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—Mierda... lo haces tan bien, bebé

Los cabellos de Jisung eran tironeados por las manos del mayor, su pequeña boquita succionando el miembro ajeno de arriba a abajo, sintiendo los líquidos viscosos escurrir por las comisuras goteando hasta caer en las sábanas y los muslos de Minho.

No habían perdido tiempo una vez el rubio había puesto el pie dentro de la casa.

Inmediatamente fue atraído por Lee, uniendo sus labios sin esperar a que siquiera quitara sus zapatos, sacando su ropa a medida que avanzaban por el pasillo hasta caer sentados en el sofá de la sala.

Jisung fue quien comenzó a toquetear la entrepierna ajena, desatando el nudo de su pantalón grisáceo para poder sumergir sus manos en el interior.

No podían juzgarlo, era mucho más grande de lo que pensó que sería.

Y le encantaba.

Amaba sentir las venas rozar por dentro de sus mejillas, el glande chocar con su campanilla provocándole arcadas que acababan en su saliva escapándose por los bordes, rodearlo con sus manos para poder cubrir el porcentaje que sus labios no tapaban.

Y por sobre todo, escuchar los roncos gemidos junto con las malas palabras que se le escapaban por la sensación tan agradable.

Jisung iba rápido, no es como que fuese primera vez que lo hacía, así que pasados unos cortos minutos, Minho lo alejó de golpe para poder unir sus bocas sin importarle la baba destilando por toda la barbilla ajena.

Lo hizo arrodillarse sobre los colchones del sillón, bajando sus ropas inferiores, no atrasando mucho el proceso, para ensalivar dos de sus dedos y enterrar uno de ellos lentamente en su entrada.

—A-Ah... Hyung...

—¿Te gusta?— Preguntó con voz rasposa, saboreando sus belfos cuando el más bajo se limitó únicamente a asentir.

Los agudos gimoteos de Han hicieron que una pequeña sonrisa lujuriosa y con sorna se asomara en los labios de Minho, metiendo un segundo mientras disfrutaba verlo retorcerse por el placer.

Abrió sus dígitos tenuemente a la par que comenzaba a penetrar rápidamente con ellos, Jisung arqueando aún más su espalda de forma inconsciente sintiendo pronto el orgasmo acercarse.

Antes de que pudiese llegar, el castaño quitó sus dedos y tomó por la cintura al más bajo para mezclar sus bocas una vez más a la par que el primero tomaba asiento en el sofá, Jisung colocándose encima suya.

Fue todo un caos.

Sus pieles chocando agresivamente escuchándose por toda la casa, el rubio gimiendo en voz alta por la excitante sensación, los chupetones que Minho dejaba por todo el pecho adverso, las venas de este haciendo aparición en sus manos, cuello y brazos debido al gozo, los suspiros provocando al aire calentarse, y finalmente el semen saliendo disparado de ambos miembros manchando sus ropas, las fundas del sillón, y parte del piso.

Los corazones de ambos latían como locos, Han dejándose caer sobre el cuerpo contrario mientras trataba de recuperar el aliento por los saltos luego de sentir al mayor salir de su interior.

Sus cuerpos estaban sudados y pegajosos, el cabello de los dos pegados a sus frentes mientras algunas gotas de transpiración caían por todas las partes de sus rostros, pero aún así, Minho hizo al chico levantarse para colocar su cuerpo contra la mesa, introduciéndose una vez más y llevando una de sus manos hasta el cuello de Han, quien tenía lágrimas de placer cayendo por sus ojitos tironeando el cabello de Minho por el desespero que le causaba la deliciosa sensación.

Babi Store | Minsung Donde viven las historias. Descúbrelo ahora