Epílogo

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Bruno tiene dos años recién cumplidos, es simpáticos, bueno, comprador, daría mi vida entera por él, jamás creí que la maternidad iba a ser así, lo vi caminar de la mano de la hija de Úrsula, Aurora, se llevan genial, se buscan, se ayudan.
Llegamos hace unas horas a Cariló, mañana sería mi tan ansiado casamiento, aunque ya nos habíamos casado por civil hace unos días, desde que desperté me agarró ansiedad, en todo el tiempo que pasó nunca pensé en ese día, ahora no puedo evitar estar nerviosa.
-Todo está listo para mañana-Eugenia me informó, ella había llegado junto a Candela un día antes, ambas se encargaron de los preparativos.
-Gracias-les hice señas para que se acercaran y las abracé.
-¿Puedo sumarme?-Úrsula se asomó sonriéndonos y asentí con la cabeza.
Nuestro grupo de seres queridos eran lo más, Peter había pegado mucha onda con el Chino, poco a poco su relación con Benjamín volvió a la normal.
Los chicos se quedaron frente a la parrilla esperando que se haga el asado.
-Finalmente aprendiste a cocinar-Candela me burló.
-Tene la suerte de tener una mamá y una suegra que son muy buenas en eso-mi mamá me guiñó un ojo y se rió.
-Cuando tenes hijos por lo menos tenes que aprender a hacer puré de manzana-también me reí.
Llevamos lo que faltaba a la mesa, nos sentamos y tomamos vino, comimos, jugamos a las cartas como en el pasado, miré hacia ambos lados míos y me di cuenta de que era muy afortunada, no todas las familias y personas se llevan bien.
Levanté la mirada y lo atrapé a Peter mirándome, me sonrió, yo también le sonreí.
-¿Vamos a dormir juntitos? Mañana es un gran gran día-elevó sus cejas y asentí con la cabeza, agarré a mi chiquito que se había quedado a dormir en el sillón y sonreí después de dejarlo en la cunita, finalmente nos habían cedido una habitación para nosotros solos, nuestra familia de tres.
Me recosté con Peter, él me hizo caricias en la cara y fui entrecerrando mis ojos del cansancio.
-¿Estás?-Peter me lo susurró en el oído, asentí con la cabeza sin mirarlo- estoy muy feliz de estar acá, en nuestro lugar favorito, juntitos, y ahora con nuestro hijo
Abrí mis ojos y le sonreí, lo besé reiteradas veces.
-Yo también prometido, te amo Pit..-le despeiné un poco el pelito y también me besó.
-Yo también La
Él se acurrucó conmigo, nos quedamos dormidos bastante rápido.

PETER

Desperté y me di cuenta de que Lali no estaba conmigo, tampoco estaba Bruno, bajé las escaleras y le estaba dando de desayunar, la besé y noté que estaba ansiosa.
-Ya queda poco..-se rió de los nervios, eso me pareció adorable.
-Poquito-asentí con la cabeza y besé su frente.
Poco a poco todos fueron cayendo a la mesa, desayunamos hablando del casamiento, igualmente las chicas no quisieron contarme mucho, querían que nos sorprendiéramos.
Mi papá me llamó y salí de la casa.
-Es hoy-elevó sus cejas y me sonrió- me alegra tanto ver lo que sos ahora en el presente, el papá genial en el que te convertiste.. Lo cariñoso que sos con Lali y Bruno, soy muy feliz viéndote feliz-me dio un abrazo emocionada, yo también me emocioné-¡no llores!-me retó.
-Para mi es muy fuerte estar de nuevo acá, con todos ustedes, con Lali.. Y sobre todo con Bruno-no pude evitar sonreír- jamás imaginé esto, ni me atreví a fantasearlo, cometí muchos errores con La.. Y bueno, por suerte me dio otra oportunidad, no quise desaprovecharla, la vida me había dado todo para ser feliz y fui un tarado.. En este tiempo me di cuenta que todo ese mal momento nos hizo más fuerte como pareja, somos muy compañeros.. La amo mucho-me emocioné nuevamente, papá me dio otro abrazo fuerte.
Me alejé para empezar a cambiarme, mi papá me había ayudado con la ropa, como hacía calor iba a ponerme un pantalón blanco, una remera del mismo color, sencillo.
Lali estuvo muy nerviosa, de un momento a otro me empezó a pasar lo mismo, papá manejó hasta el lugar donde iba a casarme.
-El bosque..-me sorprendí.
-Ustedes amaban este lugar-Eugenia me sonrió- así que pensamos que sería lindo que la ceremonia sea acá
Le sonreí y asentí con la cabeza.
Me coloqué frente a un arco lleno de flores, todo era hermoso, nuestra familia y amigos estaban sentados.
Lali caminó por el pasillo también sencilla, un vestido blanco hasta las rodillas, una corona de flores y un velo, me sonrió y me reí.
-Siempre lo usan en las películas, yo también quería..-me señaló su velo, elevé mis cejas.
-Estas muy hermosa-no pude evitar el decírselo.
-Bueno, ahora voy a casarlos yo-el papá de Lali nos sonrió- toda una vida siendo amigos, siendo familia, porque siempre fuimos familia, y ahora formaron la suya propia.. Soy afortunado de haber visto la primera vez en la que sus mamás los presentaron y se amaron desde el primer momento, que estemos acá no me sorprende, aunque a ustedes sí los sorprendió todo esto, les deseo felicidad, amor y salud.. No solo a ustedes, a todos los presentes-se emocionó y tomó aire para continuar- ahora quiero saber, Lali, ¿aceptas a Juan Pedro Lanzani como tu esposo?
Ella asintió con los ojos también emocionada, yo también me contagié, le puse su anillo.
-Peter, ¿aceptas a Mariana Espósito como tu esposa?
Asentí con la cabeza mientras veía como se le caían las lágrimas de felicidad a Lali, no esperé nada, la besé y ella me abrazó por el cuello, todos nos aplaudieron, no quería soltarla, recién después de eso me puso mi anillo, quién reclamó nuestra atención fue Bruno.
-Chiquito, ¿estas listo para festejar?-Lali lo cargó y chocó su frente con la de él, le sonrió.
Besé la frente de mi hijo y la de mi esposa.
-Vamos a celebrar mis amores..-les sonreí, los vi a los dos alejarse, Lali caminaba hablándome a Bruno que le prestaba atención.

LALI

Llegamos a la casa, todo estaba decorado con flores, Bruno fue el primero en traspasar la puerta e ir al jardín, había una mesa llena de comida, no esperamos mucho para empezar, mis amigas nos pusieron música, nos hicieron bailar y nos aplaudieron, nos gritaron, también bailamos abrazados a nuestro hijo.
En el momento de cortar la torta lo hicimos, Peter me ensució la cara y me la lamió, yo empecé a correrlo por todos lados para también ensuciarlo.
-Quiero decir unas palabras-Peter levantó una copa con champagne- gracias a todos por estar siempre, por siempre estar presentes en nuestras vidas.. Y hoy quiero brindar por mi persona especial-me sonrió- mi Lali, mi esposa, la mamá de mi hijo y todo mi universo entero.. Te amo mi chiquita, y también amo mucho a nuestro chiquito, ¡por más años juntitos!
Choqué mi copa con la suya emocionada, no paraba de llorar.
-Sos maravilloso Peter, siempre fuiste especial para mi.. Siempre nos quisimos, y siempre agradezco el que nos hayamos dado una oportunidad, cosas hermosas pasaron-señalé a Bruno y después a mi anillo de casada- y sé que van a seguir pasando, sos mi compañero de vida, hacemos un muy buen equipo.. Y amo eso, simplemente compartir con vos-chocó su copa con la mía y nos besamos, otra vez nos gritaron, de la nada empezaron a tirarnos arroz.

El día entero nos la pasamos de fiesta, comiendo, tomado, terminamos haciendo karaoke, Peter me mostró otra canción que me había crecido cuando éramos adolescentes, disfruté la letra, se me puso la piel de gallina, Bruno se quedó dormido sobre mis piernas.
Besé en los labios a Peter y nos despedimos de todos porque ya eran las tres de la mañana, poco a poco se fueron a dormir todos.
-Te amo te amo mi amor-rozó su nariz con la mía y me dejó un besito a mi.
-Te amo marido-elevé mis cejas sonriéndole, lo abracé sintiéndome a gusto, feliz, amada.

PETER

Cuando volvimos a Buenos Aires nos tuvimos que despedir de Bruno, iba a quedarse con mamá mientras que con Lali nos íbamos a ir de luna de miel, sufrimos mucho al no subirnos al avión con él.
-Todo va a estar bien-consolé a Lali y besé su frente, finalmente después de varias horas llegamos a Nueva York, era invierno, estaba todo nevado, ella estaba fascinada.
-Siempre quise conocer la nieve..-agarró un poco y me lo tiró en la cara, me reí y nos pusimos a jugar como nenes.
Entramos al hotel y nos registramos, no nos quedamos en la habitación, caminamos por las calles mientras empezábamos a sentir frío, nos sacamos fotos juntos, le saqué a ella y terminamos tomando chocolatada caliente metidos en la cama.
-Momentos como estos valen oro..-ella me sonrió y le besé una de sus mejillas.
-Lo valen todo...-asentí con la cabeza.
Terminamos de tomar lo que había en nuestras tazas y las dejamos en la mesita de luz.
Le hice caricias por la cara, bajé a su escote y ella me entendió perfectamente, me besó con intensidad, abrazándome, abrió sus ojos lentamente para mirarme.
-¿No es un buen momento para otro bebé Pit?-su propuesta me sorprendió, me reí sobre su boca y la besé.
-Mmm.. Con usted lo quiero todo Señora Lanzani-le sonreí.
Lali soltó una carcajada y nos fuimos encargando de nuestra ropa, conectar de esa manera con ella siempre era mágico.

LALI

Cuando el avión aterrizó sobre Buenos Aires salí desesperada para verlo a Bruno que se alegró a vernos, junto a Peter lo llenamos de besos, nuestros papás también nos habían recibido, nos llevaron hasta nuestra casa.
Verle la carita a mi hijo abriendo sus regalos me emocionó mucho, nos mostraba las cosas sorprendido.
Definitivamente tenía lo que siempre había querido para mi vida y más.
Peter se puso a jugar con el muñeco que le habíamos comprado a Bruno, estaba más feliz él que nuestro hijo.

Un tiempo después...

Hice el test después de un tiempo, tenía mucho miedo de que no sea positivo, pero salí del baño con una sonrisa, Peter también me sonrió al ver el resultado, me llenó de besos.
Juntos fuimos a la consulta médica varias semanas después con Bruno que no entendía nada.
-¿Ves ahí mi amor?-le señalé pantalla- ahí vamos a ver a tu hermanito o hermanita
El médico me pasó el ecografó por la panza y se me llenaron los ojos de lágrimas antes de ver algo.
-Acá están dos, son mellizos-nos anunció el médico, con Peter nos miramos sorprendidos.
-Ahora sí podemos cerrar la fábrica-se rió conmigo- bueno, tal vez podamos negociar uno más..
Peter me besó dulcemente y Bruno también besó mi cara, me dejó uno en la mejilla.
-Ahí mi amor-Peter le señaló mi panza- ahí están tus hermanitos, son muy chiquitos
Bruno me abrazó y besó mi panza, no pude evitar morir de amor.
Volvimos a nuestra casa, fuimos a la consulta médica creyendo que éramos cuatro y terminamos siendo cinco, nada más hermoso que tener nuestra propia familia.

Mi única chanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora