Capítulo 17

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20 de Diciembre

Transcurrieron algunos días desde toda la locura llamada, Peter, Benjamín e Úrsula, el clima dejó de ser tenso, poco a poco cada uno se puso a hacer la suya, sentí un poco más de alivo.
Solo quedan cuatro días para nochebuena, mi mamá y la de Peter están nerviosas, quieren que todo salga bien, están planificando cocinar mil cosas distintas.
Fui al bosque a buscar leña para el asado que íbamos a hacer para las fiestas, mis amigas y Úrsula me acompañaron.
-Creo que ya juntamos un montón-Eugenia se puso en modo vaga.
-Siempre se puede juntar un poco más-Candela la miró elevando sus cejas.
Mi amiga la Chinita dejó de quejarse para volver a juntar ramas y hojas secas.
Llegamos a la casa por la tarde noche, los chicos estaban amasando pizza para cocinarla a la parrilla, me quedé mirándolos, admiraba mucho a las personas que sabían cocinar algo más que una ensalada.
-¡Que buen aspecto tiene la pizza!-Úrsula les sonrió a los chicos, Agustín le guiñó un ojo.
Pusimos los platos y Candela se puso a molestarme.
-Que fifi La, comiendo pizza con cubiertos
-Somos dos-Peter levantó su mano en mi "defensa".
Lo miré por una milésima de segundo y después lo ignoré.
Cenamos entre risas, tomamos cerveza, mucha cerveza, empecé a sentirme mal, todos entraron a la casa, yo en cambio me quedé tomado algo de aire.
-¿Lali podemos hablar?-Peter interrumpió mis pensamientos-ya te di aire, ¿no crees que ya fue suficiente? Igual, si necesitas más todo bien eh..
Solté un suspiro y lo miré a los ojos.
-Estoy ebria, mareada, lo mejor es no hablar ahora
Iba a irme pero él me agarró del brazo.
-Lali... La.. Me está matando que me ignores todo el tiempo, sé que me lo merezco pero al mismo tiempo me hace mal..
-¿Y todo lo que yo pasé? Yo también lo pasé mal, muy mal..-fui dura, pero sincera- no podes garantizar que todo va a ser distinto, no quiero decepcionarme.. Ya no quiero nada de eso.. Vos dejaste una marca en mi pasado, una marca fea.. Me hiciste falta, pero te fuiste.. Te fuiste y me dolió el alma Peter, vos eras quién siempre me cuidaba de todo "mal", yo era la que solía escucharte y aconsejarte, hablábamos de la vida, podíamos pasar horas así... Y te fuiste... Te fuiste como si nada..
-Ya.. Te lo dije-solté un suspiro- me asusté Lali, empecé a sentir cosas por vos y tenía mucho miedo de que todo cambiara..
-Otra vez fuiste cobarde, en vez de enfrentar lo que estaba pasándote..-corrí mi mirada, él me tomó por la barbilla impidiéndomelo.
-Soy una mierda.. Me porté para el culo, me equivoqué mucho.. ¡Pero no soporto más estar sin vos Lali! ¡Te amo Mariana! Me llevó días, semanas, años el poder decírtelo cara a cara... Yo te amo mucho Lali..-me hizo una caricia en la cara, tenía sus ojitos brillosos, era evidente que estaba desesperado- no quiero seguir mandándome cagadas, me recibiría de tarado si te dejara ir otra vez..-suspiró sin dejar de mirarme.
Peter besó mi frente y me rodeó con sus brazos abrazándome, se me aflojaron las piernas, noté como iba debilitándome lentamente.
Le miré la boca, entonces dejé de pensar tanto en todo y lo besé, agarré su cara entre mis manos, lo necesitaba, siempre lo había necesitando.
Peter me acarició la espalda descubierta mientras nos besábamos.
Entramos a la casa besándonos, él me apoyaba con delicadeza en todas las paredes, me besó un cuello, gemí.
Subimos las escaleras hasta llegar al altillo, el lugar de nuestra primera vez juntos, terminamos en el sillón, otra vez conectándonos, acariciándonos, cuidándonos.
Mi respiración quedó acelerada, él se puso a jugar con mi pelo, me sonrió.
-Hola La la land... Estoy dispuesto a hacer lo que sea para que vayas sanando las heridas que te dejé en el pasado-soltó un suspiro-perdón..
-Ya me dijiste perdón veinte mil veces, ya me cansé de escuchar esa palabra-me mostré fastidiada, Peter se rió y me besó nuevamente, rozó su nariz con la mía-¿podemos tomarnos las cosas con calma?
Él asintió con la cabeza, no dejaba de mirarme a los ojos, estaba emocionado.
-Yo... Quiero ser todo lo que vos te mereces..-dejó un besito en una de mis mejillas.
-Sé simplemente Peter.. Ese que era mi mejor amigo, que era divertido, ocurrente.. Compañero.. Cariñoso-esbocé una pequeña sonrisa- ese que me volvía loca..
-¿Ahora no te vuelvo loca?-elevó sus cejas para molestarme, me reí.
-Yo..-hice una pausa- en el pasado también empezaste a gustarme un poquito..-remarqué eso último solo para no admitirle que me gustaba demasiado.
Él se mostró sorprendido, después volvió a sonreírme.
-Me estás haciendo muy feliz ahora mismo-asintió con la cabeza, me abrazó y me dejé estar, me quedé entre sus brazos sintiéndome a gusto.
Lentamente mis ojos se fueron cerrado, por fin estaba sintiendo algo de paz.

21 de Diciembre

Desperté y me di cuenta de que no podía ir a cualquier lado, sonreí al verlo a Peter dormir, le acaricié suavemente la cara mirándolo embobada, besé una de sus mejillas, lentamente él abrió sus ojos, también sonrió.
-Hola..-lo saludé hablando en voz baja- ¿vamos bajando?
Él asintió con la cabeza, iba a ponerme de pie pero él no me lo permitió.
-Quiero tenerte diez minutitos para mi-elevó sus cejas coqueteando conmigo, lo besé y no me negué a su petición, después de esos diez minutos nos pusimos de pie, rápidamente nos cambiamos, fui a la cocina para calentar el agua para tomar mate.
-Estás con la misma ropa que ayer, ¿cuanto de duró el que aprenda la lección? Tres días-Eugenia se burló de mi, desde tan temprano estaba molestándome, riéndose de mi, no tenía piedad, siempre había admirado su buen humor por las mañanas.
Ella se sentó conmigo en el jardín a tomar mate, después vino Candela, nos quedamos hablando de que prepararía cada una para noche buena y navidad.
-Yo algo básico, no quiero joderme la vida cocinando y que me salga para el culo, no quiero tirar comida-solté un suspiro.
-Tarde o temprano vas a tener que hacer por lo menos un arroz La-Candela se rió-¿que les vas a dar de comer a tus hijos el día de mañana?-elevó sus cejas, muy buena pregunta.
-¿Delivery?-me reí.
Nunca en la vida pensé en tener hijos, igualmente en el futuro me gustaría tener uno, dos, tres, pero con Peter estábamos tomándonos las cosas con calma.
Benjamín se apareció para traer las tostadas recién hechas a la mesa, nos saludo buena onda, pero no pudo no reparar en que yo tenía la misma ropa que ayer, eso me incomodó un poco, seguro se dio cuenta de que algo había pasado.
-Me doy una ducha, me cambio y desayuno con todos-les hablé a mis amigas, ellas asintieron con la cabeza.
La puerta del baño estaba cerrada, había alguien abajo de la ducha, la abrí y le puse la traba al ver que se trataba de Peter, elevé mis cejas cuando me vio, se rió sobre mi boca antes de que lo bese, otra vez todo se nos salió de las manos, mientras el agua no paraba de correr, había sido tan sensual y sexy lo que habíamos hecho, seguí encendida aún cuando abandonamos la ducha, él me sonrió, tenía la misma sonrisa que cuando era chico, sus ojitos estaban chinos.
Muy poco disimulados bajamos a desayunar, ambos con el pelo mojado porque no había secador, no lo habíamos pensado.
Eugenia se nos rió en la cara, Candela nos miró con picardía.
Todos se hicieron los tarados, incluso mis papás y los de Peter.

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