Capitulo siete

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16 de Marzo de 2011.

Corey se encuentra caminando delante de mí, ignorándome como si nunca hubiéramos hablado. Y eso me duele mucho porque él es mi único amigo aparte de Tessa, había perdido a dos de las personas que me importaban en mi vida en menos de un mes. ¡Genial! Bien hecho, Whit.

Habíamos elegido este día para ir a comprar más comida en el pueblo, ya que nosotros nos quedamos en la casa de los padres de los hermanos Findlay y esta casa quedaba a las afueras del pueblo, necesitábamos más comida para más días. Pero eso no era del todo cierto, Colín quería mostrarme el lugar y mostrarme las tiendas que había. No era como la ciudad, cosas ruidosas y todo eso, el pueblo era mejor que la ciudad. Podía escuchar el sonido del viento ir y venir, pero también de las personas hablar. Las personas era lo mejor del lugar, estas pequeñas cosas me hizo olvidar el enojo de Corey.

Colín roza su mano con la piel, el rastro de su calor corporal se apega el mío. Pienso que son las hormonas del embarazo pero sé que no es así, no son las hormonas, es Colín siendo el mismo.

— ¿Compraremos algo de comer?  — le pregunto a Colín.

Igual que Corey, Isaiah no me hablaba y los chicos lo habían notado, y como buenos amigos ellos también me daban la ley de hielo. Genial, los chicos también me odiaban menos uno, Colín.

— Si, iremos al súper de aquí y luego iremos a la plaza  —dice, su mano agarra la mía para atraerme más a su cuerpo.  — ¿No te molesta, verdad?

Niego. Como prueba de que estoy bien me acerco más a él, a Colín parece agradarle más mi movida. Caminamos juntos hacia el mercado más cerca, cogemos un carrito y avanzamos hacia las cosas que más necesitamos con urgencia. No me pasan desapercibidas las miradas de asombro de los chicos, ni tampoco de orgullo de Corey. Estaba claro que a él le gustaba esto, y entonces a mí ya no tanto. Hice un esfuerzo al apartarme del cuerpo de Colín, haciendo como que fuera a ir a buscar algo de enlatados.

Sip, eso no sería tan mal ahora. Pero desgraciadamente Colín noto que no alcanzaba algunas latas y se ofreció ayudarme pero ninguno de los dos alcanzábamos. Reí.

— Venias ayudar a la damisela en peligro y ahora somos los dos que necesitamos ayuda  —digo riendo.

Colín me mira. Su mirada me hace sonrojar.

— ¿Que?

Niega desconcertado. Una lenta sonrisa se desliza por su rostro, su mano va a mi mechón suelto negro para ponerlo detrás de mi oreja.

— Te ves hermosa riendo  — sus palabras salen lentas y arrastrándolas, dándole un toque más serio.

Oh.

— Eso es tan cliché, Findlay  — digo, me aparto de su calor para poder pensar bien.

No puedo andar alguien como Corey, digo él es hermoso pero....

— ¿Cuál es tu nombre completo Whitney?   —Me pregunta —Al menos merezco saber que tienes un nombre y apellido, ya sabes, tú sabes mucho de mí que yo de ti.

Pequeña Mentira #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora