Capítulo 9

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Abrí mis ojos y me sorprendí, me había quedado dormida abrazando a Peter, él estaba despierto, estaba haciéndome caricias en la cara, soltó un suspiro y esbozó una pequeña sonrisa al verme despierta.
-Mejor... Mejor bajamos y volvemos donde deben estar todos, es muy sospechoso estar desaparecidos hace un tiempo largo-también suspiré.
Peter asintió con la cabeza, antes de soltarme me hizo una caricia en la espalda y besó mi frente, nos pusimos la ropa en silencio, no sabía que decir, no sabía que decirle, tampoco sabía cómo actuar después de lo que había acabado de pasar.
Fui hasta la habitación de mis amigas y ambas estaban jugando al Monopoly, cuando me vieron entrar me miraron torcido.
-¿Donde estabas?-Candela fue la primera en hacer la pregunta que cualquier persona haría.
-Donde estaban..-Eugenia elevó sus cejas, supe que no podía esconderme, ambas tenían talento para adivinar cuando me pasaba algo y cuando no
-Yo...-las miré nerviosa- no lo sé, me dejé llevar por el momento y..
-Te acostaste con Peter-Candela adivinó de una, no pareció estar sorprendida- no sé, no sé porqué siempre supe que esto tarde o temprano iba a terminar pasando.. Se tomaron sus tiempos eh, años..
-Estoy.. Estoy descubriendo que me pasa.. Tengo miedo, tengo miedo de involucrar mis sentimientos mucho en este encuentro solo de verano y que vuelva a irse... Ya me dolió una vez, no podría soportarlo de nuevo-fui transparente, la sola idea de eso me dio pánico.
-¿Qué sentís que queres en este momento?-Eugenia me miró a los ojos.
-Estar acá, nosotras juntas, con mi familia, la familia de Peter..
-Y Peter-Candela agregó, era obvio que iba a decir eso.
-Sí.. Y Peter-terminé asintiendo con la cabeza- estoy jodida por todos lados, ya cometí un error muy grave, eso puede joder el resto de estas vacaciones, no sé cómo volver a mirarlo a la cara..
-No es grave La, es como dos más dos, es la naturaleza humana...-Candela me sonrió.
-¿Qué tenía que ver dos más dos con la naturaleza humana?-Eugenia se le rió en la cara.
-¡Lali me entendió!-Candela suspiró, ella estaba medio casada de que Eugenia la joda todo el tiempo, igualmente nunca discuten porque se aman, son como hermanas.
-Es una situación.. Complicada-asentí con la cabeza- pero bueno, seguro voy a poder seguir hacia adelante como si nada hubiese pasado
-Ayy La-Eugenia me dio un abrazo- no quiero que sufras
-Lo mejor es no pensar tanto, si pasó por algo pasó-Candela esbozó una pequeña sonrisa- no pienses, haceme caso
Terminé asintiendo con la cabeza y estiré mi brazo, nos agarramos de la mano.

Cenamos todos juntos, no paraba de llover, parecía prácticamente el fin del mundo.
-Si salimos nos embarramos, ¿no?-Candela miró por la ventana, estábamos tomando té y comiendo chocolates en el living.
Yo me había quedado distraída en mis pensamientos, mirando las luces coloridas del árbol de navidad.
-Obviamente sí-quién le respondió fue Eugenia, agradecí mucho que se respondieran entre ellas, si bien yo estaba con todos no estaba realmente ahí.
-Bueno, me voy a dormir, el clima esta hermoso para dormir-solté un suspiro y me puse de pie.
-Descansá La, hoy gastaste mucha energía-Candela me guiñó un ojo y quise matarla, di media vuelta y me fui.
Me preparé para irme a dormir, cuando estaba por meterme a la cama la puerta de la habitación se abrió y entró Peter, nos quedamos mirándonos.
-Voy a..
-Ya escuché, a dormirte-soltó un suspiro y asintió con la cabeza- quería saber como estas, como te sentís
Sus preguntas me sorprendieron, me dieron curiosidad.
-Estoy bien.. Bien Peter-asentí con la cabeza- cansada, no sé porqué, tal vez es por el clima que está horrible
-Yo hablaba de otra cosa... ¿Te cuidé bien?-elevó sus cejas.
¿Qué? ¿Me había preguntado lo que me había preguntado?
Terminé asintiendo con la cabeza, estaba sorprendida por como estaba tratándome, se había preocupado por mi, bueno, en realidad siempre se preocupó por mi.
-Nunca dudes de si me importas o no, sos una persona maravillosa Lali, puede pasar de todo, pero ante todo siempre voy a querer cuidarte-soltó un suspiro y me hizo una caricia en la cara, la respiración se me aceleró por nuestra cercanía, mi nariz quedó rozándose sobre la suya, entonces besé una de mis mejillas.
-Buenas noches Peter..-di media vuelta y abrí la cama para meterme.

9 de Diciembre

Por la madrugada bajé a buscar agua, entonces lo escuché a Peter hablando por teléfono, había salido al jardín, ya no llovía, pero había un clima húmedo, pesado, él estaba discutiendo, me asomé con curiosidad, no tenía que estar escuchando conversaciones ajenas, pero fue más fuerte que yo.
-Vemos que hacemos, nos debemos más tiempo, ahora estoy acá con mi familia, yo que sé si vamos a volver, no lo sé, nadie lo sabe..-soltó un suspiro- sí te quiero..-hizo una pausa- pero necesito aire, ver si esta vez es definitivo y sí nos separamos
Su "te quiero" a seguramente su ex esposa me hizo ruido en mi interior, él la seguía queriendo, lo mejor iba a ser alejarme, no seguir jugando al juego que podía terminar mal, tenía que preservar ante todo nuestro buen vínculo, tal vez lo mejor era que él vuelva a España.
Lo vi a Peter quedándose pensativo, tomando aire, encendió un cigarrillo y quise apagárselo, pero se supone que no estoy despierta, es por eso que esperé unos minutos y salí al jardín.
-¿Qué haces despierto y que haces consumiendo esta mierda?-le agarré su cigarrillo y lo apagué en un cenicero, solté un suspiro.
-¿Qué haces despierta vos?-me respondió con otra pregunta.
-Bajé a tomar agua, olí el humo y te vi afuera, ¿no podes dormir Peter?
-Tengo.. Tengo muchas cosas en la cabeza-soltó un suspiro- nada que te incumbe, no te preocupes por eso, podes volver a dormir en paz y armonía
-¿No vas a contarme que te anda pasando? Siempre fuimos de contarnos nuestras cosas..-elevé mis cejas mirándolo- no pienso juzgarte, nada de eso.. Solo quiero que sepas que si necesitas ser escuchado puedo escucharte-asentí con la cabeza.
Se le formó una pequeña sonrisa sobre los labios.
-Lo sé.. Siempre fuiste muy compañera..-caminó hasta donde estaba yo, besó mi frente- mejor volvemos a la cama, ¿dale?
-Dale-volví a entrar al interior de la casa, Peter cerró la puerta, me quedé mirando a las luces navideñas antes de subir las escaleras.
-Hay cosas que no cambian...-él me lo susurró, se dio cuenta de lo que estaba mirando- el clima cálido de esta casa, para mi se siente como propia, siempre me sentí bienvenido
Volteé para mirarlo y volvió a sonreírme, entonces caminó acorralándome contra la pared, le miré la boca, Peter me la acarició.
Lo ideal sería que no se acerque ni un paso más, él estaba confundido, lo último que faltaba era que también me confunda a mi.
Entonces rozó sus labios con los míos, mi respiración se fue acelerando, le hice una caricia en el pelo y ahora sí atacó mi boca, pero de manera salvaje, sin piedad.
Estiró mis brazos mientras escondía su cara en mi cuello, me dejó besitos ahí y se apartó.
Tomó mi mano con la suya y tiró de mi para subir las escaleras, las subí sabiendo que estaba por cometer un segundo error, pero dejé de pensar tanto cuando terminé debajo suyo, en su cama, una ola de placer se expandió por todo mi cuerpo cuando otra vez empezó nuestro jueguito de seducción, nuestras caricias y besos desesperados.
La respiración me quedó agitada, Peter se quedó mirándome a los ojos mientras me acariciaba la espalda desnuda, solté un suspiro y apoyé mi cara sobre su pecho rendida, él me rodeó con sus brazos, se quedó pegado a mi sin soltarme.

Mi única chanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora