𝐓𝐖𝐄𝐍𝐓𝐘 𝐓𝐇𝐑𝐄𝐄

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No nos quedamos demasiado tiempo en el bar

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No nos quedamos demasiado tiempo en el bar. Algo raro se estaba formando alrededor de Hyunjin y de mí, como una carga estática que me ponía los pelos de la nuca de punta y hacía que me picaran las palmas de las manos. Hyunjin no dejaba de lanzarme miradas ardientes, me miraba más y más tiempo mientras yo trataba de mantener una conversación con Changbin. Traté de no sonrojarme, pero me fue más y más imposible cuando aumentó el tiempo de sus miradas.

Y entonces comenzaron los tocamientos.

Al principio no fue mucho. Su mano en la parte superior de mi columna; me presionaba ligeramente con el pulgar para hacerme saber que estaba allí. Un poco de presión, el roce de una uña por encima de la camisa que llevaba, y luego nada.

La segunda vez, esperó a que empezara a beberme el cóctel que me había pedido. De nuevo, me puso la mano en la zona baja de la espalda, pero esta vez apuntó los dedos hacia mi trasero; el ángulo de su brazo fue un poco incómodo. Sentí la yema de su dedo corazón levantar el borde de mi camisa y rozarme la piel de la espalda. Me atraganté con la bebida, el zumo de arándano me bajó por la barbilla. Murmuré una disculpa mientras usaba el brazo para limpiarme la cara. Hyunjin quitó la mano y yo me negué a mirarlo. Changbin no pareció notar nada.

Y siguió. Hyunjin me agarró y me llevó al patio trasero, sus dedos se enterraron en mi piel. Parte de mí estaba encantado con la presión y la otra parte quería que parara inmediatamente antes de que me produjera una erección.

Luego, cuando se hizo imposible caminar el uno junto al otro, bajó la mano por mi brazo y pasó las yemas de sus dedos por mi antebrazo, mi muñeca y mi palma hasta que me tomó de la mano y nos llevó a través de la multitud.

Llegamos al patio exterior, había un montón de conversaciones a nuestro alrededor, las voces se unían y creaban un muro de ruido que no conseguí separar en palabras. Hyunjin no dejaba de mirarme mientras nos metía entre la gente; tenía una sonrisa en la cara y los ojos entrecerrados con una expresión que no pude ubicar. No sabía a dónde había ido Changbin, sólo que no estaba con nosotros, y no sabía dónde estaba Chaewon, sólo que su espectáculo había terminado y que la gente de nuestro alrededor se movía, bailaba y se retorcía.

Hyunjin encontró una esquina oscura junto a una pila de sillas, lejos de la muchedumbre y del ruido. No tardó más que un momento en tenerme presionado contra la pared, poniendo las manos a cada lado de mi cabeza y acercándose tanto que pude sentir su aliento en la cara, pero ninguna parte de su cuerpo me tocaba. Traté de controlar la respiración para no parecer que estaba jadeando, pero era eso exactamente lo que hacía.

Abrí la boca para hablar (para decir el qué, no lo sé), pero solté un gruñido, un ruido que sonó como si acabara de gemir. Hyunjin medio sonrió, y yo quedé fascinado por su labio inferior; por lo carnoso que parecía, su sabor, lo voluminoso que lo sentí mientras lo tenía entre los dientes. Sacó la lengua, un destello rosa contra un fondo rojo oscuro, y se humedeció los labios. Vi sus dientes, fuertes y blancos. Movió un poco la mano derecha para colocarla tras mi cabeza y arrastró los dedos por el ladrillo del edificio; el ruido me pareció un rugido.

ES REAL ;hyunminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora