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Hyunjin dio tres golpes suaves a la puerta antes de entrar, como un aviso de que ya estaba ahí.

Cerró una vez se hizo paso, y frunció el ceño cuando no vio a Jeongin por ninguna parte, pero no pudo evitar que una risa se le escapara al encontrarlo hecho bolita debajo de las sábanas.

—¿Innie?

—Presente

Y aunque Hyunjin no pudiese verlo, sabía que había un puchero remarcando sus labios.

—¿Voy a tener que hablar con un bulto que respira?— Bromeó, sentándose a un lado del menor.

—Sí

—Bien — Aceptó sin dejar de sonreír—. Creo que ya te dije todo lo que debía decir...

—¿Hablaba en serio?

—¿Con qué?

—Sabe de lo que me refiero...

—Oh— Comprendió, y llevó una de sus manos a la sabana para poder levantarla levemente y ver finalmente su rostro—, claro que lo hacía, me atraes mucho, Jeongin

—¡Ah!— Pegó un pequeño grito algo agudo, volviendo a taparse la cara y envolverse aún más.

Tenía tanta vergüenza.

Hyunjin rió levemente enternecido, y quiso tirar otra vez de la manta, pero ahora el menor no dejó que lo viese, sujetó más fuerte para evitar que lo hiciera.

Sin embargo, el pelinegro no se rindió y jaló de golpe para finalmente destaparlo, subiéndose sobre él y abrazándolo por encima mientras enredaba una de sus piernas al torso ajeno, haciendo que los cachetitos de Jeongin ardieran fuertemente aunque no pudiese verlo.

—¡Hyung, suélteme!

—No quiero

Soltó aire e intentó removerse para poder salir, probando con hacer cosquillas en el cuello ajeno y pudo zafarse por... unos segundos.

Cortos segundos.

Porque el mayor volvió a tomarlo por los brazos haciendo que cambiasen posiciones, terminado sobre Jeongin mientras mantenía ambas muñecas a cada lado de su cabeza.

Sonrió cuando notó que el más bajo le evitaba la mirada, sus orejitas estaban rojas en totalidad y la punta de su nariz también se había pintado de color cereza.

—Voy a dormir aquí hoy

—¡¿Huh?!

—Silencio, no te estoy preguntando— Demandó con un tono de clase fingido, el castaño aguantando las ganas de reír.

Y finalmente sus mejillas también se tornaron rojizas cuando Hyunjin dejó un pequeño beso en su frente.




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