𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐓𝐖𝐎

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—Queridos —ronroneó Chaewon cuando llegamos a su vestidor—

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—Queridos —ronroneó Chaewon cuando llegamos a su vestidor—. Qué maravilloso verlos por aquí.

Hyunjin miró a su alrededor con asombro, como si nunca hubiera estado en el santuario de una Drag Queen. Entonces me di cuenta de que era lo más probable, porque casi nadie era invitado al santuario privado de una reina mientras esta se prepara para saludar a sus súbditos. Por como ya estaba vestida, parecía que ya se había sujetado con cinta adhesiva, así que al menos estaba agradecido por ello. No creía estar preparado para que Hyunjin viera a mi mejor amigo convirtiéndose en Chaewon gruñendo de dolor con las manos metidas en sus calzoncillos de licra.

—Hola, Chaewon —dijo Hyunjin algo tímido.

Yo puse los ojos en blanco.

—Hyunjin, ya la conoces.

—Sí, pero ahora es Chaewon. Yo conozco a Felix. Hay una gran diferencia.

Chaewon se rió con voz profunda.

—Oh, cielo —le dijo a Hyunjin—. Es muy agradable conocer por fin a un hombre grande y lindo como tú que entienda la diferencia. —Pasó una mano enguantada por su cuello y le besó en la mejilla. Él se sonrojó, pero sonrió. Por algún motivo, sentí el impulso de hacerle un placaje a la Drag Queen para que le quitara a mi hombre las putas manos mugrientas de encima.

Me aclaré la garganta mientras ellos se miraban amorosamente a los ojos.

—¿Quieren follar y acabar ya con esto? Yo puedo sentarme con papi Daesik y dejar que tengan tiempo a solas. Aunque te advierto, Hyunjin. Felix ya tiene las pelotas pegadas, una erección le dolerá.

—No le hagas caso —dijo Chaewon con los labios junto a la oreja de Hyunjin—. Seungmin está celoso porque todos los chicos piensan que soy bonita. ¿Crees que soy bonita, Hyunjin?

—Sí, señora —contestó él—. Pero no creo que pueda ser capaz de mirarte igual cuando vayamos el lunes a trabajar. Ah, y creo que Seungmin es más bonito que tú. Sin ofender.

Chaewon rió.

—Qué asco —murmuré, aunque quise sonreír de oreja a oreja y ponerme a bailar breakdance. Entonces me di cuenta de que hacer mortales en el suelo no se considera bailar breakdance, así que no hice nada.

—¿Quién es tu papi? —me preguntó Hyunjin con sospecha.

—Eh, ¿tú? —dije, desconcertado. ¿Ya estábamos en esa fase? No conocía la etiqueta para poder responder a tal pregunta en una fase tan temprana de la relación.

Él resopló.

—Gracias. Creo que me pondría al cien. Más o menos. Me refería a quién es papi Daesik.

—Ese soy yo —dijo Daesik mientras subía las escaleras a resoplidos—. ¿Y tú eres? —Entonces vio quién preguntaba, abrió los ojos como platos y se carcajeó—. Parece que Seungmin ha tenido una semana muy interesante —le dijo a Chaewon.

ES REAL ;hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora