Bajo las estrellas

30 |Nuestro amor|

Blake

- ¿Qué?- grita Kara tras el teléfono.- ¡No puede ser!

Alejo un poco el celular.

- ¡¿Es en serio?!

- ¡Sí!- grito emocionada.

- ¡Dios! ¿Por qué no estoy allí? Agh.- grita con frustración.

- No lo sé.- me rio.

- Quiero ayudarte a escoger el vestido.

- Claro.

- Y las flores, y todo.

- Bien bien.

- Al final si terminaron juntos.

- Así es.- tomo el gato entre mis manos y lo acaricio.

- Me alegro, de verdad.

- Gracias.- sonrío con ganas.

- Así que la boda será en quince días.

- Sí, estoy nerviosa.

- No te preocupes, todo va a salir bien.

- Eso espero.- suspiro.

- Ya verás que sí, y me agrada la idea de ir a California de nuevo.

- A mí igual, ya extraño ese lugar.

- ¿Irán todos cierto?

- Claro, invite a Ryan, Jasper, Oliver, Dana, Abby, algunos amigos de aquí, la familia de Alexander y la mía.

- ¿Irá Jade?

- Sí, ya no le guardo rencor, además nos reconciliamos.

- Esto es raro, ver como ustedes dos se llevan bien.- me rio.

- Lo sé, pero desde que Alexander organizo esa cena el mes pasado todo fue de maravilla.

- Que alivio.

- Sí.

- Al menos ya no intenta hacerte la vida imposible.

- Algo es algo.

- Todo se alineo a tu favor.

- Lo sé, estoy muy feliz.

- Y me alegro demasiado, tengo que irme a mi cita.

- Uy.- sonrío.- ¿Es con el cirujano?

- ¡Sí! Es tan sexi.- me rio.

- Bueno, ve a tu cita.

- Gracias, nos vemos después.

- Vale, que te vaya bien amiga.

- Gracias.- cuelga la llamada.

Suspiro con una sonrisa en el rostro.

Estos meses han sido perfectos, Alexander y yo decidimos casarnos el quince de marzo, Vanya esta feliz de estar con nosotros y cuidar a Oreo, ahora va la escuela y a los entrenamientos, Bastian ya tiene a alguien más y es feliz, Bianca y Adrien siguen igual, peleando por todo.

Y Alexander y yo estamos más alegres que nunca, él trabaja y yo también, hay días en los que no llega a casa por su trabajo, pero no me molesta porque cuando se desocupa me dedica todo su tiempo, también se mudo a mi casa ya que la de él era pequeña para nosotros que ahora somos tres, bueno, cuatro contando al gato.