20 |Chispa|

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Blake

- ¿Estás bien?- pregunta Bianca.

- Claro.- suspiro.

- Pues no te ves bien, hace un momento parecías ida.- dice Adrien.

- ¿Cómo ida?- frunzo el ceño mientras le doy una mordida a mi Sándwich.

- Ya sabes, esas veces en donde te desconectas del mundo por un momento y solo piensas en algo o en alguien.- se encoge en hombros.

- Ah.- es lo único que digo.

- ¿En quién piensas Blake, en Bastian?- sube y baja las cejas la pelirroja.

- No, sólo estaba planeando la siguiente clase.

- Ajá sí.- dice el chico.

- Es la verdad.- suspiro.- Bueno, tengo que irme, tengo trabajos que revisar.

- Bueno.

Tomo mis cosas y salgo de la oficina de maestros y me dirijo a mi salón, aún faltan veinte minutos para que el receso de los niños acabe.

Una vez que llegó, dejo mis cosas en la mesa y me siento, trato de revisar los trabajos que mis alumnos dejaron está mañana, sin embargo, no puedo concentrarme porque mi mente esta ocupada por alguien más, y no es Bastian.

Sino Alexander, ya había pasado una semana desde que le dije lo que tanto temía, como era de esperarse, no reacciono como esperaba, y no me sorprendió que me dejara de hablar.

Era feliz al lado de Bastian, claro, me encantaba como me sonreía cada vez que nos veíamos, como cada tarde que iba a comer me regalaba por al menos una flor, amaba que fuera atento conmigo, que me cuidara y me valorara.

Pero... ¿Por qué me siento mal?

¿Por qué siento que me falta algo?

¿Es normal que no este al cien por ciento feliz teniendo un trabajo estable, un novio cariñoso y amigos que amo?

¿Por qué me siento horrible?

Tal vez sea por él, por el chico que aún no logro sacar de mis pensamientos y se la vive rondando en mi cabeza.

Desde que le dije pude sentir como algo de mí abandono mi cuerpo, como si al pronunciar esas palabras se fuera esa chispa que me hacía sentir viva.

Pero debía de ser así, ¿No?

A veces las personas necesitamos tomarnos un tiempo de otras, ya sea porque nos han lastimado o porque simplemente ya no nos sentimos dichosas de estar a su lado.

¿Pero cómo puedes estar lejos de una persona que te hizo daño y lo peor de todo que aún sientes cosas por él y para ponerle la cereza del pastel, probablemente verás la próxima semana en un cumpleaños?

Bueno, espero que las cosas no salgan tan mal.


❤️‍🔥❤️‍🔥❤️‍🔥


- Hola amor.- dice Bastian mientras me deja paso para entrar a su casa.

- Hola.- sonrío.

- ¿Cómo te fue en el trabajo?

- Bien.- dejo mi bolsa en el sofá.- ¿Tú cómo sigues?

- Ya mejor, ya no tengo fiebre.- dice mientras tose.

Hace dos días él se enfermo, le dio una horrible infección en la garganta, tenía fiebre y temblaba mucho, así que lo lleve al medico  y ahora está con medicamentos.

- Me alegro.- veo como aún tiene su pijama puesta.- ¿Ya comiste?

- No.- se acerca a mí.

- Te preparare algo.

- Déjame tenerte entre mis brazos.- me toma de la cintura y me pega a su cuerpo.- Eres muy pequeña.

- No lo soy.- sonrío a pocos centímetros de su boca.

- Lo eres.- me da un beso rápido en los labios.- Vamos a preparar algo que me muero de hambre.

- De acuerdo.

Me zafó de su agarre y juntos caminamos a la cocina, saco los ingrediente que necesito y comienzo a preparar la comida.

- ¿Puedes poner los vasos y platos por favor?- pregunto mientras apago la estufa.

- Claro.- se levanta de su lugar y comienza a poner todo en su lugar.

Con la comida hecha, me dirijo al comedor y pronto juntos comenzamos a degustar los macarrones con queso que prepare.

- Bastian.- digo mientras paso mi bocado.

- ¿Sí?- veo como se lleva el tenedor con comida a su boca.

- Un viejo amigo me invito a mí a otros más a su cumpleaños la próxima semana.

- ¿Quién es?- frunce el ceño.

- Se llama Ryan, lo conocí en preparatoria.

- Ya veo.

- Así que iré el viernes a Boston.

- Bien, sólo me llamas cuando llegues y cuando regreses, ¿De acuerdo?- sonríe.

- Claro.

- Si necesitas que vaya por ti dime e iré enseguida.

- De acuerdo.- sonrío.

- ¿Quieres ver una película después de comer?

- Sí.

Las horas pasaron, pusimos la película de AVATAR, pero a los pocos segundos nos quedamos dormidos mientras nos abrazábamos.

Bajo las estrellas       Donde viven las historias. Descúbrelo ahora