Babi Store | Minsung

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Se arruinó su sueño por completo.

¿Qué fue esa repentina actitud por parte de Hyunjin? No sabía qué estaba pasando exactamente, pero sí sabía que hizo todo su cansancio irse y despertar de golpe por culpa de sus mensajes.

Se levantó y colocó los lentes posados en la mesita de noche, abrigándose con un hoodie holgado para evitar que el frío apoderara su cuerpo, yendo a la cocina luego por un vaso de agua quedándose un buen rato parado pensando en la razón del enojo de Hyunjin.

Estuvo tan inmerso en su propia mente que los golpes en la puerta hicieron que diera un pequeño salto en su lugar, dejando el cristal a un lado y dirigiéndose a la entrada.

Ni siquiera tuvo tiempo de decir una palabra cuando el mayor entró sin siquiera saludar, empujando al chico haciendo que retrocediera sus pasos y tomando su cintura sin previo aviso, chocando su espalda contra la pared.

—¿Vas a explicarme qué te pasa?— Preguntó completamente confundido.

—Shh... No hables tan fuerte, puedes molestar a los vecinos— Susurró acercándose a su oído peligrosamente, mordisqueando el lóbulo mientras sonreía con sorna al sentir a Jeongin arquear su espalda de forma inconsciente.

—Hyunjin... Necesito q-que me expliques...

Las palabras ya no salían correctas cuando las manos del más alto comenzaron a indagar su cuerpo por debajo de la ropa, paseando sus uñas delicadamente haciendo que su piel se erizara, apretando las manos para aguantar la sensación.

—Estuvo muy mal que contaras lo que hicimos el otro día, ¿lo sabes?

—No... n-no sé de qué hablas— Y un pequeño suspiro se escapó de su boca cuando la palma ajena bajó a su entrepierna, acariciando por encima provocando que poco a poco se levantara sin poder evitarlo.

—Esto, ¿recuerdas? ¿Por qué se lo cuentas a otras personas? Se supone que era nuestro secreto, Innie

Ya no podía controlarse, sus dedos sujetaban con fuerza los hombros de Hyunjin, sus ojos ya se habían cerrado y su boca se mantenía abierta dejando escapar pequeños gemidos en volumen bajo cuando su miembro empezó a ser estimulado. La punta ardiente estaba ya por fuera de sus pantalones, el mayor no teniendo ninguna intención de detenerse.

Y Jeongin tampoco quería que se detuviera.

—Te gusta, ¿huh? Siempre tratas de hacerte el duro conmigo, pero lo único duro ahora está entre mis manos— Mencionó acercando los labios para morder su cuello, dejando chupones y marcas visibles mientras disfrutaba que el más bajo tirara su cabeza hacia atrás para más alcance.

El sudor corría por su piel brillosa y cachetes sonrojados, su frente cubierta por pequeñas gotas sintiendo cada vez el orgasmo acercándose.

Pero entonces Hyunjin se detuvo de golpe.

—H-Hyung...

—Es muy tarde, debería irme— Opinó de pronto, alejando su mano y mostrando una sonrisa llena de burla cuando Jeongin tomó su muñeca de forma desesperada para que continuara, disfrutando de su expresión al alejarse otra vez—. Termina el trabajo solo

—Hyung, por favor...

—¿Por qué debería ayudarte después de que rompieras nuestra promesa?— Se separó entonces del castaño, tomando su mentón para dejar un corto beso en sus labios— Buenas noches, bebé

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