Capítulo 2

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Cuando llegó la noche cené con todos, después de limpiar todo me fui a la habitación de mis amigas.
-¿Qué onda ustedes dos en la playa?-Candela quiso indagar en el asunto.
-Nada, tuvimos una conversación que quedo pendiente desde hace años-suspiré- él quiere hacer como que no pasó nada, ¡pero se cago en mi! En nuestra amistad..-la voz se me quebró como cuando en el pasado me enteré de que él estaba ya con un pie en el avión.
-Lali.. La..-Eugenia me llamó- nunca.. ¿Nunca te pusiste a pensar que todo esto lo sufriste mucho tal vez por un tema en particular?
La miré desconcertada, no tenía idea de que estaba hablándome.
-¿Nunca tuviste un enamoramiento? Peter es lindo chico..-Candela elevó sus cejas.
-Están diciendo estupideces, nacimos el mismo día, compartimos cumpleaños, fuimos al mismo colegio, nuestros papas son mejores amigos, ¿ustedes creen que alguna vez voy a ser capaz de enamorarme de Peter?-cuando formulé esa pregunta en voz alta un pensamiento se pasó por mi cabeza- tengo una idea, tal vez una muy mala idea, quiero que Peter vuelva a vivir en Argentina..-las miré a mis amigas que no sabían de que idea les estaba hablando- Peter siempre fue muy sensible, muy arraigado a sus raíces, es más no sé como hizo para irse a vivir a un lugar tan lejano.. Tal vez pueda.. Persuadirlo.. Hacerlo notar todo lo hermoso que se esta perdiendo al no vivir acá.. Removerle sentimientos, hacer de este viaje un deja vú constante, que nos extrañe mucho a todos y no pueda volverse..
-¿Qué nos extrañe mucho a todos o a vos?-Candela elevó sus cejas.
-A ver si entendí-Eugenia soltó un suspiro- acabas de contarnos que.. ¿Pensas conquistarlo a Peter para que no vuelva a irse?
Mis amigas se me quedaron mirando sorprendidas.
-¿No es más fácil que le digas que morís por él?-Candela se rió en mi cara, la fulminé con la mirada.
-No entendieron absolutamente nada de lo que dije-miré al techo-¡nada entendieron!
-Entendimos muy claro todo, te estás jugando tus últimas cartas-Eugenia asintió con la cabeza- cuidado con lo que haces o no haces, no vaya a ser que quién termine más involucrada en esto seas vos..
Agarré una gomita dulce y me la comí.
-No.. Eso no va a pasar-negué con la cabeza.

Cuando llegó el momento de dormir Peter ya estaba en la habitación, busqué un pijama y me metí en el baño para cambiarme, cuando volví lo vi todavía muy concentrado en su teléfono celular, seguro estaba hablando con su esposa, solté un suspiro y apagué el velador para dormirme, entonces él lo encendió, yo lo apagué nuevamente.
-Lali tengo que responder algo en este momento, después apago la luz-soltó un suspiro.
Entrecerré mis ojos, si hay algo que me cuesta es dormir si hay luz, así que no tuve otra que esperar a que el termine su conversación con vaya a saber quién.
Finalmente apagó el velador y lo encendí.
-¡¿Ahora qué?!-él se extrañó, me miró a los ojos- ya sé..-él esbozó una pequeña sonrisa- queres que hagamos como cuando éramos chicos
Peter se puso de pie, sin pedirme permiso hizo que me corra y le haga lugar en mi cama, nos cubrió con las sábanas.
-¿Te acordas que nos acostábamos juntos un ratito antes de dormir? Y hablábamos acerca de la vida, el futuro, nuestras metas..
Lo miré a los ojos en estado de alerta.
-Pero ya estamos grandes Peter, los dos tenemos veinticinco..
-No somos dos viejos, podemos hacer algunas cosas que hacíamos en las viejas épocas-elevó sus cejas y esbozó una pequeña sonrisa- ey, no seas tan dura conmigo..-me miró firmemente a los ojos.
-No soy dura con vos, no me la "agarré" con vos, solo tengo miedo que la historia vuelva a repetirse, volver a como éramos antes y.. Otra vez..
-¿Perderme?-él se sorprendió- nunca me perdiste..
-Pero para mi sí te perdí, te fuiste Peter, te alejaste, te equivocaste mucho.. ¿Tiene algo de malo que ahora quiera ser precavida?-solté un suspiro.
Quería poner mi plan en marcha pero el miedo a que todo vuelva a terminar como antes no hacía que pueda volver a conectarme con él.
Lo escuché suspirar, entonces besó una de mis mejillas.
-No.. No me perdiste-me lo repitió en el oído, volteé para quedarnos enfrentados, él me acaricio suavemente el pelo- hay cosas que ni el tiempo van a cambiar, tu carita de inocencia cuando estamos acá sin hacer nada, hablando..
-¿Qué pretendías? ¿Que intente algo con vos?-elevé mis cejas solo para molestarlo, él se rió, negó con la cabeza.
-Sé que nunca harías eso.. Y.. Cambiando de tema pienso volver a ganarme tu confianza, no miento al decirte que sos importante para mi Lali-me miró intensamente a los ojos, suspiré y asentí con la cabeza sin saber si hacerle caso a sus palabras o no.
Él se quedó contándome acerca de su carrera, las oportunidades laborales que estaba teniendo, mi vida comparada a la de él estaba "estancada"  no había tenido otra opción que seguir con la empresa familiar, trabajar en la librería, igual, no es algo que me disgusta del todo, cuando tengo tiempo me gusta agarrar algún que otro libro y leer.
Peter me besó una mejilla y se quedó a mi lado hasta que me quedé dormida, siempre solía esperar a que ocurra eso para después volver a su cama.

2 de Diciembre

Abrí mis ojos y me fui directo a lavarme los dientes, limpiarme la cara con agua fría, para ir despertándome.
Volví a la habitación para buscar la ropa de playa para ir ahí más tarde.
-Buen día-Peter me saludó con la voz algo ronca desde la cama-¿me das un besito de buenos días?
Suspiré, me acerqué y besé su frente.
-Buenos días-le hice una palmadita en el hombro y me aparté dejándolo solo en la habitación, me cambie, bajé las escaleras hasta llegar a la cocinaz
-Buen día La-Candela me sonrió, estaba intentando hacer tostadas sin quemarlas, del grupo la única que era buena en ese área era Eugenia.
-Hola Candeli de mi corazón-también le sonreí.
Calenté el agua para el mate y juntas llevamos varios frascos de dulces, nos pusimos a hablar de distintas cosas, al rato se apareció Peter también cambiado.
-Si hay algo que extraño es el mate-él se mostró feliz cuando mi amiga se lo pasó.
-Estaría bueno que vueltas, tendrías mate por siempre y para siempre-Candela elevó sus cejas, quería matarla, había sido demasiado directa, la idea era que Peter se diera cuenta de que extraña todas las tradiciones argentinas sin decírselo puntualmente.
-Bueno, tal vez eso quiere decir que tengo que venir más seguido-nos sonrió.
No me bastaba que venga más seguido, eso no era suficiente.
-En fin, ¿me pasas el mate?-lo interrumpí y él asintió con la cabeza, me lo pasó y me lo preparé para mi misma.
Comimos, tratamos de esperar a que Eugenia se levante e hicimos tiempo, pero como ella es tan dormilona nos terminamos cansando, fuimos nosotros tres solos a la playa, amaba la paz, el poco ruido, tomar sol.
-Antes los veranos eran más divertidos, jugábamos a hacer esculturas de arena, piletas..-Peter se puso a recordar e inevitablemente sonreí.
Él se puso de pie y le pidió prestados los juguetes a la familia de un nene que estaba durmiendo, no podía creer lo que había hecho.
Hizo un poso, entonces elevó sus cejas mirándome, sabía lo que quería, me metí dentro y poco a poco fue cubriendo mis piernas de arena húmeda, arriba de eso se puso a hacer una "cola de sirena" siempre fue bueno para hacer figuras, esculturas, seguro es porque es un talento hacer ese tipo de cosas para un arquitecto.
Me sonrió satisfecho con el resultado, me había decorado la aleta con caracoles de mar.
-Sos un nene..-también elevé mis cejas y ambos nos reímos, nos habíamos olvidado completamente de que estábamos con Candela, ella se rió divertida.
-Mejor les saco una foto..-agarró su teléfono celular, Peter se sentó a mi lado y me abrazó posando, por tan solo un momento creí que todo era como antes.

Mi única chanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora