Capítulo 29

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Pasó un tiempo largo desde que con Peter empezamos terapia, evolucionamos mucho, aprendimos a escucharnos.
Él no volvió todavía a España, a pesar de tener cosas pendientes ahí se quedó, priorizó nuestra relación.
-Hola bebé de papá...-Peter miró mi panza con fascinación, había crecido bastante, me dejó un besito ahí y después me miró a los ojos, se le formó una sonrisa sobre sus labios.
Amaba estos momentos en los que podía estar recostada en la cama hasta tarde, bendito sean los Sábados.
Peter se acercó a mi cara y me besó ansiosamente, me quede agitada, él se rió por eso mismo.
-¿Queres jodita desde temprano?-elevó sus cejas molestándome, le golpee suavemente el hombro.
-¡Cómo estamos eh!..-lo besé y también me reí, le mordí la boca provocándolo-¿te molestaría tener una jodita desde tan temprano?
Él me miró sorprendido y rozó su nariz con la mía.
-Nunca...-se lanzó nuevamente a mi boca, por suerte no teníamos que desnudarnos, anoche también lo habíamos pasado muy bien.
Lo abracé por el cuello desesperada, últimamente no entendía que estaba pasándome, creo que la terapia me abrió los ojos en el sentido de descubrir nuevas cosas hermosas de Peter, estoy viviendo en un constante enamoramiento.
Él me sonrió mientras acariciaba mi cara.
-Te amo chiquita-me guiñó un ojo coqueto y escondí mi cara debajo de su cuello, se lo besé reiteradas veces.

Hace bastante no me veo personalmente con mis papás, Peter vio a los suyos, ambos los citamos a comer al mediodía en un restaurante, mi favorito, estábamos muy nerviosos, era el momento de hablar.
-¡Hola mi amor!-mamá me abrazó cálidamente, la mamá de Peter hizo lo mismo.
Todos nos saludamos y nos sentamos, cada uno pidió lo suyo, cuando me sirvieron vino en mi copa miré a Peter con complicidad.
-Hay algo de lo que queremos hablar con ustedes...-los miré, Peter sostuvo mi mano por debajo de la mesa- nosotros...
-Algo te pasa-mamá se quedó mirándome, evaluándome- por videollamada no me di cuenta, pero estas rara.. Distinta..
Ella siempre tan bruja, tan perceptiva, solté un suspiro y asentí con la cabeza después de mirarlo a Peter.
-Estoy.. Estoy embarazada-solté la bomba y se hizo silencio, estaba poniéndome nerviosa cuando quién primero se puso de pie fue mi papá, me abrazó emocionado, poco a poco miré la cara de cada uno de ellos, todos estaban con los ojos llenos de lágrimas- ¡no quiero llorar yo también!-me quejé tapando mi cara con mis manos, Peter se rió y besó mi frente.
-Y acá está...-él levantó un poco de mi blusa para dejar al descubierto mi pancita chiquita pero imponente.
-Ay mi nene vas a ser papá-la mamá de Peter besó su mejilla, estaba encantada-¡gracias Lali! Al fin me estás dando el nieto que espere por mucho tiempo..
El comentario de ella me cayó algo mal, noté que Peter sonrió algo nervioso, él había perdido un hijo tiempo atrás.
-¿Me acompañas a tomar algo de aire?-lo agarré de la mano para salir al patio interno-¿estás bien Pit?
-Yo... Yo no fue capaz de contarle a mis papás lo de Úrsula, me sentía muy mal, no quería darle una noticia y sacarles la felicidad de un momento a otro-se le escaparon algunas lágrimas de los ojos, lo abracé y besé reiteradas veces una de sus mejilla- me lo guardé para mi, me guardé ese dolor para mi..
Le hice caricias en el pelo, después me miró y esbozó una pequeña sonrisa.
-Gracias por estar, y por comprenderme..-asintió con la cabeza.
-Tonto-solté un suspiro- siempre podes contar conmigo-le robé un besito, ambos entramos nuevamente al restaurante agarrados de la mano.
Comimos, saqué distintos temas de conversación para que Peter se olvidara del mal momento, terminé haciéndolo reír, brindamos por lo que va a venir, por el bebé que nos está uniendo más como familia, siempre fuimos como una gran familia, pero ahora estamos cada vez más cerca de que eso sea real.
Fui feliz comiendo cheesecake, cuando estuve bien llena saludé a todos con un abrazo, me subí al auto de Peter.
-¿Hacemos algo distinto?-quería animarlo, necesitaba hacer cosas para hacerlo feliz- no sé... ¿A caminar por los lagos de Palermo?
Él asintió con la cabeza, llegamos a un lugar particular, noté que todo era mucho más lindo.
-El rosedal-me sorprendí.
-Esta todo lleno de rosas.. Rosas de todos los colores...-me sonrió- eso sos vos en mi vida.. Color pudo, alegría.. Mi sostén, mi persona favorita..-acarició mi pelo, besó mi frente dulcemente, ese siempre me pareció un gesto lindo, uno que viene desde el amor.
Caminamos entre las rosas y me sacó fotos, espontáneas, posando, acariciando mi pancita, le dio la cámara a un turista y nos sacó varias fotos juntos, hace mucho no teníamos imágenes juntos, prácticamente desde nuestra infancia.
-Sos maravillosa...-me besó la punta de la nariz- sé porque quisiste venir por acá, caminar... Sos muy buena Lali, generosa.. Compasiva.. Transparente.. Muchas veces me repito que soy poca cosa, que mereces algo mejor..
-Shhh-cubrí su boca con mi mano y elevé mis cejas mirándolo- dejá de decir estupideces tarado..-rodeé su cuello con mis brazos, otra vez le mordí la boca y lo miré con picardía- te amo Peter
Asentí con la cabeza, él me abrazó completamente por la cintura atrayéndome hacia su cuerpo, estaba entregada, quería sus besos, sus caricias, su todo.
Terminamos comprando jugo de naranja recién exprimido en un carrito, le dimos de comer a los patos que estaban en la orilla de lago.
-Somos dos abuelos-me reí- solo que en vez de alimentar palomas estamos alimentado patos..
-¿Te imaginas cuando seamos viejitos?-él me sonrió.
-No me gusta mucho pensar en esas cosas.. ¡Todavía somos jóvenes!-lo animé, le palmeé el culo, se sorprendió porque estábamos rodeados de gente, no pude evitar reírme.
-Según mi cálculo nos queda fabricar dos bebés más, vos querías tres, ¿no? O me acordé mal..-mordió sus labios mirándome sensualmente.
-Amo a los bebés, pero mejor probemos con el primero a ver como nos va-me reí nuevamente.
Estaba pasándolo muy bien con él, últimamente estábamos entendiéndonos bastante.
Volvimos a mi departamento después de hacer unas compras, compramos fideos de arroz para agregarle eso a un salteado de distintas verduras, Peter estaba explicándome como hacerlo, cuando lo llamaron por videollamada, él se alejó, salió al balcón para hablar tranquilo.
Sí, todo venía demasiado bien para ser cierto.
Cuando volvió intento seguir cocinando pero lo noté perdido, sirvió la comida en dos platos y fuimos a la mesa, le saqué tema de conversación pero él no estaba conmigo, estaba en sus pensamientos.
-Yo.. Me llamó mi jefe, me solicita en España.. Quiere que le de una respuesta lo antes posible para ver si sigo trabajando para él o no-soltó un suspiro, hizo una pausa, agache mi mirada y Peter me tomó por la barbilla para que lo mirara a los ojos- te elijo a vos La... Elijo formar juntos nuestra familia, vivir rodeados de nuestra familia, seguir enamorándote cada día..-esbozó una pequeña sonrisa que cada vez se fue agrandando más.
No pude contenerme y lo besé sintiéndome feliz, me reí sobre su boca y lo abracé fuertemente, después me aparté un poco, pero sin soltarlo.
-¿Posta Peter?-no podía dar crédito a lo que me había dicho, a lo que había pasado.
Asintió con la cabeza y me besó ahora tiernamente.
-Sos mi amor La... Y no quiero perderte de nuevo.. No quiero..-negó con su cabeza y me acarició el pelo sin dejar de mirarme a los ojos, no solo yo estaba feliz, él también estaba igual- costó.. Pero finalmente después de tanta terapia, tantas citas, tantas noches apasionadas y tanto trabajar en conjunto en todo como compañeros finalmente abrí mis ojos mi amor..
Quise morirme porque me puse a llorar de la emoción, Peter soltó una carcajada y me llenó de besos por toda la cara.
Estaba siendo muy feliz, Peter estaba haciéndome muy feliz, después de mucho tiempo empecé a sentir que esto sí podía funcionar.

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