𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐅𝐎𝐔𝐑

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No dijimos mucho de camino a su apartamento

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No dijimos mucho de camino a su apartamento. No sabía lo que estaba pensando y no quería decir una estupidez y arruinar algo, así que mantuve la boca cerrada. Traté de apagar mi cerebro para ni siquiera poder pensar, pero era más fácil de decir que de hacer. Así que me limité a concentrarme en nuestras manos entrelazadas y en el calor del aire del desierto que entraba por la ventana abierta y me movía el pelo.

Su apartamento era más un condominio, de verdad, con un gran ventanal al frente que descubría el salón. Yo había estado dentro muy poco rato, hacía algunas horas, cuando seguí a Hyunjin para que pudiera meter la bici en un dormitorio de invitados antes de irnos al bar. Era una vivienda poco amueblada, en el salón sólo tenía un sofá, una pantalla plana y cajas que todavía no había vaciado apiladas en una esquina. Me burlé de él por vivir de esa forma hasta que recordé que era difícil agacharse y vaciar cajas tras ser golpeado por un coche. Busqué fotos, pero no vi ninguna. Sus padres no estaban por ninguna parte que yo hubiera visto.

Me pregunté entonces cómo afectarían a Hyunjin las calistenias de la noche; si es que llegábamos tan lejos. Entonces recordé que todavía tenía un ojo morado y una nariz roja por mi puñetazo a la pared del día antes, y no creí que pudiera ser menos atractivo. El tono de aviso de Chaewon resonó por mi cabeza y la aparté de allí.

Hyunjin me dejó entrar por la puerta delantera y la cerró una vez que entramos. Se recostó en ella y cruzó los brazos en su pecho. Y observó. Y observó.

Yo no sabía lo que hacer, por eso traté de imitar su postura apoyándome en el muro contrario, pero casi me caí al intentar quedarme quieto unos... dos segundos. Hyunjin no dijo nada. Yo me di palmadas en los muslos. Hyunjin enarcó una ceja. Yo traté de nombrar los cincuenta estados de Estados Unidos en orden alfabético. Hyunjin dejó de cruzar los brazos. "Alabama, Alaska, Arizona, Arkansas". Hyunjin se puso derecho. "Delaware, Florida, Georgia". Se subió esas manos grandes suyas al borde de la camisa y la levantó, revelando los kilómetros y kilómetros de piel dura y tonficada. "Illinois, Indiana. Iowa". Se quitó la camisa y la dejó caer al suelo. "Eh, ¿Kentucky? Washington. No. Espera. ¿Nigeria?". Hyunjin bajó las manos por su pecho, parándose a pellizcarse el pezón antes de bajar los dedos por su estómago y el botón de sus pantalones. "Portland... es una ciudad. Vale. Eh. New Hampshire. Nueva Jersey. Nuevo México. Nipple. ¿Nipple? Pezón no es un estado". Flexionó los brazos al meter los pulgares por sus pantalones y se recostó en la puerta. Aún podía verle los moratones de los costados, pero realzaban su físico; los colores todavía no habían pasado al verde. Quise trazarlos con la lengua.

—¿Quieres acercarte? —preguntó con la voz ronca.

—Oklahoma —dije de sopetón—. Oregón. Pensilvania. Rhode Island.

El pareció estar confuso.

—Estados —murmuré—. Sólo estoy listando estados.

—Ven aquí —dijo él, ignorando mi suprema rareza.

ES REAL ;hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora