre anda molestándome.

- ¡¿Yo?!- se indigna.

- ¡Sí!

- Mejor díganme qué harán ese día.

- Tengo planeado regalar paletas de corazones a todos.- habla Bianca.

- ¿De cereza?- la miro.

- Así es.- asiente repetidas veces con la cabeza.

- Amo esas paletas, guarda unas dos para mí.

- Claro.

- ¿Y tú Adrien?- lo miro.

Bajo las estrellas       Donde viven las historias. Descúbrelo ahora