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Blake

- ¡Ahhhhh!- grita Bianca.- Es hermoso.

- Verdad.- sonrío llena de alegría.

- ¡Sí! Es enorme y perfecto.- no deja de mirar el anillo.- Eres una afortunada por casarte con un millonario.

Me rio, la verdad aún no me creo que hace apenas dos días Alexander me pidiera ser su esposa en la pista de patinaje y que le ayudaran las niñas, ver ese corazón de pétalos fue hermoso.

Verlo ahí con sus ojos brillantes puestos en mí fue perfecto, y más cuando me pidió de rodillas ser todo lo que nos hacia falta.

- ¿Cuándo te casas?- me mira.

- No lo sé, aún no hablamos sobre eso.

- Uy, déjame ayudarte.- me toma de las manos.

- Claro.- sonrío de lado.

- Será la mejor boda.

- Eso espero.

- Lo será, pero por el momento debemos de ir a clases, nos vemos Blake, y felicidades.

- Gracias.

Se aleja por el pasillo para ir a su salón, yo por mi lado me dirijo al mío también para comenzar con la clase de todos los días.


❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥


- A ver, me perdí.- dice Adrien mientras frunce el ceño.

- Ay, estás más idiota que otras veces.- pone los ojos en blanco Bianca mientras le da una mordida a su sándwich.

- Cállate, no estoy hablado contigo.

- Ya.- pido.- Dejen de pelear.

- Pues es él el que comienza.

- ¿Yo?- suelta un bufido.

- No me interesa quién es el que empieza, pero por un día dejen de discutir por favor.- los miro.

- Bien.- dicen los dos al mismo tiempo.

- Pero explícame cómo pasó eso.- señala mi anillo.

- Pues me di cuenta de que jamás podría superarlo y que realmente lo amaba, me confeso todo y lucho por mi perdón, eso me gusto y al final le di otra oportunidad.- me encojo en hombros restándole importancia.

- Bueno, pues supongo que todos volvemos al lugar donde fuimos felices, ¿no?

- Creo.

- Lo importante es que estes feliz con tu decisión.

- Y lo estoy.- sonrío.

- Me alegro mucho Blake.- me devuelve el gesto.- ¿Ya saben cuándo se casarán?

- No.

- En estas fechas hace más frío.

- Lo sé, pero no hay prisa.

- Bueno, es tu boda, sólo espero ir.

- Claro.

- Espero que sean felices y que no tengan hijos, o mejor dicho, si quieren está bien, pero no me dejen a cargo de los mocosos, porque puedo perderlos o se me pueden morir.- Bianca y yo nos reímos ruidosamente.

- Créeme, no dejaré que los cuides. 

- Gracias.- suspira aliviado.

- ¿Entonces si quieres hijos?- pregunta la pelirroja.

Bajo las estrellas       Donde viven las historias. Descúbrelo ahora