Capítulo Treinta y dos.

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16 de Noviembre de 2013.

El llanto de Winnie me despierta, no se como es que me levantó y voy hacia ella pero cuando ella me ve mientras llora me hace ver que es mi instinto de madre. Sonrió, la tomo entre mis brazos y la mezo mientras voy a la sala para sentarme en la mecedora.

—Ya, mi amor, calma —susurro para ella.

Saco mi pecho, ella lo acepta mientras se acurruca contra mi. Me mezo con ella hasta que cierra sus ojos y se queda dormida.

Cierro los ojos por un momento, me imagino a Zeev venir por nosotras, me sonríe como siempre lo hacia cuando quería algo pero luego él se torna rojo y me quita a mi hija. Ahora todo esta oscuro, estoy sola y no tengo a mi niña conmigo,  quiero llorar. Entonces lo veo a él, me mira y se ríe como si fuera gracioso lo que pasa.

Race se ríe mas fuerte, cada vez su rostro sé va descomponiendo hasta ver a Colín. Él me mira como si fuera la última vez que nos vemos, sus ojos se llenan de lágrimas y entonces siento su caricia en mi rostro; se va acercando hasta que nuestros labios se rozan y murmura un adiós.

Todo se torna oscuro, no hay nadie a quién recurrir, quiero gritar pero no puedo sólo escucho a Colín cantar una triste canción, sólo lo escucho a él.

El timbre suena levantándome de mi pesadilla, Winnie sé acurruca mas a mi mientras miro a mi alrededor. No hay nadie mas que yo en el apartamento, suspiro de alivio.

Como puedo me levanto sin despertar a Winnie, camino hacia la puerta para abrirle a quién sea que este tocando con desesperación y entonces veo a cinco chicos, una niña de seis años y a Becca.

Corey es el primero en pasar, no pide permiso sólo me empuja hacia adentro con cuidado por la niña y pasa su brazo sobre mis hombros.

—Mierda, llegue cuando esta dormida —dice mientras mira a Winnie —, ¿cómo esta mi niña mas hermosa de todo el mundo?

—La vas a despertar, Corey —Kei lo regaña, me sonríe —. Hola, Whit.

—Hola a todos —digo sin dejar de mirar a Becca—, ¿qué hacen todos aquí?

—Creo que es hora de que sepas la verdad y la versión de la historia aunque sea por Becca ya que no dejas a nuestro querido Colín explicar lo que realmente paso en Miami —Greg me mira a los ojos, no esta sonriendo por lo tanto sus palabras son serias.

—No quiero...

—Deja de actuar como una niña y escucha a las personas, Whitney —me regaña Isaac—. Estoy harto de que todos acaben de luchar por cosas estúpidas, escucha a Becca y si no le crees entonces dejamos que sigas con tu berrinche.

Mi mirada va de Becca hacia Isaac, asiento con la cabeza mientras suspiro. Tengo que dejarlos hablar, necesito saber la verdad, aunque sea por la boca de Becca.

Winnie sé remueve y Corey al ver que abre sus ojos me la quita para tomarla en sus brazos. Veo como le ordena a Isaac que preparé una leche para ella mientras Greg toma mi mano y me hace caminar hacia el desayunador.

—Sólo escucha, por favor —pide amablemente.

Asiento.

—Lo haré —aseguro—, ¿quieres tomar asiento, Becca?

Becca me da una media sonrisa, ella parece estar nerviosa por algo más que hablar conmigo. Tomo asiento en el taburete y entrelazo mis manos para parecer segura u confiada de mi misma.

—Colín no te engaño conmigo o Chelsea y claramente tampoco tuve que ver con él como algo más —es lo primero que dice, yo ruedo los ojos—, aunque no lo creas quiero a Colín como un hermano. 

Pequeña Mentira #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora