Cap. 25 ¿Perdón?

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Jimin abrió los ojos cuando el sol entró por las rendijas de la ventana. No recordaba a qué hora se había quedado dormido, en sus brazos aún descansaba el diario de Jung-Kook.

Durante toda la noche el Omega había soñado con el Alfa y su cachorro, aunque los recuerdos de los sueños no estaban claros, sabía que su cachorro aullaba y que el lobo de Jung-Kook aullaba de regreso, como si se estuvieran llamando. El mismo lobo de Jimin aullaba en busca de su Alfa.

Por eso, cuando despertó esperaba tener al menos una llamada de Jung-Kook en su celular, pero cuando no encontró nada su pechó dolió y su lobo se revolvió inquieto. Jimin no quería reconocer que le dolía que el Alfa no hubiera respondido a su llamado.

Se levantó con lentitud de la cama para hacerse un té en la cocina pero un ruido proveniente de la puerta le hizo girar sus pasos.

Cuando abrió la puerta, la espalda de un Alfa de cabello color negro cayó de golpe al piso, haciendo que el dueño de ésta soltara un estruendoso grito al golpear el piso.

-¡Jung-Kook! ¿Qué haces ahí?-

-Y-yo... Jimin, lo siento, me quedé dormido- contestó el Alfa mientras se levantaba lentamente del piso, rascándose el cuello de forma avergonzada.

-¿Cómo que te quedaste dormido? ¿Desde cuándo estás sentado en mi puerta?.- preguntó al alfa inquisitivo.

-¡Perdón! Yo...regresé anoche, quería hablar contigo. Llegué justo cuando In na se iba de aquí, aunque creo que ella no me vio. Iba a tocar la puerta pero... me dio vergüenza, solo quería estar cerca de ti y de... él- Dijo mientras señalaba el vientre del Omega.

-¿Quieres decir que... pasaste toda la noche sentado afuera de mi casa?- exclamó sorprendido mientras veía al alfa todavía con un dejo de desconfianza.

-Yo solo quería estar cerca por si necesitabas algo, me iba a quedar en mi coche, pero desde ahí no podría escuchar si algo pasaba dentro, no me sentía seguro dejándote solo.-

-Por favor Jung-Kook, no es como que nunca haya estado solo-

-No has estado solo desde que dejaste el hospital, estaban tus amigos contigo. Es solo que, aunque no lo creas, me preocupo por ti.-

-¡Ah claro! Engañándome es una muuuy buena manera de preocuparte por mi!- Aunque Jimin no quería, no podía evitar sentir una furia terrible contra el Alfa y sus palabras salían hirientes y cargadas de ironía.

-Jimin, sé que no tengo perdón por lo que hecho y que nada de lo que diga va a arreglar mis idioteces...-

-Ya Jung-Kook, ya no digas nada más, he escuchado y... leído lo suficiente, ya no creo que haya nada más que debas o puedas decir. No sé qué siento por ti en este momento, en verdad me lastimaste como nadie lo ha hecho jamás.-

-¡Perdón! Yo... si quieres me voy!- Dijo al omega mientras agachaba la cabeza y se dirigía a la puerta.

Jimin no hizo nada para detenerlo, era cierto que había dejado a su lobo llamar al Alfa durante la noche, pero ahora que ya no se sentía tan sobrecargado de emociones, ya no estaba seguro de lo que quería o si quería estar cerca de él.

Ambos se sobresaltaron cuando sonó el celular del Omega.

-¿Hyuk? ¿Cómo estás? ¿Cómo está tu hermana y la bebé?-

-Las dos están bien pollito, muy bien, ¿Estás en casa? Quisiera pasar a verte ¿Puedo?.-

-Claro Hyung, ni siquiera tienes que pedirlo-

Mi vida sin miDonde viven las historias. Descúbrelo ahora