Babi Store | Minsung

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Era un silencio... inquietante.

Minho intentaba acomodarse correctamente sobre la cama y Jisung tan solo lo observaba con la garganta apretada al verlo quejarse de dolor por cada movimiento.

El más alto soltó un suspiro cuando por fin pudo sentarse de manera adecuada, y bajó la vista unos segundos.

—Hyung...— habló el de pronto el menor, notando como el otro no tenía intenciones de decir palabra— ¿Qué pasó?

No obtuvo respuesta, y poco a poco Jisung empezaba a perder la paciencia. Sus ojos enrojecieron y sus manos temblaron.

—Minho... Al menos podrías mirarme, ¿no crees?— Volvió a insistir, poniendo sus palmas en el rostro del mayor para hacer que le devolviera la vista— Minho, mírame

Seguía negándose.

No tenía el valor para verlo, no tenía el ánimo para siquiera moverse. Todo su cuerpo se sentía pesado y pensaba que su cabeza explotaría en cualquier momento. Y cuando ya creyó que sus lágrimas se habían terminado por completo, un par de gotas rodaron por sus mejillas sin poder evitarlo.

Mierda, ¿cómo se supone que iba a explicarle? Vio al imbécil que le arruinó la vida y lo golpeó hasta dejarlo inconsciente en el suelo. No podía... no podía solo decirle que está a unos kilómetros de distancia, no era algo fácil para llegar y soltar esperando que nada malo pase.

Además de que salió sin dar explicación alguna, dejándolo solo porque la rabia y el odio lo consumieron tanto cuando supo que Taehyun se hallaba ahí, sentado con esa sonrisa de idiota engreído y enfermo que rogaba por borrar de su memoria.

Y ahora sentía cobardía por tan solo devolverle la mirada a Jisung.

—Amor...— Pidió otra vez.

Su pecho se estrujó, y sin controlarse alzó los ojos finalmente, conectándolos con los ajenos que tenían acumuladas un montón de lágrimas las cuales cayeron cuando sus párpados se cerraron por una milésima de segundo.

—Por favor, explícame qué pasó

—Me... m-me peleé con alguien— Soltó de pronto.

—¿Por qué?

—Se lo merecía

—¿Quién? ¿Con quién peleaste?

—Hannie...

—¡Dímelo, maldición!— Gritó a la vez que sentía su garganta rasparse por completo— ¡Te fuiste por horas sin avisarme y ahora vuelves así! ¡¿En serio piensas seguir negándote a hablar?!

—¡No es tan fácil como parece, Jisung!

El menor se levantó de la cama por la frustración, frotando su rostro con las manos de forma un poco agresiva gracias al estrés de la situación, comenzando a caminar en círculos por la habitación para intentar calmarse.

Su respiración ya comenzaba a fallar otra vez.

—¿No es fácil? ¿A qué te refieres con eso, huh? ¿En qué mierda te metiste, Minho?— No respondió, y nuevamente bajó la mirada mientras mordía su labio inferior sin parar— ¡Dímelo antes de que-

—¡Taehyun! ¡Golpeé a Taehyun! ¡¿De acuerdo?!

El silencio estaba presente en toda la casa.

Las piernas de Jisung temblaron y pronto sintió su estómago revolverse, las lágrimas cayeron sin poder aguantarlo y su vista comenzó a nublarse por completo.

—No... n-no hablas en serio... dime que estás bromeando, lo estás, ¿v-verdad?

—Hannie...— Intentó acercarse, pero el más bajo retrocedió, cubriendo su boca tan rápido como las nauseas hicieron aparición.