Pequeña Mentira #1

Pequeño Colín: Hermanos

14 de Enero de 1995.

El señor de ojos azules sonríe a mi madre, le da un beso y abraza al pequeño niño que esta en los brazos de mamá. El niño es un poco pequeño que yo, él no habla mucho solo juega en silencio en su habitación.

Mamá dice que el niño es mi hermano y debo cuidarlo, protegerlo y jugar con él. Mamá no sabe que ese niño solo le gusta jugar solo, no parece un niño por los rizos negros largos que mi madre y el señor de ojos azules no quieren cortarles.

-Colín ven aquí, cariño -me llama mi mamá.

Frunzo el ceño, yo no quiero estar en la misma habitación que ellos. Yo quiero estar solo con mi mamá, solo quiero a mi mamá.

-Ven aquí, hombrecito -dice el señor de ojos azules.

Camino indeciso si ir realmente con ellos, puedo ver al niño removerse en los brazos de mi mamá. Yo quiero que mi mamá me cargue, quiero sus abrazos y sus besos pero no, ahora ella tiene a otro niño a quien querer.

¡Lo odio!

— ¿Quieres jugar con Corey, cielo?

El nuevo niño de mi mamá, esta en el suelo de la pequeña sala de nuestra nueva casa. Me alejo de él, mamá me mira sorprendida al igual que el señor de los ojos azules.

— ¿Colín, bebé qué pasa?

—Creo que se lo que le pasa, Elsa.
El señor de los ojos azules me sonríe.

— ¿Quieres jugar afuera?  —me pregunta mientras se levanta del sofá.

Miro a mi mamá que me mira, esperando mi reacción. No me gusta que me mire de esa forma, como si ella no me quisiera.

—No, no quiero ir —grito, el niño de mamá me mira dejando sus carritos en el suelo. Mamá me mira,  sus ojos verdes como el pasto están tristes.

Mami.

— ¿Por qué no quieres, Colín?

El señor de los ojos azules no se da por vencido, lo miro a los ojos y con mis manos en puños le pego en su rostro. Mi mamá me mira sorprendida por mi actitud.

— ¡Colín! ¿Por qué has hecho eso?

—Dejalo, Elsa —dice él.

— ¿Dejarlo? ¡Pero te pegó! —grita mi madre, toma al niño en sus brazos y me mira a los ojos. Sus ojos son duros. —. Sube a tu habitación y no salgas de ahí hasta que le pidas disculpas a...

Salgo corriendo a las escaleras, las subo y me encierro en mi habitación.

Odio a mi mamá, ella ya no me quiere. Me ha remplazado por ese niño de ojos azules, es igual que el otro señor. ¡Me ha cambiado!

Mami, mami, ¿por qué me cambiaste?

2 de Febrero de 1995.

El niño de los ojos azules, Corey, no me quiere prestar la pelota. Dice que es de el suya y que nunca me prestaría algo que es suyo. Me cae mal, es egoísta y me ha robado a mi madre.

—Niños es hora de comer —escucho el grito de mi mamá.

Cierro los ojos, suspiro y camino sin Corey, el hijo de mi mamá con él señor de los ojos azules, hasta la casa pero el chillido de él y algo más me detiene. Me giro, abro la boca con sorpresa al ver que se ha ido su pelota y que él esta llorando.