Prólogo

43.6K 1.7K 103
                                    

Nota: Este capítulo ha sido editado, lo he modificado y cambiado algunas cosas. Espero que les guste.

Disfrútenlo.







24 de Enero de 2013

Mierda.

Me quedo mirando la paletita de la prueba de embarazo. Nunca antes había pensado en la posibilidad de tener un bebé mucho menos en la posibilidad de tenerlo a la edad de diecinueve años.

Dios, mi madre me mataría.

Miro la paletita con atención. Dos líneas es positivo, una línea es negativo. Mierda. Tessa me da un empujoncito con su cadera, levanto la mirada y veo sus ojos azules. Ella me da una sonrisa.

- ¿Cuál es el resultado? -Me pregunta, su impaciencia solo me pone más nerviosa. Le tiendo la prueba.

Me apoyo en la lava manos, cierro los ojos y respiro profundo. Nunca me mire siendo madre ni cuidando a otra persona. Es una grande responsabilidad más de lo que se imagina.

- ¿Qué quiere decir dos líneas? -Vuelve a preguntar Tessa, respiro profundo para no llorar.

No quiero llorar porque eso me hace débil, nunca me he permitido llorar enfrente de una persona pero no puedo porque la idea de tener un bebé me hace querer llorar. Me hace ver que fui una estúpida e chica inmadura.

Eres una tonta Whitney.

-Dos líneas es positivo -murmure.

Sentí como mi mundo, el que construí, se estaba cayendo a pedazos. Sabía que mi madre se sentiría decepcionada.

- ¿Qué harás Whitney?

Abrí los ojos, me encontré con mi mirada vacía en el espejo. Mis ojos mieles parecían perdidos, sin brillos al igual que mi pálido rostro. Mi cabello negro rizado estaba amarrado por una liga de goma, rizos caían a un lado de mi rostro.

-Soy un desastre -murmuro.

Tessa se coloca a mi lado, me entrega la prueba para después mirar nuestro reflejo en el espejo.

-Pero eres un hermoso desastre.

- ¿Me arreglas? -le pregunto, mi amiga asiente.

Tessa se coloca detrás de mi; quita la liga y empieza a trenzar mi cabello.

- ¿Será que Zeev se haga cargo del bebé?

-No lo sé.

La verdad era que ya me imaginaba su respuesta para cuando se entere de mi embarazo pero eso no era todo lo que me preocupaba, me preocupaba mi madre. Desde que mi padre abandono a mi madre no ha sido la misma de antes y eso me duele porque yo al igual que mi padre, la estoy decepcionando

Tessa me abraza con fuerza, se aleja para recoger mis cosas. Salimos de los baños de la universidad para después ir a las clases. Tessa no siguió insistiendo sobre lo que haría con el bebé y le agradecía por eso, todavía no podía aceptarlo. No aceptaba todavía la idea de tener a un ser viviendo en mí. No me sentía con la confianza de poder hacerlo.

El resto del día estuve metida en mis pensamientos y buscando la forma en la cual se lo diría a Zeev, mi novio. Sabía que responsabilidad no era una palabra con la cual podías describir a Zeev, con veinte años de edad él todavía era un niño mimado de papi y mami, y entonces se preguntarán porque estoy con él. Porque según yo a mí me gustaba, en estos momentos solo quería estar sola y sin él.

Cuando lo vi a la salida de la universidad, gracias a Dios solo teníamos una clase en común y no era hoy, camino hacia a mi con una sonrisa en su rostro. A lo lejos Zeev parecía alguien genial, un chico lindo y confiable pero siempre había algo que no era así.

Pequeña Mentira #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora