Capítulo 18

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Cuando llegó la tarde fuimos todos a la playa, mi mamá se quedó hablando con la mamá de Peter, por momento me miraban "disimuladamente".
-Fuimos más obvios..-solté un suspiro caminando a su lado, ambos estábamos en la orilla.
-¿Tiene algo de malo?-elevó sus cejas.
-Vamos con calma.. Quedamos en eso, ¿no?-se lo recordé, él asintió con la cabeza.
-Cierto... Es que no me aguanto las ganas de presumirte frente a todo el mundo-él me sonrió como un nene abrazándome por la cintura, también me puse alegre, me besó intensamente y cuando nos apartamos un poco tenía mi respiración revolucionada, agitada.
-Poco a poco-dejé un besito en la punta de su nariz-¿dale?
Peter terminó aceptándolo, asintió con la cabeza.
Caminamos un poquito más hasta volver a donde estaban todos, se había formado una especie de ronda, tomamos mates y comimos facturas, este momento del día siempre había sido mi favorito, desde que era chica.
-¿Hoy vamos a bailar?-Candela nos miró animada- vamos.. Que cada día que pasa nos volvemos más abuelos y estamos más lejanos a pisar un boliche
Me reí.
-Esta bien-terminé asintiendo con la cabeza.
-Va a estar bueno, pasarlo lindo, como en los viejos tiempos-Eugenia coincidió.
Nos quedamos hasta que el sol se fue, empezó a soplar algo de viento, cada uno espero su turno para bañarse, mis papás y los de Peter planificaron salir a comer, mientras que nosotros nos arreglamos comiendo fideos para después ir a bailar.
-¡Pero que hermosa La!-Eugenia me hizo dar una vueltita- ahora entiendo porque están todos atrás tuyo-elevó sus cejas molestándome, me reí.
Las chicas nos pusimos ropa algo corta, como las primeras veces en las que empezamos a salir hace unos años atrás.
Pagamos las entradas y pasamos, todo el boliche estaba oscuro, había luces, música alta, fuimos hasta una mesa en la que había cervezas y vodka para tomar.
-¿Bailas?-Peter elevó sus cejas mirándome y asentí con la cabeza, le sonreí.
Bailamos pegados, eso sí era algo nuevo, toda la vida fuimos de bailar juntos, pero no de manera sensual, él me sostuvo por la cintura y llevó su cara a mi cuello, me dejó un par de besos por ahí, yo también lo abracé, estaba por besarlo cuando alguien tiró de mi, una persona X me sacó a bailar, Peter lo miró mal, pero al chico no le importó.
-Soy Santiago, ¿vos sos?-me lo susurró en el oído, inevitablemente me sentí incómoda.
-¡Lali!-se acercó Úrsula y me agarró de la mano para separarme del tal Santiago, podría decirse que me salvó-¡no bailaste conmigo!
Ella me llevó nuevamente al centro de la pista, suspiré sintiéndome más aliviada.
-Gracias-le sonreí, ella me guiñó un ojo.
Me había equivocado mucho con ella, era una buena persona, transparente, sincera, buena onda, seguro tendría más suerte en el amor.
Peter se acercó nuevamente y me tomó nuevamente por las manos, elevó sus cejas.
-Que desubicado, ¿no?
Asentí con la cabeza.
-Pero ya está, no va a jodernos más-besé una de sus mejillas después de rodear su cuello con mis brazos, nos quedamos bailando juntitos, a lo lejos lo vi a Benjamín mirándonos, me sentí algo mal por él-¿salimos a tomar aire?
Peter asintió y me acompañó, salimos afuera, por suerte había viento.
-¿Cómo quedó todo con Benja? Hablaron de nuevo..-me atreví a hacerle la pregunta incómoda.
-Sí... Y él sigue reclamándome que no le di la oportunidad de intentar "conquistarte" quise que entrara de razón, que se de cuenta de que las cosas no se pueden forzar.. Fingir..-me hizo una caricia en la cara- tal vez hace falta algo de tiempo, muchas veces eso "calma" las aguas, más adelante pienso retomar nuestra conversación
-No quería que se peleen-lo miré apenada.
-Esto podía pasar, arriesgué y no significa que todo sea perfecto desde un principio-rozó su nariz con la mía- es parte de la vida, ¿no?
Asentí con la cabeza.
Le di un abrazo, nos fuimos alejando del boliche, fuimos a la playa, nos quedamos mirando la luna que se veía con claridad, estaba hermosa.
-Todo muy cliché-me reí al cabo de un rato- pero estoy disfrutando este momento.. El tenerte conmigo-lo miré a los ojos aunque me era medio dificultoso, había poca luz.
-Siempre disfrute mucho nuestros momentitos, y los de ahora me gustan más, porque estoy descubriéndote de otra manera-me sonrió, entrelazó los dedos de su mano con los míos.
Nos quedamos un tiempito en silencio, disfrutando de la noche, cuando volvimos a la casa y fuimos a la habitación esta vez nos metimos juntos, era obvio desde el día uno que esto iba a terminar así.
Me dormí rápidamente, Peter me había estado haciendo caricias en la cara.

22 de Diciembre

Arranqué el día desde temprano porque mi mamá vino a despertarme, no se mostró sorprendida cuando me vio junto a Peter, elevó sus cejas para molestarme y se rió, yo me puse algo vergonzosa, más tarde se despertó él, íbamos a tener que ir al supermercado, la carnicería y la verdulería a comprar de todo.
-¡También tenemos que pasar por la panadería para comprar pan dulce!-Peter me lo recordó.
-Lo odio, toda la vida lo odie-me quejé y él se rió de mi.
-Lo sé, pero a nuestros papás les gusta, ¡así que vamos! A mover nuestros culos que tenemos que hacer varias compras-palmeó el mío y me sorprendí, terminé riéndome.
Fuimos con el auto, pasamos por la carnicería para comprar cosas por el asado, a la verdulería y a la panadería, finalmente llegamos al supermercado, estaba revisando las góndolas cuando algo llamó mi atención, alguien, me atrapó mirándolo, me sonrió.
-¿Sos la Lali de anoche?
Quise negar con la cabeza para escaparme de la situación bizarra, pero me quedé paralizada.
-Yo..-no sabía que decirle- tengo que seguir con las compras para las fiestas
-A la luz del día todavía sos más linda-sí que era directo, eso me puso nerviosa- no quiero intimidarte eh, solo me pareciste una muy linda chica-asintió con la cabeza.
Peter se acercó hasta donde estaba y se dio cuenta de con quién estaba hablando, me agarró de la mano marcando su territorio.
-¿Necesitas algo? ¿Hay algo que no estás encontrando por ninguna parte?-él lo miró a Santiago de manera desafiante.
-Ya encontré lo que buscaba..-asintió con la cabeza, me miró por última vez y me sonrió, después saludó con la cabeza para irse.
Peter se quedó alterado, ¿estaba celoso? Jamás en la vida lo vi celoso.
-Mejor vamos-me hizo señas para que vayamos a hacer la cola.
Lo seguí y fuimos a pagar todo, una vez en el auto solté un suspiro.
-No me pasa nada con ese tipo, no me pasó nada Pit..
-Lo sé, pero me jode que te haya buscado frente a mis narices-él también suspiro, dejó un besito en mi frente- da igual, vos estás conmigo, ¿no?
Esbocé una pequeña sonrisa y asentí.
-Sí..-le hice una caricia en la cara-volvamos
Él puso en marcha el motor del auto.
Cuando llegamos a la casa todos nos echaron una mano para bajar las miles de bolsas con comida, fuimos guardado todo en la heladera y alacena, me había comprado de comprar maní con chocolate, turrón y varias cositas dulces más.
-Gracias por encargarse de todo eso-mi mamá nos agradeció, Peter le sonrió.
Mi papá lo llamó y me agarró algo de miedo, seguro iba a darle alguna especie de charla en modo cuida.
-Ya papá, ¡basta! Soy adulta-los interrumpí, Peter soltó una carcajada, lo miré-¿qué es lo gracioso?
-Estaba hablándome de otra cosa, va a necesitar ayuda con la parrilla, vos solita sacaste otra cosa a la luz..-elevó sus cejas, quería morirme.
Mi papá se rió de mi.
-Ya me di cuenta de que ustedes andan en algo, lo cual no me sorprende, solo quiero que se cuiden mucho, ¿ok?
Ambos asentimos con la cabeza estando nerviosos.
Me alejé, mis amigas estaban jugando a las cartas, las dos eran muy competitivas, pero terminaron ganando los chicos.
-La próxima podemos apostar algo-Andrés las miró- así es más divertido..
-¿Algo como qué?-Candela lo miró desafiante.
-¿Un beso?-él se le puso a coquetear cara a cara, sin dar vueltas, mi amiga se intimidó, Andrés se le cagó de risa.
Los vi jugar nuevamente, esta vez se sumó Úrsula, Candela perdió y tuvo que darle un besito a Andrés, yo me reí mucho, estaban jugando con prendas de nenes.

Mi única chanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora