Capítulo 12

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10 de Diciembre

Cuando desperté escuché muchos gritos y euforia, habían llegado los amigos de Peter, Gastón, Andrés, Agustín y Benjamín, él los abrazó y se emocionó, hace mucho no se veían.
-¿Quién esta mujer hermosa?-Agustín elevó sus cejas al mirar a Úrsula.
-Yo la esposa de Peter-ella se presentó con una sonrisa.
-Ex-aclaró Peter y soltó un suspiro.
Benjamín se acercó hacia mi y me abrazó fuertemente, desde hace unos buenos años nos habíamos vuelto en buenos amigos, si bien no nos hablábamos siempre nos llevábamos genial.
-Vos sí que estar hermosa-él me sonrió y me guiñó un ojo, me reí.
-Tarado, no pienso ser otra de tus conquistas-lo molesté, Benjamín siempre fue perseguido por varias mujer, lo vi a Peter mirarlo firmemente, ¿acaso ahora sentía celos? Patético.
-¿Hacemos el asado?-Peter cambió de tema- estuve practicando, pero ustedes seguro son mejores, necesito que me vayan guiando..
Los chicos se pusieron a condimentar las carnes, a haces el fuego, mientras comían fiambres y se ponían al día, tomaban vino tinto.
Úrsula ayudó en la cocina haciendo una ensalada.
-¡Que lindo quedó decorado todo!-ella estaba feliz de estar con nosotros-Peter me contó poco y nada de su vida antes de España, por eso me encanta estar conociendo a su gente.. Sé que extrañó Argentina, siempre solía mandarle regalos sencillos a su mamá para su cumpleaños, turrón, chocolates, pulseras con dijes..
Instintivamente vi mi mano, ahí estaba, mi pulsera con dijes, cada año mi mamá me regalaba uno nuevo, entendí recién ahora de que nunca me lo regaló ella, Peter era quién me mandaba regalos, pero mi mamá nunca me lo contó, supo que si me lo decía iba a ponerme mal, otra vez iba a sufrir.
Todos estos años creí que no había pensado en mi, que fui fácil de borrar de su mente, su vida.
Llevamos distintas cosas para comer a la mesa y me serví mi primera copa de vino, hacia mucho calor, el clima estaba pesado, comí poco, no tenía apetito, me sentía rara.
Lo vi a Peter reírse con sus amigos, cuando corrí la mirada Benjamín me sonrió, elevé mis cejas y también me sonreí.
Benjamín me ayudó lavando todo.
-¿Finalmente vas a venir a verme cantar con mi banda? Cuando vuelvas a Buenos Aires, siempre te invito y le escapas..-él se rió-¿sabes? Mañana canto en un bar de por acá, los chicos obviamente vienen, podes venir con las chicas, e integrarla a Úrsula
Claro, Úrsula, solté un suspiro y asentí con la cabeza.
-Voy.. Así estamos todos juntos, como en los viejos tiempos..
-Igual.. Ya pasó bastante tiempo desde eso, yo crecí, vos creciste, te volviste muy linda Marianita-me miró a los ojos y me sentí algo intimidada- ¿me acompañas a comprar helado ahora mismo?
Agradecí el que haya cambiado de tema, juntos nos subimos a su auto para ir al centro, esperamos a ser atendidos, había una fila larguísima.
-¿Me parece a mi o vos no estás queriendo captar que te estoy tirando onda?-él elevó sus cejas- no soy un mal chico Lali, por si eso te preocupa..
-No es eso es...-tomé aire y solté un suspiro- no lo sé
Benjamín se quedó pensativo, mirándome.
-¿Peter?-adivinó- sentí su mirada en mi nuca en todo momento... Él no te conviene, es feliz con su pareja, bueno.. Eso creo..
-Es algo.. Complejo, pero sí, tenes razón, tengo que cambiar de página-asentí con la cabeza.
-¿Mañana después de que cante y después de quedarnos un ratito con todo cenamos solitos?-su propuesta fue caída del cielo, tal vez sí era una buena idea permitirme abrirme a otra persona, con Benjamín realmente nos llevábamos muy bien.
Asentí con la cabeza algo insegura, él me sonrió,
Llegamos al mostrador y pedimos el helado, volvimos en el auto, todos estaban esperándome, Peter otra vez me buscó por la mirada, lo ignoré, iba a ser lo mejor.
Jugamos juegos de mesa todos juntos, haciendo equipos, comimos el postre, poco a poco todos se fueron yendo a dormir una siesta.
-¿Puedo dormir con vos?-Benjamín me miró algo nervioso- no hay muchas camas... Pero solo a dormir eh-me lo aclaró y me reí, terminé aceptando, así fue que terminamos compartiendo la misma habitación Peter, Úrsula, Benjamín y yo, la realidad era que quería irme, escaparme, salir corriendo, no sé como conseguí dormirme.

Por la tarde todos fuimos a la playa, era el momento de los mates y las facturas, Úrsula lo abrazó a Peter estando en la orilla, no los veía hablar mucho cuando estábamos en un mismo lugar, él estaba raro, cómo perdido.
Jugamos al tejo.
-¡Que juego de viejos!-Eugenia soltó una carcajada- pero me gusta, soy hábil
-Siempre sos hábil en todos los juegos-Candela asintió con la cabeza.
-¡Te quiero Candeli! Sos muy buena-le besó la mejilla, me hicieron reír.
Cuando empezó a irse la luz solar volvimos caminando hasta la casa, hicimos turnos para darnos un baño, ya éramos bastantes personas.
-Puedo hacer paella algún día-Ursula asintió con la cabeza, las mujeres estábamos preparando otra ensalada y papas fritas, después íbamos a calentar nuevamente las sobras del mediodía.
-Es alta idea-Eugenia intentó sonar entusiasmada, pero la realidad era que ya le había hecho la cruz desde entrada.
-¡Bueno.. Vamos a comer!-la mamá de Peter nos interrumpió.
Una vez en la mesa otra vez todos comieron hasta reventar, yo le di al vino tinto, tomé bastante, no me di cuenta, pero casi bajé una botella entera, algunos salieron a caminar por la noche, yo también lo hice, Úrsula se había quedado para bañarse, Peter estaba a mi lado vigilando el que no me tropiece con nada.
-¿No es mejor que vayas a dormir?-me agarró por el brazo- estas ebria, muy ebria.
-¡Cómo si te importara eso!-me reí.
-¡No seas tonta! ¡Me importas Mariana!-no me soltó para que siguiera caminando.
-¿Qué pasó antes? ¿Te jode que Benja quiera salir conmigo? Me invitó a salir...-asentí con la cabeza, el alcohol me había vuelto más suelta- es tu amigo, así que no nos jodas
Iba a seguir caminando pero Peter seguía aferrándome, haciendo que me quede a su lado, entonces de un momento a otro me abrazó por la cintura, me miró a los ojos, noté que estaba desconcertado, entonces en un acto de impulso me besó, me resistí y le corrí la cara.
-No Peter... Yo no juego con las personas, yo tengo las cosas claras, pero la mejor opción para los dos es que cambie de página-elevé mis cejas sin dejar de mirarlo- vos no estas muy seguro de todo, y yo ya lo pasé mal cuando te fuiste, ahora quiero por primera vez poder sentirme segura en algo, y no sé con certeza si vas a quedarte o irte
Di media vuelta para irme sola, él soltó un suspiro y caminó atrás mío, a pesar de todo no iba a dejar que vuelva sola.
Cuando entré a la habitación Úrsula me sonrió, estaba hermosa al natural.
-Así que eras la mejor amiga de Pit...
Asentí con la cabeza.
-En el pasado, ahora solo nos llevamos bien
-¿Qué pasó para que eso cambie?
-La vida... Tomamos caminos distintos, bueno.. Él tomo un camino distinto, yo no, él decidió por los dos..-me sinceré, empecé a sentirme mal- mejor me duermo, tomé bastante vino, es lo mejor.. Espero que estés cómoda en esta casa
Ella asintió con la cabeza y me sonrió, me metí en la cama y la vi salir por la puerta, seguro iba a irse a buscarlo.

Mi única chanceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora