Babi Store | Minsung

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Acomodó los últimos detalles sobre la mesa, asegurándose que todo estuviese en orden, yendo luego a revisar la olla hirviendo al escuchar burbujas formarse y reventar.

Como estaba quedándose en casa de Juhyun, no tenía mucho que hacer. En su trabajo se tomaron vacaciones aprovechando que Jisung recibió el permiso de dos semanas libres por temas de salud. Así que mientras la mayor se iba y regresaba casi a las nueve de la noche, el rubio se dedicaba a asear lo que pudiese y cocinar la cena para ambos.

La puerta principal hizo ruido mientras unas llaves chocaban con la cerradura indicando que ella había llegado, por lo que Jisung corrió hasta la entrada, ayudando a Juhyun con las cosas que traía en mano.

—Huele muy bien, ¿qué cocinaste hoy?

—Tan solo una receta que encontré en internet, no es la gran cosa— Respondió algo avergonzado.

No era el mejor cocinero del mundo, eso lo sabía cualquier persona que había ido a comer a su casa.

—¿Cómo te fue en el trabajo hoy?— Preguntó mientras acomodaba las bolsas con nuevos alimentos para ambos.

—Uhm... i-igual que siempre, pacientes por todos lados, horario lleno, nada nuevo

No era muy buena mintiendo, y tampoco es como que quisiera hacerlo, pero no sabía de dónde sacar el coraje para darle las noticias que había recibido hoy. Tenía miedo de que entrara en pánico, no quería encontrar a Jisung llorando encerrado en el baño otra vez.

—¿Está todo bien? Te noto algo nerviosa— Se preocupó mientras guardaba los vegetales en el refrigerador.

—Sí, solo estoy algo cansada, ¿puedes acabar tú? Iré a darme una ducha

Asintió y ella dejó las cosas a un lado, quitando la banda elástica de su cabello, estando a punto de salir en dirección al baño cuando la voz de su sobrino la detuvo.

—Me estás mintiendo, algo te pasa

—Pequeño, no te preocupes demasiado

—Noona

—Mira— Habló decidida, acercándose al rubio y tomándolo por los hombros—, hablemos cuando sea la hora de cenar, ¿te parece?

—Bien...

—Quita ese pucherito, pareces hámster

Abrió la boca ofendido, y ella salió rápidamente con una sonrisa en el rostro.

Cerró la puerta una vez estuvo en su cuarto, sacando un conjunto de ropa cómoda para luego entrar al baño personal que tenía dentro de la misma habitación.

Se acercó al espejo para quitar su maquillaje, el cual no era mucho, solo algo de máscara, corrector de ojeras, y tinta para labios.

Y poco a poco su sonrisa se fue desvaneciendo cuando los pensamientos y miedos se comenzaron a acumular en su cabeza mientras veía su propio reflejo en el cristal.

—Tranquila, Juhyun— Se alentó a sí misma—, nada malo va a pasar, Jisung no va a enfadarse contigo, hiciste lo que creíste mejor para él

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