Mi única chance

Capítulo 1

Llegué a la casa de Cariló de mi familia después de un par de horas, yo había manejado en mi auto, quién me acompañó en todo el momento fueron mis amigas Candela y Eugenia, mis papás llegaron un poco más tarde.
-Todo está como siempre, como si el tiempo no hubiese pasado, pero varias cosas sí pasaron-solté un suspiro, me agarró nostalgia, había vivido tantas cosas en la casa, momentos que todavía recuerdo con cariño.
Junto a las chicas nos pusimos a limpiar y a guardar nuestra ropa en los placares.
-¡Llegamos!-mi mamá nos saludó a las tres, papá bajó las valijas de ellos del auto.
-¡Hola chicas!-también nos saludó.
Todos nos pusimos a hacer distintas cosas, como era el mediodía mamá fue a hacer las compras al supermercado, me sorprendí cuando no paraba de guardar comida en la heladera.
-Ey, no somos tantos ma-me reí de ella, siempre era muy organizada- igual, mejor, así no hacemos las compras muy seguido
-Igual compré más personas porque vienen..-ella no pudo completar la frase que tocaron el timbre, me alejé para ir a abrir la puerta, cuando lo hice me sorprendí.
-Hola..-me sonrió como si nada hubiese pasado, cuando se fue a vivir a España dejamos de hablarnos todos los días, algo se perdió, nuestra conexión atípica.
-Peter-lo llamé todavía sorprendida.
-¿No vas a darme un abrazo?
Terminé asintiendo con mi cabeza y lo saludé, pero puse un poco de distancia, no iba a ser fácil volver a relacionarme con él, se fue de un día a otro, sin habérmelo contado, solo supe que allá conoció a una chica y se casó.
-¡Hola Pit!-Eugenia lo abrazó fuertemente-¡estas muy lindo! Te extrañé
-¿Sabías que venía?-elevé mis cejas mirándola, ella asintió, genial, solamente no me contó que iba a volver mi ex mejor amigo.
-Peter de mi corazón, ¡el estar casado te sentó! Estas muy muy lindo-Candela le sonrió.
-Y bueno.. Ya todos estamos más grandes, más maduros, el tiempo pasó..-las miró a ellas y por último a mi-mis papás vienen más tarde
Mis papás seguían viéndose con los suyos, igual pocas veces yo me cruzaba con ellos, pero siempre que me veían todo era amor y paz, siempre fui la hija mujer que ellos no tuvieron.
-Voy a.. ¿Voy a la habitación de siempre?-me miró a los ojos, no supe que responderle-¿con vos?
-Ya estamos grandes para dormir juntos..-para qué dije ese comentario- bueno sí, conmigo, no pasa nada, nos llevamos bien, olvidá lo que dije antes, dormimos como siempre
Solté un suspiro y me escapé, agarré los platos para empezar a poner la mesa.
Mi mamá terminó las ensaladas y dejó en la mesa varios panes y fiambres.
-Hoy almorzamos liviano-papá nos sonrió- como de playa, mejor vamos a la tarde porque a esta hora nos morimos fritos
Todos nos reímos.
Tomamos cerveza, comimos hasta que llegaron los papás de Peter, cuando me vieron se les iluminó la cara, me abrazaron fuertemente.
-¡Siempre que te veo estas más hermosa!-su mamá me sonrió dulcemente.
-Siempre-su papá coincidió.
A lo lejos lo vi a Peter sonreír.
-Bueno... Voy a..-no sabía exactamente que hacer- levantar los platos y las demás cosas
Me puse de pie y a los minutos se apareció Peter para ayudarme.
-Ya está, no hay que traer nada más La
Se daba el gusto de decirme "La", lo fulminé con la mirada
-¿Qué fue de tu vida Peter? ¿Tanto te costó en todo este tiempo mandarme un mensajito? Al principio me mandabas mails, pero después te olvidaste de mi-quise matarme porque no pude reprimir el ser demasiado sincera, saqué a la luz que su partida sin explicaciones y aviso previo me había afectado.
Él soltó un suspiro.
-Demos una vuelta..-me hizo señas para que vayamos hasta la puerta, no se porqué le hice caso, él se quedó en silencio hasta que se le dio por hablarme- yo... No quería pasarlo mal en una despedida, tal vez fue egoísta de mi parte no avisarte nada, pero me surgió la oportunidad de estudiar arquitectura ahí y..
-Peter eras mi amigo.. Y no fuiste capaz de volver a comunicarte conmigo, ¡te casaste! No me lo contaste, no me invitaste..
-¿Hubieses venido?-elevó sus cejas mirándome.
-No lo sé... Tal vez sí.. Tal vez no.. No lo sé-suspiré- a lo que voy.. ¿Alguna vez te importé?
Él se sorprendió ante mi pregunta.
-No seas tonta Lali... Seguís teniendo tu lugar en mi vida, no sos una extraña para mi, nos criamos juntos, fuimos al mismo colegio, compartimos veranos, inviernos.. ¿Vos crees que todo esos recuerdos se van de un día a otro?-no dejó de mirarme a los ojos.
-Peter.. Te desapareciste de mi vida, te fuiste de un día a otro.. Vos elegiste que los recuerdos queden cada vez más lejanos y olvidados-dejé de mirarlo sin dejar de caminar.
-Yo... Perdón Lali.. Sí, fui egoísta, pero era más chico, más impulsivo, algo tonto..-él se puso a enumerar varias cosas negativas.
-Da igual, ya me da igual, ya nos alejamos, ya todas las cosas cambiaron-suspiré- si bien te conozco.. Algo me dice que sos otra persona
-Y sí.. Soy otra persona, porque crecí, maduré, viví otras experiencias.. Y ahora puedo ver con más claridad los errores que cometí, no medí que ibas a extrañarme..-me hizo una caricia en la cara, dejé de caminar para acercarme y quedarme frente a él.
-Eramos prácticamente hermanos-quise que entrara en razón- y.. Me decepcionaste, me dolió que no te vayas despedido de mi, si lo hubiese sabido iba a disfrutar tus últimos días en Buenos Aires a lo máximo
-Lo sé.. Fui un tarado Lali, pero ahora tenemos una segunda oportunidad para volver a conectar como antes, en uno de nuestros lugares favoritos del mundo-elevó sus cejas- esta en vos también estar dispuesta a eso..
Extendió su brazo y suspiré, lo mejor sería aceptar su propuesta, agarré su mano con la mía, él me sonrió, había extrañado tanto a su sonrisa de nene, ojalá nunca la perdiera.
-Mejor.. Mejor volvemos, ¿dale?-lo miré y él asintió con la cabeza, cuando llegamos a la puerta de la puerta estiró sus brazos, entonces me abrazó cálidamente, me dio uno de esos abrazos mágicos que me daba cuando ambos éramos chicos.
-Vamos a prepararnos para ir caminando a la playa mejor-Peter esbozó una pequeña sonrisa.
-Voy a cambiarme, después poder entrar a cambiarte a la habitación vos-di media vuelta y subí las escaleras.
Me preparé para ir a la playa de manera rápido, me puse un short y arriba una bikini, caminando llegamos junto a mis amigas y Peter, nuestros papás se habían quedado jugando a las cartas.
-Al final solo terminamos acá los jóvenes-Candela nos miró elevando sus cejas- santo Juan Pedro
Peter se rió ante su comentario.
-Como en los viejos tiempos-agregó él.
Me entró la curiosidad de porqué había venido solo, ¿y su esposa? Nadie en la casa sacó ese tema, ninguno lo tocó, eso me pareció raro.
Tomamos mate, jugamos al fútbol en la arena y corrí prácticamente por toda la playa, quién me sacó la pelota fue Peter, terminé cayéndome, él extendió sus brazos y me ayudó a ponerme de pie.
-Gracias-dejé de mirarlo a los ojos.
Seguimos jugando hasta que nos cansamos, ver el atardecer fue hermoso, era una de mis partes favoritas del día, pero en la costa todo era mucho más lindo.
Había metido los pies en el agua, la orilla, Peter se acercó.
-No vas a perdonarme fácilmente, ¿no?
Volteé para mirarlo a la cara.
-Peter vos te fuiste y te llevaste lejos una parte mía, me sentí rara, te buscaba en cada parte, en cada cosa.. Nada volvió a ser igual, la navidad no volvió a ser la misma..
Él soltó un suspiro y se atrevió a rodear mi cuerpo con sus brazos.
-Pero acá estamos, vamos a vivir otra navidad juntos, después de mucho tiempo-elevó sus cejas.
-En fin.. Pero eso no va a borrar todo lo que te extrañe estos años..
Él me miró apenado, se dio cuenta de lo mal que lo pasé, entonces besó dulcemente mi frente.
-Perdón... Quiero hacer las cosas bien mientras esté acá y ahora, podemos.. Podemos recuperar el tiempo perdido..
No sabía si confiar en su palabra, no quería volver a hacerlo y sentirme otra vez decepcionada.
-Bueno.. Creo que mejor vuelvo a darme una ducha, estoy llena de arena-cambié de tema, me solté de su agarre y les avisé a mis amigas que iba a irme para la casa.