La cena apenas había durado unas horas. Una vez que terminaron de comer, curiosamente In Na y Hyuk estaban muy cansados y tenían que irse, dejando solos a Jimin y Namjoon.
Jimin estaba preocupado por Jung-kook, pues seguía sin poder comunicarse con él. La última vez que había pasado algo así, el Alfa había tenido un accidente y él se había enterado de cosas que no le habían gustado.
-¿Mini? ¿Todo bien?- preguntó Namjoon.
-¿Eh?... Sí Jooni, ¿Por qué me lo preguntas?- contestó avergonzado.
-Por que te has quedado en silencio un par de minutos y no me has respondido-.
-Lo siento Jooni ¿Qué me has preguntado?-.
-¿Que si querías hacer algo más o preferías dormir ya?-.
-¡Ah! La verdad es que no estoy cansado, no creo que podría dormir-.
-Estás preocupado por el cocinero-. No era pregunta. -¿Qué ha pasado?-.
-Es que no entran mis llamadas y la última vez que pasó algo así, tuvo un accidente-. Dijo preocupado.
-Quizá se ha quedado dormido, ya es algo tarde. Si quieres puedes intentar de mi teléfono. Pero creo que deberías darle un poco de espacio-.
-T-tienes razón. No ha sido una grata experiencia. No solo lo digo por él. Lo siento Jooni, no quería que fuera tan incómodo. Solo quería tener a la gente que me importa cerca.-
-No tienes porqué disculparte Mini. Para mí, el simple hecho de verte ha sido maravilloso. Te extraño.- soltó el Alfa.
Jimin se sonrojó y agachó la cabeza intentando ocultar la sonrisa que se había dibujado en su rostro.
-Entiendo que hayas pedido espacio cuando enfermaste pero ¿Por qué no nos dijiste cuando tu madre falleció? ¿Por qué no me dejaste estar contigo?-. Reprochó.
Jimin no sabía cómo explicar que se sentía tan mal de haber sobrevivido y que su madre muriera por él, que sentía vergüenza y creía que todos lo culparían así como lo hacía él.
Jimin pensaba que quien debería estar tres metros bajo tierra debía ser él y no su madre.
-Esta vez no te voy a dejar solo Mini... Amor, no estás solo-. Se acercó al rostro de Jimin y tocó su mejilla suavemente con su pulgar. El Omega cerró los ojos y se dejó llevar por el tacto de Namjoon.
No podía negar que su caricia se sentía reconfortante. No sabía cuánto había extrañado a su amigo.
Sin saber en qué momento, Namjoon se había acercado hasta su rostro y le estaba besando suavemente en la boca. Jimin sentía que aquello estaba mal, pero ¿Por qué se sentía tan bien?
La habitación se llenó de una esencia que el omega conocía muy bien, una combinación de cedro y ámbar que hacía mucho tiempo no disfrutaba. Gimió en los labios de Namjoon y éste le respondió.
Poco a poco fueron quedando recostados en la cama, hasta que estaban envueltos en los brazos del otro, unidos en un cálido y reconfortante abrazo.
Unidos así como estaban, Jimin no podía recordar porqué habían terminado, porqué no se había quedado con ese hombre.
Su mente volaba y su cuerpo comenzaba a despertar. Su respiración se aceleró cuando las manos de Namjoon le acariciaron por debajo de la camisa que llevaba puesta.
Su mente y su cuerpo le pedían seguir, dejarse llevar y disfrutar del momento, pero en su pecho, su lobo le obligó a detenerse.
Jadeando, Jimin se despegó del Alfa
-L-l siento Jooni, no... No puedo seguir. Quiero, no sabes cuánto, pero siento que estoy siendo deshonesto, desleal. No sólo con él, contigo también. No te mereces esto. No te merezco-. Dijo apretando los dientes.
-Amor, no digas eso. Somos los demás quienes no te merecemos. Eres tan puro, tan bello, tan inteligente y tan fuerte, que nadie es digno de ti. Eso lo entendí cuando te fuiste. Jamás debí dejarte ir-.
Jimin no pudo evitar que las lágrimas rodaran silenciosas por sus mejillas. Namjoon le abrazo con cariño. Así como estaban acostados, su cuerpo cabía a la perfección en los brazos del Alfa. Éste le beso las mejillas húmedas, la frente y por último la cabeza mientras le consolaba.
-Mi pequeño, no te preocupes. Yo... Entiendo. No tienes que darme explicaciones. Solo quiero que sepas dos cosas. La primera, es que aunque no esté aquí contigo todo el tiempo, no estás solo.-
Hizo una pausa, suspiró y dijo apretando más el cuerpo de Jimin en sus brazos.
-La segunda es que... Te sigo amando como el primer día.-
Jimin apretó sus brazos alrededor del cuerpo de Namjoon y sollozó con más fuerza.
No supo en que momento su cuerpo sucumbió al cansancio y se quedó dormido.
Afuera la nieve caía con fuerza como presagiando la tormenta que le esperaba.
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Mi vida sin mi
Fiksi Penggemar¿Qué pasa cuando lo vida que llevaste resultó ser una mentira? Nada ni nadie puede sacarte del remolino que te arrastra cada vez más profundo sin dejarte respirar. Jimin, un dulce pero solitario Omega, cree que ha encontrado al amor de su vida en el...