Capítulo 20

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24 de Diciembre

Cuando nos despertamos por la mañana fuimos a la playa, tomamos algo de sol, almorzamos sandwiches y algunos se metieron al mar.
-A que no haces pie-Peter me molestó, elevó sus cejas y se rió, de un momento a otro me abrazó-ahora estas segura
-¡Sos un tarado!-intenté hundirlo sin éxito, en lugar de eso Peter me besó con ansiedad, mordió mi boca y me miró con su cara "angelical", me reí sobre sus labios antes de besarlo de nuevo, al mismo tiempo fui despeinándole el pelito.
-Ya tendríamos que ir moviendo el culo para ver los últimos detalles para la noche-Eugenia soltó un suspiro- no entiendo, ¡ya está todo! Lali pero tu mamá y Peter la tuya desde que empezó esta semana nos están volviendo locos a todos
-Ellas son así..-me encogí de hombros riéndome de sus quejas.
Por la tardecita abandonamos la playa, tuvimos que esperar cada uno nuestro turno para bañarnos porque había una sola tuya.
-¿Te bañas conmigo?-Peter me miró con picardía estando semi en bolas.
Lo empujé para que entre a la ducha entre risas.
-Hoy no, no hay tiempo, hay una cola larguísima de integrantes de esta casa que se quieren bañar-le lancé un beso al aire y salí del baño.
Este nuevo Peter estaba gustándome bastante, era atrevido, coqueto, dulce, todo el tiempo me dejaba en claro que me deseaba.
-¿Ya sabes que ponerte?-Úrsula me miró ella estaba entre dos vestidos- blanco es para año nuevo, ¿no?
-Ajam, yo iría por el negro, es clásico, ¡siempre amo como queda!
-Mmm.. Yo para vos elijo..-ella se puso a revisar mi ropa- el rojo, es un color que a Peter le gusta mucho-elevó sus cejas y me sonrió.
-¿Ya lo superaste?-me entró la curiosidad.
-Puede que sí, lo nuestro tuvo que haberse terminado hace bastante, nos quisimos mucho pero.. Ahora que lo veo junto a vos él no se comportaba así conmigo, ¡no te lo digo de celos eh!-ambas nos reímos- a lo que voy.. Lo tenes muy enamorado, ¡cuidalo!-ella me guiñó un ojo y le sonreí.
Me di una ducha rápida, después me vestí, me pinté los labios del mismo color del vestido, di media vuelta para salir de la habitación cuando se apareció Benjamín.
-Podes pasar, yo ya me voy..-estaba por irme cuando me quedé pensativa, solté un suspiro-¿puedo hablar con vos?
Él asintió con la cabeza de mala gana.
-Yo... Lamento mucho que te hayas peleado con Peter por mi, vos sos una buena persona Benja, divertido, buen músico, ¡obviamente talentoso! Seguro hay muchas personas por ahí esperando a una persona como vos-elevé mis cejas mirándolo a los ojos.
-Básicamente soy la persona perfecta, pero no para vos Lali..
Solté un suspiro.
-Sos perfecto, pero hay cosas que simplemente no pueden ser por el destino.. Estoy segura de lo que nuestro no fue porque hay algo mejor para vos esperándote-asentí con la cabeza- yo re creo en esas cosas.. Hablá otra vez con Peter, ¡ustedes se adoran! Ambos son dos personas maravillosas, y sería una lástima que se alejan
Lo saludé con la mano y salí de la habitación, me había quedado un sabor amargo.
Llegué a la cocina y poco a poco fuimos llevando todo lo que habíamos estado preparando a la mesa, Candela decoró todo, puso flores y velas.
-¡Esta todo hermoso!-la mamá de Peter estaba sorprendida, cruzó miradas conmigo y elevó sus cejas- vos también estás muy linda Lali... Estás del color favorito de mi hijo-ella lo notó y eso me puso nerviosa, ambas nos reímos- era obvio todo esto... No pasa nada, si él es feliz yo soy feliz, siempre te quisimos mucho en nuestra familia..
Su mamá extendió sus brazos y me dio un abrazo cálido, ella siempre había sido un amor conmigo.
-Gracias... Yo lo quiero-me sinceré, asentí con la cabeza mientras mis ojitos estaban brillosos, ¿me había emocionado?
Ella se rió y me secó las lágrimas que se me habían caído con una de sus manos.
Al salir al jardín lo vi, Peter estaba junto a mi papá vigilando el asado, ambos estaban hablando animadamente, quería ser mosca para saber de que estaban hablando.
-No puedo creer que ya haya llegado el día-Eugenia nos sonrió.
-Solo nos queda mañana... Y mañana Peter se va..-recordé de golpe, eso hizo que se me formara un nudo en la garganta.
-¿Qué van a hacer ustedes con lo de ustedes?-Candela me miró preocupada.
-Él tiene unas cosas pendientes, se va a ir para España, pero después en teoría vuelve-no pude evitar ponerme a dudas, ellas se dieron cuenta.
-Sé que todavía te cuesta por lo del pasado, pero confiá en él-Eugenia asintió con la cabeza.
No muy segura yo hice lo mismo.

Todos nos sentamos alrededor de la mesa después de que el asado esté preparado, nos pusimos a comer, había demasiada comida, habíamos exagerado con todas las cantidades.
Normalmente esperaba todo el año para comer la comida navideña.
Cuando estaban por hacerse las doce todos agarramos una copa con champagne y gritamos cuando se cumplió el tiempo, fuimos saludándonos de a uno, dándonos abrazos.
Peter chocó su copa con la mía y ambos bebimos un poco de champagne, después me hizo señas, no entendía que quería.
Nos alejamos de todo y me dio un sobre, me quedé mirándolo extrañada.
-¿Y esto?-me reí nerviosa mientras lo abría, me sorprendí-¡¿qué?!
-Te venís conmigo a España-elevó sus cejas sonriéndome- a pasar año nuevo lejos, juntitos, para arrancar una nueva etapa..
Me puse emocional, sensible porque no me había esperado esto, sostuve su cara entre mis manos y lo besé ansiosamente, ambos nos entendimos muy bien, dejé el sobre en la mesita de luz, una vez en el baño nos encerramos, nos fuimos sacando la ropa, sentí mucho placer, no podía evitar sonreírle, besarlo, acariciarlo, morderlo.
-Te amo La...-me lo susurró mirándome a los ojos, los suyos se pusieron brillosos, eso me dio mucha ternura.
Lo abracé escondiendo mi cara debajo de mi cuello mientras el agua corría, estaba donde siempre quise estar, junto a una de las personas más importantes de mi vida.

25 de Diciembre

Cuando amaneció y bajé las escaleras me di cuenta de que Agustín se había quedado dormido en el sillón del living, al lado de él había una botella cortada por arriba donde todavía quedaba fernet con coca, me reí, seguro se había tomado la vida.
Abrí la heladera y fui feliz al ver que había sobrado torta, se me ocurrió desayunar eso, Peter me miró.
-¿Qué haces desayunando postre?-me llamó la atención.
-Es navidad Pit...-lo miré con una sonrisa, estaba persuadiéndolo con la mirada para que no me cague a pedos.
-Sos imposible-soltó un suspiro y me rodeó con sus brazos para abrazarme.
Él también terminó comiendo torta conmigo, ambos éramos los únicos despiertos de la casa.
Poco a poco todos fueron despertándose.
-Qué resaca de mierda-Eugenia se quejó- ayer los vi a Cande y Andrés yéndose juntitos a "dormir"
Ella ya empezó desde tan temprano a contarnos chismes.
-Buen día, feliz navidad-apareció Andrés, atrás de él llegó Candela con cara de sueño, agarró rápidamente una taza donde se hizo un café.
-Pueden dejar de disimular, ya nos enteramos todos de que anoche cogieron 
Candela fulminó a Eugenia con la mirada.
-Alta amiga
No pude evitar reírme.
Mi papá se acercó a mi y me abrazó, le sonreí después de que besara mi frente.
-Feliz navidad-lo saludé alegre.
Este año volvió a ser como los de antes, el clima entre todos era lindo, hablábamos, nos reíamos.
-Acá está mi regalo...-agarré una bolsita chiquita y Peter me miró extrañado-¡abrí!
Él me hizo caso, de ahí sacó algo que yo había encontrado en el altillo, se sorprendió.
-¿Te acordas la moneda de la amistad que se parte a la mitad? Encontré la mía en una cajita en el altillo, cuando me enojé porque te fuiste la dejé ahí y bueno... Hoy quiero que la tengas vos..-esbocé una pequeña sonrisa- sos mi otra mitad Peter, siempre lo fuiste... Y bueno, te di mi partecita para que lo recuerdes siempre, el que te amo..
Otra vez se le llenaron los ojos de lágrimas, a mi me pasó lo mismo, nos besamos frente al arbolito, nos aferramos al otro, ya todo nos daba igual, el que nos jodan, el que nos vean juntos, perdimos mucho tiempo estando separados.

El sol se empezó a ir, eso solo significaba algo, Peter iba a partir, eso me puse algo triste, si bien nos veríamos la próxima semana iba a extrañarlo mucho, le llené la cara de besos y él me sonrió, me miró con dulzura.
-Nos vemos prontito-asintió con la cabeza.
-Nos vemos pronto..-solté un suspiro, tenía miedo, mucho miedo de que eso no se pudiera cumplir.

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