Capitulo treinta y seis

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24 de Diciembre de 2013.

Ayudo a mi mamá hacer la cena en el apartamento de Colín, todavía vivíamos en lugares diferentes porque creíamos que era lo mejor para mí en estos momentos. Y Colín no se equivocaba, irme otra vez con él sería revivir viejos tiempos y no quería que arruinara mi felicidad con él, en estos momentos.

Mamá encontró una razón para quedarse más tiempo y bueno, hoy nos tocaría a nosotros recibir a todos los chicos más los amigos cercanos de Corey y Colín, y la familia Findlay. Aunque los padres de Colín ya se encontraba un poco mejor conmigo, eso no impedía que me pusiera nerviosa.

Mi mamá estaba preocupada si todos cabríamos en la mesa, eso no era mucha importancia cuando el apartamento donde Colín se quedaba era muy grande y accesible. Todos cabríamos a la perfección.

Escucho a Winnie reír, como que ella empieza todo esto cuando Colín está a su alrededor. Ella en verdad es una niña de papa y Colín no se queja de eso, para mí es difícil porque a veces él no está alrededor y ella quiere tenerlo cerca.

—Ella en verdad lo ama, hija —dice mi madre con una pequeña sonrisa. Ella mete al horno el pavo que debería estar en unas horas y pone el cronometro.

—Es su hija, mama —murmuro.

— ¿Cuándo volverás con él? —me pregunta, se sienta enfrente de mi mientras me observa preparar la comida.

—Eh, no creo que sea lo mejor en estos momentos —sigo cortando la fruta que será para el postre.

— ¿Tu lo crees? Por como lo veo yo eso no es para nada bueno, Whitney. Yo te crie y se lo difícil que es estar sola por un tiempo, hija pero ese hombre te ama y estaría dispuesto dar su vida por la tuya. Solo por ti —dice ella con suavidad, me quita el cuchillo de la mano para acariciarla después. Ella no hacia eso desde que era una niña pequeña, desde que empezaran los abusos.

—Lo amo pero...

—Deja de ponerle pero a todo —se levanta del taburete, deja mi mano—. No todo en esta vida lleva un pero y lo sabes.

Asiento, no sé qué decir porque esta es una mujer diferente a la que veo. Mi madre siempre me ha enseñado pelear y seguir adelante pero en realidad siempre huyo porque no quiero, no me gusta, perder a más personas que me importan. Ya he perdido a Jesse y si alguna vez pierdo a Colín o a Winnie sería fatal para mí. No quiero.

Me rehusó a la idea de perderlos, ellos son la única luz de mi vida. Realmente que no quiero pero acabare haciéndolo si no me voy con ellos, si dejo que mi miedo me domine.

—Solo necesito pensar un poco esto, mama —digo, cojo el cuchillo para cortar a la mitad la manzana.

—Solo recuerda que ese hombre te ama, siempre hay que arriesgarnos para vivir nuestra vida. No dejes que la tuya pase, solo por así —me aconsejo.

Veo como mi madre sale de la cocina, ella tiene razón. Debo dejar atrás mi maldito miedo, debo empezar a querer más antes de que sea demasiado tarde. Sin tan solo el miedo se pudiera ir, sería más facil. Pero como una vez me dijo Jesse, hay que enfrentar nuestros miedos.

Mierda, como extraño mucho a Jesse. ¿Por qué te tuviste que ir?

— ¿Estas bien? —me pregunta el, entra a la cocina con una mirada preocupada en su hermoso rostro.

Niego con la cabeza, dejo el cuchillo para ir a sus brazos. Me siento cómoda en los brazos de Colín, él tiene el poder para hacer desaparecer cualquier tipo de tristeza, eso me gusta.

Pequeña Mentira #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora