𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐎𝐍𝐄

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Y me encontré de lleno a mis padres liándose

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Y me encontré de lleno a mis padres liándose.

—¡Aaaagh! —chillé—. ¡Mis ojos! ¡Es como si hubiera mirado un eclipse a pesar de todos los avisos que me dijeron que no lo hiciera!

—Oh, por favor —dijo mi madre—. Actúas como si los padres no pudieran intimar, Seungmin. No viniste al mundo con una inmaculada concepción, ¿sabes? Tu padre metió el pe...

—Pretendamos que la conversación acabó en este punto, ¿vale? —la interrumpí—. Toma, Hyunjin te ha comprado flores y escocés para papá, que, con lo que ha estado pasando en estos últimos cinco minutos, creo que lo mejor sería tomárnoslo ya para estar poco lúcidos cuando ocurra el resto.

Mi madre habló de las flores con entusiasmo y papá sonrió por la botella.

—¿Qué te preocupa, Seungmin? —preguntó mamá al sacar un jarrón de debajo del fregadero—. Todos nos comportaremos como se debe. No somos salvajes, ¿sabes? Lo creas o no, sabemos mantener los pantalones puestos.

—Y no tengo palabras para expresar lo que lo aprecio —le dije—. De lo contrario no sabría cómo explicárselo.

—Descarado —replicó ella con cariño.

Nos interrumpió una risa retumbante que provenía del pasillo. Hyunjin parecía que estaba muriéndose.

—¿Blancanieves golfa? —preguntó papá, abriendo la botella y olisqueándola.

—Blancanieves golfa —admití—. ¿Pueden volver a recordarme por qué decidí vestirme así?

—Porque tú y Felix querían ver si podían encontrar siete hombres para que fueran vuestros enanos —dijo mamá—. Te recordé que nunca es bueno buscar siete hombres cuando estaba segura de que no podías manejarte con uno sólo. —Ella sorbió por la nariz y se secó los ojos—. Creciste tan rápido...

—Wow, qué infancia más ilusoria tuve.

—No fue peor que la de la mayoría de niños.

—Estoy muy seguro de que la mayoría de los chicos de dieciséis no se travisten y buscan una orgía con siete hombres —señalé.

—¡Esa lengua! —me avisó mi padre.

Escuché abrirse la puerta del dormitorio al fondo del pasillo y la risa de Hyunjin se cortó de repente.

—Mierda —exhalé.

—¿Qué?

—La bici.

Papá ladeó la cabeza.

—¿No querías que la encontrara?

—No lo sé —murmuré—. Yo...

Hyunjin entró con paso ligero a la cocina.

—Jiyoung, Wonpil —los saludó—. ¿Puedo llevarme a Seungmin un momento?

Mis padres parecían estarse divirtiendo mucho. Yo no podía mirar a Hyunjin, la severidad de su voz me hizo pensar que había hecho algo malo.

ES REAL ;hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora